El tema preocupa a todos: ¿se está acabando el agua en California? Y qué se puede hacer al respecto? Para responder algunas de estas preguntas, se realizó hace pocos días un conferencia y foro titulada «Foro del Agua: Datos vs. Ficción». (Water forum: Facts vs. Fictions»), en el Colegio Comunitario de Fresno, organizado por The Water Cosortium.
Al final del día, se realizó un debate sobre la iniciativa que los votantes de California decidirán en noviembre de este año, llamada «Water bond proposition 2010», entre el asambleísta Juan Arambula (independiente distrito 31) y Bárbara Barrigán-Parrilla, de la organización Restore the
Delta. Esta iniciativa consiste en la emisión de bonos públicos por 11.500 millones de dólares para pagar por la construcción de canales, almacenamiento y diques para controlar las reservas de agua y poder transportarla principalmente del norte al sur del estado.
«La infraestructura acuífera del estado se construyó hace varias décadas, cuando la población era de 16 millones de personas, hoy somos 37 millones», dijo Juan Arámbula, quien argumentó a favor de la proposition 2010. «Tenemos que conservar y administrar mejor el agua». Para Barrigán-Parrilla, uno de los puntos más cuestionables de la iniciativa es el costo. «Ahora el costo estimado es de 11.500 millones de dólares, pero cuando se suman los intereses terminaremos pagando más de 20.000 millones».
Además, indicó que apenas el uno por ciento de las comunidades pobres se beneficiarian de las obras propuestas. El problema radica, explicó Arámbula, en que dos terceras parte del agua
proviene del norte del estado y dos terceras partes de la población vive en el sur de California. Por esta razón, los canales de transporte de agua son tan necesarios. También, parte del agua se destina a la agricultura del Valle Central y hasta el sediento desierto de Mojave está pidiendo cada vez más agua a medida que avanza la urbanización y la agricultura local.
Gran parte del agua que viaja hacia el sur tiene su punto de origen en el Delta ‹confluencia de los ríos San Joaquín y Sacramento que llega al Pacífico, en el área de la ciudad de Stockton‹, donde poderosas bobas mandan el agua hacia el sur por medio de canales. Parte de esta agua se usa para la agricultura.
«El sistema del Delta está a punto de colapsar y las inundaciones son un peligro real», dijo Arámbula en su apoyo a la construcción de nueva infraestructura. «Conservar agua es crucial, con el cambio climático, es posible que la nieve de la Sierra Nevada se derrita más rápidamente y no tenemos capacidad de almacenarla».
Para quienes se oponen a la proposición 2010, la prioridad es recuperar fuentes naturales de agua, como el Lago Tulare, ya que, asegura Barrigán-Parrilla, sería más barato y eficiente que construir nuevas reservas en la región. «También, nos preocupa la posibilidad de inversiones privadas en estos proyectos porque no sabemos quién puede terminar controlando el agua».
La conferencia incluyó varios talleres informativos sobre temas como «Adónde va el agua», «¿Es seguro beber agua?», «Agua y empleos», «Agua y planificación de su uso», «Conservación del agua», y más.