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A tres años de la pandemia, ¿debemos seguir usando máscaras?

Máscara. FOTO: Wikipedia

En esta etapa post pandemia, Ethnic Media Services (EMS) organizó una conferencia de prensa, “Are we done with masks? (¿Hemos terminado con las máscaras?), en la que se exploró la validez de continuar con ciertas medidas sanitarias para contrarrestar el Covid-19.

«Algunos expertos afirman que (las máscaras) siguen siendo una herramienta efectiva para contener la propagación del COVID-19 mientras que otros declaran que las vacunas son la mejor prevención contra la infección siendo que los tapabocas son innecesarios», dijo Sandy Close, directora de EMS, al abrir el encuentro en el que participaron tres médicos especializados en la temática. «Un estudio reciente del grupo Cochrane, una organización de investigaciones médicas independiente y sin fines de lucro, pone en tela de juicio la eficacia de las máscaras N95 y los respiradores P2 como protectores efectivos contra la infección del Covid. Algunos investigadores señalan que la máscara puede marcar poca o ninguna diferencia sobre los contagios, basándose en diez estudios realizados».

Recomendación y no mandato

El doctor William Schaffner, profesor en la División de Enfermedades Infecciosas en la Escuela de Medicina de la Universidad de Vanderbilt, Tennessee, hizo una breve reseña histórica del uso de las máscaras para prevenir infecciones desde hace milenios.

Schaffner dijo que “los datos del grupo Cochrane suelen ser usados muy frecuentemente… Ellos son muy meticulosos, al punto de ser fastidiosos. Si estuviéramos investigando la efectividad de una nueva vacuna, los datos de mejor calidad provendrían de los estudios de control doble; pero no podemos hacer lo mismo con los estudios de máscaras. Y es que no se puede monitorear a la gente respecto a su comportamiento con el uso de tapabocas todo el tiempo. La principal dificultad radica en que tiene que ser usado correctamente y todo el tiempo. Menciono esto para decirles que hay decenas de estudios y literatura en este punto, pero Cochrane determinó que sólo algunos pocos eran lo suficientemente rigurosos…».

Tras comparar diferentes estudios y sus limitaciones, la conclusión del doctor Schaffner tuvo forma de pregunta: “Entonces, ¿deberíamos tener puestas las máscaras en la comunidad? Consideremos a la gente involucrada. Queremos prevenir enfermedades graves para evitar hospitalización. Estos son los pacientes que más preocupan. En este sentido, recomiendo a los adultos mayores que están en interiores cerrados como la iglesia, reuniones o un partido de básquet, que se pongan un tapaboca N95. Y luego, cualquier persona con enfermedad y predisposición a algo más grave. También a embarazadas, a gente con problemas de cáncer o personas que tengan su sistema inmunológico comprometido… A esa gente les recomendaría el uso del tapabocas; por más que nadie lo use. Yo mismo, el sábado a la mañana, usé tapaboca cuando fui al supermercado, pero era el único. Acá en Nashville, Tennessee, la gente quiere volver a la vida normal”.

-¿Previenen las máscaras las infecciones en el pico de la propagación de Covid?

-Bueno, no lo podemos determinar a ciencia cierta porque, además de las máscaras, el distanciamiento social fue muy importante durante ese tiempo. Y ambas cosas, simultáneamente, han sido muy buenas. Sin embargo, es difícil determinar si esa eficacia se debió al distanciamiento o a la máscara. Hubo miles de estudios anteriores que han determinado como positivo el uso de las máscaras ante la influenza; pero según Cochrane, esos estudios no han alcanzado el rigor suficiente con respecto al Covid. Las máscaras no son mágicas, proveen una capa adicional de protección pero no reemplazan las vacunas. De momento, me parece que su uso para personas de alto riesgo es una sugerencia razonable. Más que mandatos son recomendaciones. Además, hay que proveer más instrucción sobre cómo usar las máscaras y cuáles son las más efectivas. No hay que imponerlos, sino ponerlos a disposición.

“LAS MÁSCARAS NO SON MÁGICAS, PROVEEN UNA CAPA ADICIONAL DE PROTECCIÓN PERO NO REEMPLAZAN LAS VACUNAS. DE MOMENTO, ME PARECE QUE SU USO PARA PERSONAS DE ALTO RIESGO ES UNA SUGERENCIA RAZONABLE”.
DOCTOR WILLIAM SCHAFFNER

Mayor confianza en la salud pública

La doctora Mónica Gandhi, catedrática de medicina y jefa en la División de HIV, Enfermedades Infecciosas y Medicina Global de la UCSF (Hospital General de San Francisco) dijo que “Las vacunas son la mejor forma de protección en contra de Covid-19. De hecho, estoy muy impresionada con su efectividad. Hubo muy pocas enfermedades severas a partir de las vacunas, y eso se debe a que la población ha tenido inmunidad».

