Se nos ocurre que si la humanidad ha evolucionado desde la esclavitud y el feudalismo al Capitalismo y éste aparece en el Siglo XVIII con la Revolución Industrial que comenzó en Inglaterra y se regó por Europa luego de la Revolución Francesa, seguida por la voluntad de las bayonetas y el Código Civil de Napoleón, entonces, podemos decir que el Capitalismo existe hace aproximadamente tres siglos y debe tener algunas virtudes.
Virtudes del capitalismo
Por ejemplo, el florecimiento de los Derechos Civiles en el campo político, la expansión de la producción de bienes y servicios, el incremento de las invenciones debido al estímulo a la creatividad basada en el progreso del conocimiento humano y la emergencia de un mejor ambiente para la libertad individual por aporte del Estado Liberal.
También debemos apuntar los problemas sociales que llegaron con él: la explotación del trabajo de las personas con jornadas 12 y 14 horas, el trabajo de niños en las minas de carbón, salarios miserables, inadecuadas condiciones de trabajo, pobreza extrema, la continuación del analfabetismo preexistente, represión de cualquier protesta social, pero, en la otra mano, la solución propuesta por el socialismo que emergió de las ideas de Marx y Engels y llevado a la práctica por Vladimir Lenin en 1918 con la Revolución Rusa que prometió el cielo en la tierra para la clase trabajadora, sólo duro 80 años en la más larga permanencia en el poder del Socialismo.
Ello no quiere decir que las teorías socialistas no funcionan. Fracciones de ellas han sido aplicadas por sindicatos y partidos social demócratas y, hoy en día, las duras condiciones del temprano capitalismo han mejorado pero, de nuevo, otras dificultades traídas por el capitalismo están poniendo presión sobre los derechos de los trabajadores y la clase media, sobre todo por el acceso a la educación la cultura y la tecnología.
Una de las leyes del Método Dialéctico Marxista es que todo cambia y nada permanece estático. Vamos a aprovechar esta regla de la dialéctica para apartarnos del clásico paradigma económico del Marxismo y comenzar nuestra especulación. Nos enfocaremos en la descripción ontológica de dos capacidades del ser humano.
Personalidad individualista o gregaria
Para decirlo brevemente, el ser humano tiene las inmanentes tendencias para actuar por sí y para sí, y para actuar por otros y para otros. Sus acciones son individuales o solidarias. Siempre hay una mezcla de ambas con predominio de una u otra. Derivadas de estas inmanentes tendencias, la personalidad es individualista o gregaria. La virtud del individualismo es la creatividad y su desviación el egoísmo. La virtud del gregarismo es la solidaridad y su desviación el colectivismo a ciegas y la humildad acrítica.
Proponemos purgar al socialismo de su desviación que es el colectivismo a ciegas y mezclar la solidaridad con la virtud capitalista de la creatividad. Con este propósito, brevemente, presentaremos varias ideas:
La economía sólo puede desarrollarse en un ambiente de libre mercado y para prevenir los ciclos depresivos y de híper crecimiento con sus indeseables consecuencias sociales se necesita un agente interventor y ese agente es el estado.
Todos hemos escuchado hablar o leído sobre Keynes y otros y otros brillantes economistas. Ellos refieren como actúan los bancos centrales y otras entidades gubernamentales para modificar tendencias de la macro economía, colocaciones de deuda pública, creación y extensiones crediticias, manipulación de tarifas aduaneras, cambiar el perfil de la demanda y la oferta.
Libre mercado y creatividad
Para el propósito de este artículo no se necesita recurrir a más detalles sobre el tema, mas lo que deseamos subrayar es que la creatividad innata en todo ser humano, requiere del clima que proporciona el libre mercado para prosperar.
Así, la primera conclusión es que el Socialismo necesita el libre mercado para obtener los beneficios de la creatividad y que conducen a la ampliación del stock de inventos que llevan al progreso tecnológico de la infraestructura económica. Esto potencia la capacidad de impulsar la producción, la productividad y la mejor calidad de los bienes.
