De todas las etapas de la Historia de México, para mí ninguna es más apasionante que la Revolución. La mejor descripción de lo que ocurrió en mi país durante la segunda década del siglo XX, es sin duda la que hizo John Womack en su ensayo sobre el general revolucionario Emiliano Zapata:
“Éste es un libro acerca de unos campesinos que no que querían cambiar y que, por eso mismo, hicieron una revolución».
El General Zapata (mi General Zapata, si ustedes me lo permiten) es tal vez el personaje más conocido de la justa revolucionaria, y lo es debido a que representa la idea de la tierra que se trabaja de manera comunitaria y cuyo fruto se distribuye entre quienes la trabajaron. Esta figura cristaliza el ideal que motivó la lucha revolucionaria en mi país: la justicia social que por ende traería la paz social.
Este 20 de noviembre se cumplen 100 años del inicio de la Revolución Mexicana pero, todos lo sabemos, los mexicanos no estamos para fiestas. En pleno centenario-bicentenario, mi país se cae a pedazos. Los muertos ya no se cuentan uno-dos-tres-cuatro, sino por decenas. En la mayoría de los diarios, incluido aquel para el que trabajo, a veces el espacio obliga a sumarlos todos en una sola nota: tres en Acapulco, 14 en Juárez, ocho en Tamaulipas, un descabezado por allá. Los jóvenes representan al mayor número de víctimas, niños pequeños reciben una bala perdida o deliberadamente dirigida a ellos, y el Ejército que originalmente fue creado para defendernos del enemigo, patrulla nuestras calles e inicia balaceras en que perforan las fachadas de nuestras casas, nuestras vidas y nuestras conciencias.
!Pobre nación mexicana!
qué mala ha sido tu suerte;
tus hijos todavía quieren
más en la desgracia verte.
Mira a mi Patria querida
nomás cómo va quedando;
que esos hombres más valientes,
todos los van traicionando.
¿Dónde está el jefe Zapata?
que esa espada ya no brilla;
¿dónde está el bravo del Norte,
que era don Francisco Villa?
Corrido a la Revolución
A 100 años del inicio de la historia de los campesinos que no querían cambiar y por ello se fueron a “la bola”, como se le llamaba al grupo de revolucionarios dispuestos a dar la vida por el ideal, yo creo que más que celebrar, nuestra tarea es reflexionar sobre dónde quedó esa “bola” y aquello por lo que esos hombres y mujeres lucharon por una década. Y por esta razón, en esta ocasión me permití utilizar este espacio para invitar a quienes viven en Los Ángeles a participar en el único evento en esta ciudad que, en la coyuntura del centenario de la Revolución, ofrecerá una oportunidad de reflexión y análisis sobre la situación actual en México.
A continuación comparto con ustedes la información del Foro “¿Mexicanos al grito de guerra?”. Si alguno de ustedes puede asistir, los invito a que a partir del domingo podamos regresar a Si Muero Lejos de Ti a compartir ideas y reflexiones. Para mí, esa será la mejor manera de honrar a esos campesinos que se fueron a “la bola”, que dieron la vida en busca de la justicia social.
Foro “¿MEXICANOS AL GRITO DE GUERRA?”
Un estudiante de Psicología de Ciudad Juárez, un Maestro Universitario y un ex legislador de Chihuahua, México –en donde más de 7 mil personas han sido asesinadas en los últimos tres años–darán sus testimonios de la guerra contra el narco y hablarán sobre el inicio de un movimiento nacional a favor de la desmilitarización.
El Foro pretende realizar un diálogo y una reflexión binacional con la comunidad mexicana en el marco del Centenario de la Revolución de México, este sábado 20 de noviembre a las 3:30 pm en el salón de eventos de la Iglesia de la Placita Olvera, Centro Histórico de Los Ángeles, California.
Informes: Martha Ugarte, (818)398-2578.