«En cuanto a la revisión del uso de los tapabocas gracias a los estudios de Cochrane, la pregunta es si, en la actualidad, las máscaras reducen la transmisión del virus a un nivel poblacional real. Y según Cochrane, no es así”, dijo la Dra. Gandhi.

Acerca del mandato de usar tapabocas, Gandhi aseguró que “el grupo Cochrane tuvo mucho cuidado al revisar los estudios que se habían hecho. En cuanto a pruebas al azar, un estudio en un pueblo de Dinamarca mostró que no había efectividad de las máscaras. Yo les escribí una carta diciéndoles que esa no era la forma de estudiar, que necesitábamos grupos más grandes. Y esa misma prueba se hizo en Bangladesh, donde todo el pueblo usaba la máscara y había muy poca efectividad. Las máscaras de tela no servían y las quirúrgicas eran un poco mejor; pero luego hubo datos que desmintieron esa efectividad, como una prueba en Guinea”.

La doctora Ghandi se preguntó: “¿A dónde estamos en estos momentos, en término de pandemia? Creo que no tenemos suficiente evidencia de su seguridad para seguir imponiendo el uso de las máscaras. Yo no lo haría. Si alguna comunidad lo quiere imponer, creo que debería tener más evidencias reales y científicas. Acá hubo mandatos de máscaras y encierro, pero también mucha falta de confianza en la salud pública. Es muy importante esto, incrementar la confianza en la salud pública”.

-En Los Ángeles, la mayoría de la gente no usa máscaras. Tampoco es obligatoria ni en los hospitales ni en las escuelas ¿Cómo lo ve?

-Al principio, recomendábamos el uso de máscaras, pero eso se fue relajando. El problema ocurrió al llegar la variante Delta, porque la orden era muy confusa. Se decía “solamente las personas no vacunadas deben usar máscara”, pero ¿cómo podías saber quién tenía puesta y quién no la vacuna? En el condado de Orange, por ejemplo, no volvieron a imponer el mandato, y cerca del condado, sí. Pero no hubo diferencia en transmisión o tasa de muertes. Lo más importante en esta pandemia es vacunarse, y dejar que el uso de las máscaras sea electivo.

-¿Qué nos puede decir del uso correcto de las máscaras?

-Yo trabajo en un hospital especializado en enfermedades infecciosas; y lo que puedo decir del buen uso de la máscara es lo mismo que puedo decir del bueno uno de los condones o del aro vaginal; son intervenciones de barrera. Uno tiene que ponérselos, y hacerlo de manera correcta.

-Hace poco apareció un libro suyo, “Endemia: un manual pos-pandemia”…

-Sí, es un libro sobre la politización que ocurrió en el país a raíz de la pandemia. Pero fuera de toda politización, las vacunas han sido lo más importante para el sistema inmunológico. Los cierres de escuela, por ejemplo, fueron parte de una política que fracasó. Y luego se pudieron reabrir gracias a la equidad de la vacunación. No podemos permitir que haya países que no tengan avances biomédicos.

“¿A DÓNDE ESTAMOS EN ESTOS MOMENTOS, EN TÉRMINO DE PANDEMIA? CREO QUE NO TENEMOS LA SUFICIENTE EVIDENCIA DE SEGURIDAD PARA SEGUIR IMPONIENDO EL USO DE LAS MÁSCARAS. YO NO LO HARÍA. SI ALGUNA COMUNIDAD LO QUIERE IMPONER, CREO QUE DEBERÍA TENER MÁS EVIDENCIAS REALES Y CIENTÍFICAS”.
DOCTORA MÓNICA GANDHI

Los niños y la escuela

Finalmente, el doctor Mina Hakim, médico pediatra del South Central Family Health Center, de Los Ángeles, habló sobre los estudios de tapabocas en relación con los niños.

“Es importante saber que el de Cochrane no fue un estudio, sino una compilación que concentró unos 70 estudios previos con unos 70 mil participantes –comentó-; es decir, una selección y colección de estudios y reportes. Los resultados fueron muy claros: las máscaras quirúrgicas no hacían diferencia en la transmisión de virus, ya sea Covid-19 o influenza. Pero respecto a los niños, hubo resultados importantes”. Y pasó a detallarlos.

“Una máscara es un excelente modo de prevención en teoría, pero no así en la práctica. Es como si nos dieran la jeringa para que nos pusiéramos la vacuna. Le dimos al público sólo un pedazo del equipo pero no las instrucciones para que lo usen debidamente. Y con los niños no se puede hacer eso; ellos son los peores para ponerse cosas. Con suerte, el niño aún tiene los pantalones puestos al fin del día… El tapabocas es incómodo y los chicos se lo sacan todo el tiempo; ya sea para comer, beber o morder el lápiz… Y los adolescentes también son terribles con el cumplimiento. Por eso, el resultado para niños fue el peor”.