La contraparte de la propiedad individual de los medios de producción que florecen en condiciones de libre mercado es la propiedad colectiva.
El estado debe favorecer la posibilidad de que sindicatos, cooperativas u otra forma asociativa sirvan para que las personas se conviertan en empresarios con iniciativas para la manufactura de bienes y la prestación de servicios. Con este objeto deberán existir entidades públicas para asesorar, estudiar proyectos y complementar con créditos las inversiones originales realizadas por los asociados de la nueva compañía. La nueva sociedad ofrece la alternativa de ser empleador o empleado.
Después de todo, el tema base del socialismo es sobre la propiedad de los medios de producción, sólo que hasta el presente, todas las experiencias de socialismo real han rechazado la idea de convertir los trabajadores en propietarios y prefieren practicar el Capitalismo de Estado.
Añadamos otro rasgo. Como es bien conocido, en el sistema capitalista muchas manufactureras y empresas de servicios, también muchos bancos, no pueden mantener el ritmo del mercado. Comienzan a fallar y finalmente van a la quiebra. Entonces, en aplicación de la ley, ante un tribunal de justicia o una autoridad administrativa se sentencia o se acepta la quiebra de la compañía y debe ser ofrecida a sus empleados y obreros para que la asuman en propiedad y la gerencien, a estos fines la entidad pública pertinente dará asesoría y crédito.
Beneficio para todos
Como ejemplo, en los EEUU el número de empresas en estas condiciones por año es grueso, probablemente decenas de miles o más. En un libre ejercicio mental, imaginemos los efectos que tendría en el mercado de libre competencia el 50% que se reinserte con éxito.
Esta solución debería beneficiar a todos. Los gobiernos expanden sus ingresos fiscales y pueden entregar servicios públicos de primer orden, sostener una educación de Excelencia, dispensar salud desde hospitales triple A, tener mejores museos, teatros, bibliotecas, centros deportivos.
No es solamente que el estado tendrá más recursos monetarios sino también recibirá la cooperación de quienes son portadores de la inmanencia del gregarismo y pueden desarrollar una personalidad imbuida de solidaridad. Es la clásica virtud de médicos, enfermeras, maestros, profesores, directores de escuelas, decanos de universidades, monitores deportivos, promotores de artes y cultura.
El socialismo tiene que estar concernido con un robusto crecimiento económico y una justa distribución de la riqueza que comprende el subsidio directo, si es requerido. Debe dispensar justicia social y equitativas condiciones de existencia. El socialismo tiene que cobijar una economía sana y social con un mercado competitivo.
Más aun. El socialismo tiene que ser democrático, no hay manera de obligar a la gente a pensar de una única manera; debe expresarse políticamente en una sociedad abierta con libertad de derechos civiles y elecciones libres.
Requiere funcionar con un claro estado de derecho basado en principios constitucionales, leyes y reglamentos que establezcan derechos y deberes para la ciudadanía con un Poder Judicial fuerte e independiente.
Venezuela: ni revolución ni socialismo
Permítannos concluir diciendo que en mi país, Venezuela, no tenemos una Revolución y mucho menos una Revolución Socialista.
Lo que si tenemos es mucha demagogia izquierdizante, rampante corrupción, un desastre ecológico que torna nuestra Amazonía en un desierto con una afiebrada explotación de oro. Esta se encuentra en manos de pandillas criminales que asesina a los indígenas Pemones de la región, un régimen que emplea personal incapacitado para operar la industria petrolera y llevó la producción de 3 millones de B/D en 2010 a 650,000 B/D, que también arruinaron las empresas básicas de la región de Guayana.
Ambos fueron acelerados por el dispendio y los negocios ilícitos. Un régimen que ha celebrado elecciones fraudulentas desde 2016 en adelante; que mantiene 800 presos políticos civiles y militares, la censura a los medios independientes y una represión aterradora.
Lo que ha ocurrido en Venezuela después de 2013 ha causado más daño a la Revolución Socialista que los últimos cincuenta años de propaganda Imperialista.
Caracas, Nov. 26, 2019