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A vuelo de halcón

Nada representa mejor la libertad que el vuelo de las aves. El espacio abierto, las alas desplegadas y el cuerpo como llevado por el viento hacia un horizonte sin límites ni fronteras.

Hay un deporte que debe dejar esa sensación en quien lo practica. Se llama cetrería, y dicen los que bucean en la historia de los tiempos que tiene su origen en Asia.

Para quienes no lo recuerdan o no lo saben, la cetrería es la actividad de cazar utilizando aves rapaces especialmente entrenadas para ese propósito.

De cetrería solo conozco lo que he visto en documentales, cuando un hombre, casi siempre sobre un caballo y portando un ave de rapiña en su brazo, le lanza al aire en busca de una presa que muy pronto el ave captura.

Daniel Esteban Duque Caicedo es un joven colombiano que emigró con su familia hace años a los Estados Unidos. Allí ha hecho su vida y hoy, a la edad de 26 años, practica la cetrería como deporte y como trabajo del cual deriva su sustento.

La magia de las comunicaciones modernas me permitió este diálogo que comparto con mis lectores para que sepan un poco más de este bello mundo del trabajo con aves rapaces.

Daniel me contó que luego de terminar su universidad se dedicó, como cualquier joven, a buscar un trabajo que le permitiera vivir en independencia.

Él era además amante de las motocicletas y de las rodadas por distintos lugares del país, por eso su trabajo inicial fue la mecánica de motos, ya que era harlista, pero un día cualquiera un amigo le descubrió el mundo de la cetrería. Desde ese momento se olvidó de la mecánica de motos y dejó todo para dedicarse a esa actividad, pues sentía además que le proporcionaba aventuras y, sobre todo, le hacía sentirse libre en todos los sentidos.

“Era el año 2017 y tenía un compañero que era cetrero, rememora, él me inició en este mundo, ya que me enseñó a controlar las aves, cómo manejarlas, entrenarlas, darles de comer, me instruyó el ABC de cómo tener y mantener un ave de cetrería y lo que significa poseer un ave de rapiña”.

“Al principio –dice– me incliné hacia la cetrería por necesidad, pero con el paso de los días me fui apasionando por el mundo de las aves rapaces, desarrollé la paciencia que se requiere para su manejo y surgió en mí una pasión intensa por ellas. Se convirtieron en mis amigas y mi fuente de trabajo. El contacto con el mundo de las rapaces fue circunstancial”.

¿Qué características –edad, fenotipo, etcétera– debe tener un ave para que sea escogida por usted para entrenarla y qué trabajo debe desempeñar luego de su entrenamiento?

Eso depende. Yo me muevo en dos círculos: en el mundo de la cetrería y en el del deporte”.

Las características que debe tener el ave que yo busco y que pertenece al círculo de la cetrería de deporte, por ejemplo, un gavilán cola roja –en Colombia les llaman gavilán pollero– se busca una hembra porque es más grande que los machos, que sea joven, que esté en el primer año de vida, y que pueda ser entrenada por mí.

Uno por ley y por ética no atrapa un ave que ya tenga experiencia y años de vida en su hábitat natural. Usualmente capturamos, entrenamos y después dejamos ir a las aves jóvenes. Esas son las aves que necesitan ayuda del cetrero para aprender a cazar liebres, animales más grandes y que no tengan que cazar ratones o pájaros pequeños. Es decir, si caza una liebre el ave puede alimentarse por casi una semana.

Algo importante de entender es que estas aves que tomamos de la selva para entrenarlas para el deporte luego las soltamos; esas aves tienen un periodo de vida muy corto, pues según las estadísticas, tienen un índice de mortalidad muy alto. Es decir, en el primer año de vida, nueve de 10 gavilanes cola roja mueren antes de llegar a su segundo año de vida porque no hay comida suficiente o no se atreven a cazar liebres, o caza la más grande, que les dé oportunidad de sobrevivir. Por eso los cetreros le enseñamos y nos beneficiamos de ellas, pero luego les devolvemos su libertad y regresan a su hábitat más equipadas para la supervivencia.