La disertación de Hakim continuó con una pregunta: “¿Deberiamos pedirles a los  niños que se pongan máscaras? Me hacen esa pregunta en mi trabajo. Yo creo que deberíamos educarlos en que la máscara es una parte importante en un gran rompecabezas, pero no deberíamos forzar ni obligar a los niños. Hay algunos que tienen asma o que están inmunocomprometidos. Animaría a los padres a que hablen con esos chicos para que se pongan una máscara quirúrgica, pero sólo en algunos contextos. A los chicos les cuesta cooperar y quizás no sea muy inteligente comprometerlos a ese uso”.

Respecto a la desinfección con jabón de las superficies, Hakim afirmó que “descubrieron que era efectiva hasta en un 14 por ciento para disminuir la transmisión. Esto podría ser importante. Desde ya, las escuelas no deberían obligar a los niños a usar la máscara, debería ser sólo una opción. En ese caso, que usen un N95 que encaje bien; pero lo mejor es tener buena higiene y desinfección de superficies y cosas que se tocan a menudo; lápices, libros, juguetes… La transmisión es por contacto y si alguien estornuda, eso queda mucho tiempo en la superficie y después de tocar eso, nos llevamos las manos a la boca. Se necesita un buen monitoreo para los chicos enfermos que asisten a la escuela; eso reduce muchísimo las probabilidades de transmisión.

-Si no hubiera vacunas ¿seguiríamos recomendándolos tapabocas?

-Como comprobamos que no funcionó, no lo recomendaríamos. Pero si se lo usa correctamente, es un modo de prevenir la infección en pacientes de alto riesgo. Es una capa pequeña de protección pero es mejor que no tener nada. Un uno o dos por ciento de protección, ya vale la pena.

“LAS ESCUELAS NO DEBERÍAN OBLIGAR A LOS NIÑOS A USAR EL TAPABOCAS, DEBERÍA SER SÓLO UNA OPCIÓN. EN ESE CASO, QUE USEN UN N95 QUE ENCAJE BIEN; SOBRE TODO A LOS CHICOS CON ENFERMEDADES GRAVES O INMUNODEPRIMIDOS. LO MEJOR ES TENER BUENA HIGIENE Y DESINFECCIÓN DE SUPERFICIES Y COSAS QUE SE TOCAN A MENUDO; LÁPICES, LIBROS, JUGUETES… SE NECESITA UN BUEN MONITOREO PARA LOS CHICOS ENFERMOS QUE ASISTEN A LA ESCUELA; ESO REDUCE MUCHÍSIMO LAS PROBABILIDADES DE TRANSMISIÓN”.
DOCTOR MINA HAKIM

Reconstruyendo la confianza

Al final de la conferencia el doctor Schaffner sintetizó el parecer de los tres médicos.

“La confianza es una de las cosas más difíciles para el público en general. Los médicos les damos hoy el mejor consejo, pero si aprendemos algo esta noche, posiblemente mañana a la mañana le daremos otro distinto, » dijo el Dr. Schaffner. «Cuando la ciencia está de cara a lo desconocido, como pasó con el Covid, abrimos toda la literatura. Pero veíamos muchas páginas en blanco porque no habíamos lidiado todavía con algo así. En este caso, el conocimiento se fue construyendo día a día. La mejor forma de devolver la confianza en la salud pública es mediante la comunicación. Y esa comunicación debe ser clara y precisa, en lenguaje que la gente pueda entender. Y lo más importante, basada en datos científicos, y repetida muchas veces. Estamos dando los mejores consejos posibles, y esa es la confianza que nos deben tener. No es que antes mentíamos o estábamos en lo incorrecto, sino que era la mejor información que teníamos hasta entonces. Así funciona la ciencia. No éramos malos ni engañábamos, estábamos aprendiendo».

“LA MEJOR FORMA DE DEVOLVER LA CONFIANZA EN LA SALUD PÚBLICA ES MEDIANTE LA COMUNICACIÓN; DEBE SER CLARA, PRECISA Y EN UN LENGUAJE QUE LA GENTE PUEDA ENTENDER. Y LO MÁS IMPORTANTE, DEBE ESTAR BASADA EN DATOS CIENTÍFICOS. ESTAMOS DANDO LOS MEJORES CONSEJOS POSIBLES Y ESA ES LA CONFIANZA QUE NOS DEBEN TENER. NO ES QUE ANTES MENTÍAMOS O ESTÁBAMOS EN LO INCORRECTO, SINO QUE ERA LA MEJOR INFORMACIÓN QUE TENÍAMOS HASTA ENTONCES. ASÍ FUNCIONA LA CIENCIA”.
DOCTOR WILLIAM SCHAFFNER

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