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BIENES RAICES: Asegure su capital

Máximas y mínimas: te iba a enviar dinero

En toda ocasión en que la economía mundial sufre una sacudida, la reacción de los inversionistas es casi predecible. Luego del pánico viene el análisis y posteriormente la selección de nuevas inversiones que puedan significar ganancias y un posible seguro contra el fenómeno inflacionario.

Cuando se hable de inflación de la economía, debe tenerse siempre presente que el dinero, en sí, tiene sólo dos funciones: valor de uso y valor de cambio.

Al presentarse una tendencia inflacionaria en el mercado, el dinero, al ser usado como elemento de cambio, sufre una metamorfosis: su valor nominal cambia por su valor real, que no es otro que el de su poder adquisitivo en ese determinado momento.

Prácticamente, el dinero pierde valor a diario. Ajustes al incremento del costo de la vida son vistos todos los años. Las entradas de capital que permitían a muchos vivir con holgura en el pasado, ya apenas son lo suficiente para vivir con decoro.

En toda inversión hay que tomar en consideración el valor real que tendrá en el futuro el dinero que representa la ganancia. Tampoco debe ignorarse que toda ganancia de capital está sujeta a impuestos y que el valor nominal del dinero difícilmente cambiará.

Como ilustración considere una inversión que gane un cinco por ciento (5%) anual de interés. El ajuste, por el incremento del costo de la vida, se calcula en un tres por ciento (3%) todos los años, añada a esta fórmula el impuesto que debe pagar por la ganancia obtenida en su inversión, y asómbrese al ver los resultados. Probablemente su inversión de resultados negativos.

Las inversiones en bienes inmuebles, por su parte, pueden considerarse como un seguro contra la inflación.

Aquel que invierte en bienes inmuebles puede esperar, con una buena administración, entre un ocho y un diez por ciento de retorno efectivo en la inversión. El valor de una propiedad raíz aumenta, en condiciones normales de mercado, al mismo ritmo y aún más aprisa que el costo de la vida, asegurando el capital invertido. Aparte de ello, si ha sido empleado el recurso del financiamiento en la compra, la amortización del capital financiado se produce con cada pago satisfecho y como si todo esto fuese poco, existe el recurso de la depreciación de valor del inmueble que resulta un magnífico refugio a la hora de rendir la declaración de impuestos.

Muchos inversionistas eligen las propiedades inmobiliarias para invertir todo cuanto no es de inmediata necesidad en sus carteras, a fin de mantener un nivel económico que no dependa de las fluctuaciones monetarias, mientras especulan en otros renglones de más riesgo. Otros, simplemente, hacen todas sus inversiones en bienes raíces porque consideran que están más seguras y brindan mejores resultados. Consulte con su contador y su asesor de impuestos, al respecto.

Autor

  • J.A. Tony Ruano

    Economista. Especializado en mercadeo y finanzas de propiedades inmobiliarias. Desde 1995 su columna “Bienes raíces”, ha sido publicada semanalmente, por los principales periódicos en idioma español en Norteamérica. Tony es autor del libro “Bienes raíces. Manual práctico de compra, venta y administración”

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