“The Vampyre” con el personaje de Lord Ruthven, el primer vampiro aristocrático, escrita por el Dr. John Polidori, fue publicada en 1818.
Las historias de vampiros son muy antiguas, anteriores a la religión cristiana. Pero esos relatos eran más cercanos a los de zombis que al vampiro aristocrático de hoy.
La primera historia del vampiro “moderno” surgió en 1816, con “El Moderno Prometheus”, luego conocido como “Frankenstein” de la pluma magistral de Mary Shelley.
Lord Byron, ese día, ideó una historia de vampiros que nunca terminó correctamente, al que simplemente se hace referencia hoy como “El Fragmento”.
Luego, el Dr. John Williams Polidori la recreó para convertirla en “The Vampyre”, publicada en 1818. Su protagonista era Lord Ruthven, en alusión a Lord Byron, un vampiro narcisista e insensible que colecciona amantes de la alta sociedad y los descarta, “rompiendo su corazón” y drenándoles la vida.
El éxito fue rápido y total. El Dr. Polidori había tomado las leyendas folclóricas de vampiros, para fusionarlas con la idea de un noble sofisticado y afable. Un personaje que puede encajar en la sociedad y pasar por humano, atacando a las víctimas mientras vive entre ellas.
“The Vampyre” dio lugar a innumerables obras teatrales, óperas, etc. En última instancia, influenció directamente en la historia “Drácula” que Bram Stoker público en 1897.
Aunque el Conde de Transilvania es hoy mucho más “famoso” , el concepto de “The Vampyre” de Polidori es superior a Drácula. En la novela de Stoker, el conde es un aristócrata repugnante, cadavérico y solitario, al que el pueblo teme. En cambio Lord Ruthven es culto, atractivo, simpático y narcisista. Se mezcla entre los aristocráticos del momento. Incluso el personaje de Polidori fue tomado como una sátira a la alta sociedad.
El Conde Drácula se convirtió en una obra de teatro en la década de 1920. Los productores decidieron mezclar a Lord Ruthven con Drácula. Conservaron el nombre de la novela de Stoker con el personaje de Polidori. Al mismo tiempo, seleccionaron actores y actrices que atrajeran y enamoraran al público.
En 1931, Universal Studios volvió todo a su cauce. Bela Lugosi se puso los colmillos y se convirtió en el Drácula por excelencia, intrigante y repulsivo.
Actualmente existen infinidad de historias sobre vampiros aristocráticos, románticos, enamorados. Por sobre todo, tratan de reafirmar aquel estereotipo que creó el Dr. Polidori para “vengarse” de su amigo y amante Lord Byron.