La tarde del 30 de julio de 1975 en El Salvador se tiñó de sangre producto de una brutal represión contra estudiantes universitarios que protestaban contra el allanamiento por fuerzas de seguridad y el ejército, días antes, al Centro Universitario de Occidente con motivo de un desfile bufo celebrado por los estudiantes al calor de las fiestas julias patronales.
Sin embargo había un trasfondo muy de peso para no permitir una manifestación de estudiantes universitarios durante esa fecha. Recién, el 19 de julio había sido transmitido por todo el mundo el concurso Miss Universo que se celebró en El Salvador, y los ojos de la opinión pública internacional aún estaban puestos en nuestro país. Uno de los puntos especiales de la protesta estudiantil se centraba en los onerosos costes de la celebración de dicho concurso, la precaria situación económica del país y la falacia que según los contestarios, representaba el slogán.
Y es que el concurso Miss Universo tenía como lema promover la imagen turística del país bajo una genial frase de mercadotecnia que el entonces presidente del Instituto Salvadoreño de Turismo (ISTU), Roberto Poma, había acuñado, “El Salvador, el país de la sonrisa”.
Poma sería asesinado en febrero del año siguiente por el Ejército Revolucionario del Pueblo (ERP), aún y cuando habían cobrado un millonario rescate y liberado de las cárceles clandestinas a dos de sus militantes.
A la par del lema del ISTU aparecía una niña con rasgos indígenas simbolizando la patria. Se trataba, por primera vez desde 1932, del fomento público de nuestro pasado indígena, luego de décadas de marginación y negación de un pasado ancestral que había tenido un desenlace sangriento con miles de asesinados en enero de 1932. No hay que olvidar que se estaba en vísperas del intento reformista del gobierno del coronel Molina para propulsar una Reforma Agraria, que beneficiaría a los grandes sectores olvidados del campo.
Tanto Roberto Poma como otro desventurado industrial, Ernesto Regalado Dueñas, eran los representantes del sector más progresista y reformista de la rancia oligarquía salvadoreña.
Curiosamente, ambos fueron ejecutados por el grupo que presumía ser el más revolucionario del país, el ERP.
Según datos de la Universidad de El Salvador, esa fatídica tarde fueron asesinados decenas de estudiantes universitarios. El Consejo Superior Universitario, a propuesta del Rector, Róger Armando Arias, este año, ha decidido otorgar honoris causa post mortem, los respectivos títulos universitarios a los familiares de esos mártires que no pudieron graduarse.
Un reconocimiento a la gesta y el sacrificio de esa generación de estudiantes universitarios que fue víctima de la represión brutal de los gobiernos militares en el pasado.
Ese 30 de julio fue un parteaguas en el movimiento popular, ya que el 6 de agosto de dicho año, en las tomadas instalaciones de la Cátedral Metropolitana, se fundó el Bloque Popular Revolucionario (BPR), una de las organizaciones insignias que darían impulso a la guerra civil que azotó el país entre 1980-92.
Como paradoja es significativo que la ganadora del concurso fuese Anne Marie Pohtamo de Finlandia. Una computadora de la Universidad de El Salvador había procesado los datos de todas las candidatas.
Según la computadora, la ganadora sería Miss Bolivia, Jacqueline Gamarra, quien quedó finalista en ese macabro país de la sonrisa.