Oscurantismo o Ilustración
La era de la Ilustración, que nació a mediados del siglo XVIII, fue un combate a la ignorancia, la superstición y la tiranía aunque, como toda revolución, solo se expandió en la burguesía, a través de nuevos medios de publicación y difusión para aristócratas, recordemos que allí surgieron las nociones de libertad, progreso y gobierno basado en la separación de la iglesia y el estado.
El siglo XXI trajo una nueva “Ilustración”, donde las redes sociales democratizaron la participación y la conexión, suponiendo que el conocimiento e información generalizados, protegerían a la humanidad de la radicalización y la ideología extrema.
Pero en realidad la comunicación globalizada no conduce automáticamente a la verdad y la razón, porque las estructuras de autoaprendizaje impulsadas por algoritmos están desarrollando sus propias dinámicas, que son motivo de cierta preocupación.
Las redes sociales se han convertido cada vez más en herramientas para manipulación, control y propagación de conspiraciones y discursos de odio, que se basan más en el narcisismo, compartiendo imágenes y selfies en lugar de teorías. Los “influencers” no son un medio de discusión de ideas relevantes, como lo fue la Ilustración, que marco la transición de la Edad Oscura a la Era de la Razón.
Razón o Algoritmos
Voltaire creía que, “La razón y el conocimiento científico debían sustituir a la arbitrariedad y la superstición”, Hegel sostenía que “la soberanía de las leyes del entendimiento llegaba a la razón” y Kant expresaba que “la razón es suficiente en sí y por sí misma”,
Los grandes pensadores de siglos pasados nunca imaginaron que en el siglo XXI existiría este principio de Ilustración o Razón llamado Redes Sociales, donde la confianza y la libertad es administrada por algoritmos, donde la relación es virtual y no personal, donde la información puede falsearse, donde la moral, la ética y reputación no existen.
Nietzsche y las redes sociales
Nietzsche anuncia “la muerte de Dios”. El Nihilismo sitúa el momento donde “los valores más altos se devalúan”. Heidegger, Sartre y los demás existencialistas son impensables sin Nietzsche, al igual que muchos otros escritores y filósofos modernos que fueron así influenciados. Incluso Freud sostiene que el psicoanálisis deriva de estas ideas, por esto no es casual que Nietzsche pusiera el anuncio de la muerte de Dios en boca de un loco.
Cuando Zaratustra pregunta ¿qué sucede cuando los valores más altos se devalúan? ¿Quién o qué ocupará el lugar de Dios?, ¿Qué insondables comodidades se inventará el hombre para sí mismo en ausencia de fe?, nunca supuso que la respuesta a estas preguntas fuera “las redes sociales”, donde la ausencia total de hechos morales marca nuestra época, donde se materializa uno de los mayores temores de Nietzsche: la mediocridad.
“Übermensch” (Superhombre)
Nietzsche desarrollo la idea de el “Übermensch” (Superhombre), una criatura con la fuerza interior para crear sus propios valores, para liberarse de la moral tradicional, que buscara romper con su vida de comodidades y desarrollara nuevos objetivos.
En 1883 Zaratustra preguntaba ¿que es el amor?, ¿qué es la creación? y ¿qué es el anhelo? En el siglo XXI la multitud responde: el amor es Tinder, la creación es YouTube y el anhelo es TikTok.