Evo Morales, presidente de Bolivia desde 2006, anunció en la tarde de este domingo 10 de noviembre de 2019 su renuncia al cargo. La dimisión tuvo lugar después de presión en ese sentido que le fue ejercida por el comandante en jefe del ejército Williams Kaliman.
Golpe de estado
Morales habría abordado el avión presidencial con rumbo desconocido, mientras que distintas fuentes atribuían la presencia del líder de la oposición Luis Fernando Camacho en la casa de gobierno.
Trascendió que el gobierno de México ofreció asilo político a Evo Morales en su embajada, así como a miembros de su gabinete. Ello sucedió a raíz de informaciones sobre posibles atentados contra la vida de Morales.
También fue destituido el vicepresidente de Bolivia, Álvaro García Linera.
En varios lugares de Bolivia simpatizantes del derrocado presidente salían a la calle a protestar el golpe de estado.
Anteriormente, Morales habría denunciado el golpe de estado, tal como explica CNN:
El presidente de Bolivia, Evo Morales, dijo este sábado que estaba en marcha un golpe de Estado “contra un gobierno democráticamente electo” y convocó a un diálogo con los partidos que obtuvieron asambleístas en las recientes elecciones.
Agregó que:
«Quiero denunciar al pueblo boliviano y al mundo entero que está en marcha un golpe de Estado… un golpe de Estado contra un gobierno democráticamente electo con más del 60% en las últimas elecciones… Un golpe de Estado contra los movimientos sociales, trabajadores, contra profesionales patriotas, humildes indígenas… Un golpe por grupos violentos, por grupos antidemocráticos que no respetan la democracia, no respetan los resultados de las últimas elecciones nacionales ni la paz social.»
Hoy mismo, Morales habría convocado a nuevas elecciones presidenciales luego de semanas de protestas multitudinarias por las irregularidades electorales.
Desde la Argentina, el portal Noticias dijo que:
Desde Argentina, muchos dirigentes kirchneristas afines al gobierno de Evo Morales en Bolivia denunciaron que era un golpe de estado. La ex presidenta y actual vice electa, Cristina Kirchner tuiteó: «En Bolivia, manifestaciones violentas sin ningún tipo de limitación por parte de las fuerzas policiales, incendian viviendas y secuestran personas mientras las Fuerzas Armadas le ‘sugieren’ al presidente indígena y popular Evo Morales que renuncie».
Ya fuera del gobierno, Evo Morales envió el siguiente tuit a las 5:30 pm hora de Los Ángeles:
https://twitter.com/evoespueblo/status/1193702186024361985?s=20
Cronología de la crisis
La crisis se inició el 20 de octubre, cuando se dieron a conocer los resultados de las elecciones presidenciales en las cuales Morales aventajaba al candidato opositor Carlos Mesa (presidente 2003-2005) por 45.28% contra 38.16%. La ley boliviana contemplaba que si ningún candidato obtenía el 50% más uno de los votos ni tenía una ventaja de al menos 10 puntos porcentuales, se decretaba un balotaje y se celebrarían comicios entre los dos candidatos con más caudal de votos. Sin embargo, al día siguiente y con el 95% de los votos contados, el tribunal electoral corregía los números a 46.4% a Morales y 37.07% a Mesa, muy cerca del 10% de diferencia. Al día siguiente, la oposición dijo desconocer los resultados y convocó a un paro general por tiempo indeterminado.
Finalmente, el 25 de octubre se decretaron los resultados finales, en los que Evo Morales había ganado la presidencia con el 47.08% de apoyo frente a 36.51%.
A la protesta de la oposición se unieron la Unión Europea, la Organización de Estados Americanos, Estados Unidos y varios países latinoamericanos individualmente.
El 31 se inició una auditoría electoral por parte de la OEA, solicitada por el gobierno boliviano y rechazada por la oposición. Movilizaciones, protestas y manifestaciones se suceden en el interior del país contra el gobierno de Morales, exigiendo nuevas elecciones.
El 9 de noviembre, un día después del amotinamiento de tres unidades policiales con un saldo de varios muertos y heridos, Morales declara la convocatoria a nuevas elecciones. La oposición lo rechaza. Al día siguiente el jefe del ejército y el de la policía exigen y reciben la renuncia del presidente.