Otro de los círculos es el del trabajo que me da el dinero para subsistir. Consiste en llevar estas aves a lugares en los que hay proliferación de gaviotas, cuervos o cualquier ave que interfiera con la cotidianidad de un lugar, bien sea porque se comen las cosechas de los agricultores, se cagan en las edificaciones en zonas de hoteles o merodean en los aeropuertos con evidente peligro para el despegue o aterrizaje de los aviones.

Entonces ahí entro yo con las aves que tengo y establezco con ellas un dominio sobre ese espacio y ahuyentamos a las aves intrusas. Este método es más efectivo que tratar de matar a las invasoras o lanzarles pólvora o caminar por entre los cultivos haciendo ruido para espantarlas. Usar las aves de rapiña es más efectivo y más fácil que todos esos otros procesos, además es más ecológico.

No he mencionado que también hay una idea que es más nueva y es el trabajo con aves que han estado en peligro de extinción. Son los halcones peregrinos, y esa es mi especialidad en estos momentos. Yo me encargo de rehabilitar algunos halcones peregrinos del área de California.

Le pregunto por el proceso y me dice: “Ellos llegan a algún hospital con huesos quebrados o alas rotas, por estrellamiento contra edificios o vehículos, ya que todo lo que los humanos ponen en las ciudades pueden dañar a estas aves. Luego de que el animal se recupera me llaman a mí y yo hago la rehabilitación que consiste en enseñarle a volar de nuevo, cazar, despedazar, hasta que pueda volver a las montañas”.

¿Cómo es el proceso de captura o compra y adiestramiento de un ave para que atienda a los propositivos de usted como propietario o entrenador? ¿Sirven por igual machos que hembras?

Cuando uno obtiene la licencia con el Estado de California, se va al campo y busca hasta encontrar un ave que cumpla con los requisitos para entrenarla legalmente. Es decir, un halcón cola roja, por ejemplo, de un año con plumas juveniles, hembra o macho, pero uno prefiere la hembra porque es más grande y más fuerte. Y la entrena para cetrería deportiva.

Pero hay que entender que la cetrería es: deporte, trabajo y rehabilitación; es un ecosistema en el que se tiene que trabajar, tener tiempo para el deporte y también sacar espacio para rehabilitar especies que requieren ayuda, específicamente de los cetreros.

¿Hay normas o leyes para el uso de estas aves o por lo contrario tienen códigos personales los cetreros que trabajan con estas rapaces? 

Cierto, hay leyes estatales y federales que uno debe cumplir. Cada año uno paga una cantidad de dinero para renovar la licencia como cetrero y poder tener las aves.

Cuando uno aplica para la licencia y luego de cumplir con todos los exámenes, debe tener un profesor que lo prepara durante dos años. Luego viene un agente de la policía estatal y ellos te inspeccionan la casa y el lugar en el que va a tener sus aves que debe cumplir con algunos requisitos como que el ave esté tranquila, protegida del sol y de la lluvia, buena alimentación etcétera.

Respecto a los códigos particulares, cada cetrero tiene su propio código, según su enfoque: unos creen que lo más importante es el deporte, otros consideran que lo es el trabajo, otros piensan que lo más importante es la rehabilitación y el trabajo ecológico. Yo creo en el trabajo ecológico, pero trabajo en todos los frentes.

¿Cuántas aves pueden poseer un halconero y cuáles son los cuidados que se les debe prodigar?

Durante el tiempo de aprendizaje, que es de dos años, se puede tener un ave. Luego uno puede comprar o atrapar hasta cinco aves que es lo que permite la licencia como cetrero.

