En el marco de su labor con periodistas de medios étnicos, la organización Ethnic Media Services (EMS) presentó un panel de especialistas para tratar sobre el tema de los ataques a pasajeros en medios de transporte público.
Sandy Close, la directora ejecutiva de EMS enfatizó que “en los últimos dos años, el temor del público de usar el transporte público se incrementó dramáticamente. Las historias sobre ataques fatales y a veces al azar llegaron a los titulares. Mujeres, ancianos, personas de color, personas discapacitadas y miembros de la comunidad LGBTQ son desproporcionadamente blanco de estos ataques y no encuentran comprensión y recursos cuando denuncian los ataques.
David Min
El senador estatal Dave Min representa en Sacramento al distrito 37th, que se centra en la ciudad de Irvine e incluye partes del condado de Orange. Min ha propuesto la moción de ley SB 434 que aún está siendo debatida en la Legislatura.
“Esta moción de ley es necesaria”, dijo Min. “Tenemos en nuestro estado muchísimas personas mayores y mujeres que son muy vulnerables. Numerosos lugares públicos, especialmente los que están bajo la jurisdicción del gobierno, no son seguros para la población».
SB 434 requerirá que las 10 empresas de transporte público más grandes del estado recopilarán datos de los pasajeros sobre el problema del acoso en sus medios.
“Originalmente. la ley iba a incluir ya la formulación de soluciones”, dijo Min, “pero tuvimos que estrechar su alcance. Se autorizará al Mineta Transportation Institute que es una respetable institución no partidaria desarrollar una encuesta para el uso de las compañías”.
Es que “no sabemos lo suficiente sobre los asaltos y abusos. Lo sabemos anecdóticamente. Pero anécdotas no son datos y necesitamos datos. Les daremos una voz a los usuarios del transporte”.
“Vamos a saber, primero, qué sucedió, cómo y dónde, y usaremos esos datos para desarrollar soluciones. Ni siquiera sabemos cuán serio es el problema”.
“Un problema grave es la caída en el número de pasajeros a raíz de que la gente no se siente segura. Esta ley puede revertir esta situación”.
“El costo es muy pequeño”, relató el senador estatal. “Les pido (a los periodistas) que apoyen la ley en su reporte para presionar a aquellos de mis colegas que no están entusiasmados con el tema”.
En la actualidad no existe la recopilación de datos. En los últimos años, las agencias de transporte como BART en San Francisco y LA Metro en el condado de Los Ángeles comenzaron a clasificar y juntar la información sobre incidentes de abuso. Pero no han hecho un análisis como el que se necesita. Por eso, no sabremos cuáles son las soluciones hasta que no tengamos más información”.
LA Metro y Bart son pioneros en hacerle frente al problema del acoso y también en el hecho que están emplazando en los trenes y otros lugares personal de vigilancia no policial. Ese es un posible modelo de lo que quisiéramos hacer.
A veces los incidentes ocurren en el camino al tren o en la misma estación donde esperan y no en los vehículos».
«En algún momento sabremos el costo real de la propuesta de ley. En principio se trata de que las empresas transportistas de manera periódica interroguen a sus pasajeros sobre los problemas que éstos tienen.
Pero el retorno de la inversión en este caso es masivo. Las finanzas estatales y la fortaleza del transporte se fortalecerán si implementamos este proyecto”.
Janice Li
Li, Presidenta de la Junta de Tránsito Rápido del Área de la Bahía (BART), dijo que representa en esta institución el oeste de San Francisco. Ha sido elegida directora por los votantes y entre sus colegas para dirigir la junta. También lidera una organización comunitaria que lucha contra el odio y la violencia anti asiática.
“Por la pandemia y otros motivos hemos reducido de manera significativa la cantidad de viajes diarios en BART.
Antes de la pandemia teníamos 430,000 viajes en cada día de semana, unos 100 millones por año. Pero ahora solo transportamos al 40% de la cantidad de pasajeros de antes de la pandemia.
Dos de cada tres conductores no son blancos. La tercera parte vienen de hogares de bajos ingresos. Y el 44% no tienen automóvil y dependen del mismo BART.
Mis prioridades son la seguridad y la situación financiera. En eso debemos enfocarnos.
BART enfrenta un peligro existencial. El 70% de nuestro presupuesto operativo, de alrededor de 1,000 millones de dólares por año, proviene de las tarifas. Cuando baja a un 40% no vamos a sobrevivir si es que no encontramos otras fuentes de ingresos”.
En su sitio de internet, BART detalla aún más el peligro: “BART actualmente está utilizando fondos federales de emergencia para operar el servicio y equilibrar nuestro presupuesto operativo. Se prevé que esos fondos de ayuda se agoten en 2025. Si no se obtienen nuevos fondos, BART se enfrenta a recortes devastadores que tendrán un impacto grave en la calidad de vida en el Área de la Bahía”.
Agregó Li que “en los últimos cuatro años hemos creado varios programas enfocados exclusivamente en la seguridad de los pasajeros, así como en los desamparados y otros grupos.
El personal de seguridad es parte de nuestros empleados. Son entrenados para esta tarea, en todas las líneas. Se comunican con la policía del BART. Tenemos guardias en los ascensores durante las horas de operación.
Atendemos a personas mayores, a madres con carritos. En los baños siempre hay personal de seguridad. También en las plataformas de los trenes hay personal de seguridad ayudando a los pasajeros y suministrándoles mascarillas para el viaje”.
Tenemos ahora un nuevo equipo de intervención, compuesto por trabajadores sociales, capaces de atender a personas con problemas de comportamiento que podrían estar bajo la influencia de drogas o que sean homeless.
De lo que se trata es de prestar ayuda a nuestros agentes de policía”.
Ahora bien, dijo Li llamando a la cautela, “Tenemos solo 7.4 crímenes por cada millón de viajes. Los más serios se originan fuera del sistema. Los muy raros dos casos de homicidio del año pasado se generaron en las calles adyacentes, y las víctimas huyeron a los trenes.
Los casos de abuso son casi todos verbales. No son actividades criminales. No son situaciones de emergencia que ameriten la intervención de la policía. Pero su proliferación hace que mucha gente no utilice el transporte público. La participación de personas de seguridad uniformadas que pueden intervenir, acrecienta la confianza y la seguridad.
Por último, “las empresas de transporte público no van a solucionar el problema del desamparo, de la gente sin hogar, aunque podemos ser parte de la solución, y podemos hacer más”.
Esther Lee
Esta activista, residente de Nueva York hace 20 años, nativa de EE.UU. y de 46 años. relató cómo fue atacada en el Metro de Nueva York en 2001, y proyectó un video del abuso agresivo que sufrió.
Fue atacada verbalmente y amenazada por un afroamericano en el metro por su etnia asiática. La insultó, haciendo gestos obscenos y amenazándola. La llamó “portadora” del coronavirus. Hizo así eco de la patraña de que la enfermedad surgió en China y la trajeron aquí residentes estadounidenses.
Su denuncia tuvo poco eco. Pasaron muchos meses en los que los investigadores negaron la característica de crimen de odio al ataque, incluyendo la acusación de que ella lo provocó. Hasta que Lee habló con la prensa y lo hizo público. Inmediatamente después de la transmisión por el canal de ABC se comunicó con ella el alcalde y revirtió la decisión de no considerar el hecho como un crimen de odio.
“Cada ataque contra una mujer asiática es un ataque contra la comunidad AAPI (de Asiáticos americanos e isleños del Pacífico)” dijo Lee.