Cuando se llega al octavo año de poseer licencia le hacen a uno una evaluación a ver si es elegible para recibir el título de maestro. Cuando se recibe el título de cetrero maestro, uno puede tener cuantas aves quiera; es decir, si se tiene el espacio y el dinero se pueden tener las aves que se quiera pagando todos los cánones que exigen. El precio promedio de un ave de cetrería fluctúa entre los 800 dólares hasta 350.

¿Cuántos años debe estar un ave en poder de su propietario trabajando, tienen un tiempo para volver a ser liberadas y a su regreso a la vida salvaje no pierden las habilidades que les permita sobrevivir por sí solas?

Las aves que usamos para el trabajo no son aves salvajes. Son animales que fueron criados específicamente para vivir en cautiverio con el entrenamiento de un cetrero de por vida. Cuando un cetrero compra un ave la puede usar para el trabajo pero no la puede dejar en libertad, ya que tiene una total dependencia de los humanos o de su dueño para sobrevivir.

Las aves que se usan para el deporte –que son diferentes a las de trabajo–, esas aves se pueden dejar en libertad, ya que se han formado en la cacería y son unas poderosas cazadoras, lo que les permite la supervivencia por sí solas.

¿Se vuelve a encontrar con las aves que suelta y percibe que es reconocido por ellas o una vez liberadas no vuelve a tener ningún tipo de contacto con ellas?

Normalmente uno no vuelve a tener contacto con sus aves. Pero yo conozco a un muchacho que soltó un cola roja como a 10 millas de su casa. Y como por tres días, luego de haberlo liberado, él le dejaba comida cada mañana; es decir que le enseñó al ave que si se mantenía en el área donde él vivía, podía proporciónale alimentación.

Efectivamente, el animal venía todos los días a buscar la comida y se volvía a la montaña. Estaba en libertad, pero se sentía aún protegida por quien fue su cetrero. No era sumisa a su antiguo dueño, pero aceptaba lo que él le ofrecía.

¿Ponen nombres a las aves que usan y en que se basan para bautizarlas? ¿Cuál es la relación con ellas, se crean lazos de afecto?

No hay lazos de afecto. El cetrero es humano y ama a sus aves. Yo amo las que tengo. Gozo hasta cierto punto de apego y conexión con ellas, pero sé que son frágiles, y entiendo que muchas veces empezaron esta vida con desventaja. Entiendo que no siempre van a sobrevivir.

¿Qué cualidades debe tener una persona que quiera dedicarse a la cetrería?

Paciencia y tiempo, y algo de dinero.

¿Cómo define a los cetreros?

Acá, la mayoría son muy creídos, se siente como perteneciente a una confraternidad un poco rara. Son muy de élite, pero muy incluyentes con quien quiera aprender. Creen que tienen derechos particulares. Cuando van a un evento los jóvenes nunca cazan con los viejos porque no quieren interferencias, pues son maestros.

¿La cetrería es una profesión o un pasatiempo?

Es las dos cosas. Para una persona jubilada puede ser un gran pasatiempo. Yo conozco a viejos ahora casi ciegos y todavía volando aves a 1500 pies de altura. Porque hoy la cetrería permite que ese cetrero añoso pueda ver en su celular la posición del ave en tiempo real y saber dónde está, a qué altura, temperatura etcétera. No hay límites para hacer cetrería. Yo conozco un cetrero que tiene 102 años.

Como recomendación final, les digo que no usen veneno para las ratas, esto está acabando con las aves de rapiña. Cuando se usa veneno, como es un anticoagulante, afecta de una u otra manera a las aves que las comen.

Uno creería que la práctica de la cetrería, uno de los métodos de caza más antiguos, era solo un referente histórico, pero no, aún hay muchos lugares del planeta en donde se practica. En 2010, la cetrería fue declarada patrimonio cultural inmaterial de la humanidad, por considerarse uno de los métodos de caza más antiguo, no contaminante y respetuoso con el ambiente.

Este artículo fue originalmente publicado en Las 2 Orillas.

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