La ciudad de las estrellas abrazó a su nueva estrella. La ciudad sin reyes encontró a su rey. Dieciocho mil personas lo vieron en el Hollywood Bowl. Gustavo Dudamel, el niño prodigio de Barquisimeto, Venezuela, el director de orquesta más anunciado de la historia, irrumpió y nosotros nos movemos al ritmo de su batuta mágica. Incluso cuando no la mueve.
En el Hollywood Bowl estuvieron todos mis amigos y compañeros de trabajo en La Opinión, menos quien firma, porque aquel sábado editaba la portada. Pero me tocó recibir la emoción directamente. Desde las cuatro de la tarde, el fotógrafo Ciro Cesar iba enviando imágenes del evento: primero todo tipo de conjuntos, bandas, luego llegó Dudamel I con una orquesta juvenil y finalmente la gran finale con la Filarmónica de Los Angeles, toda la Novena Sinfonía. El Editor del diario sugirió el título en tamaño gigante: ¡Bravo, Gustavo! Ciro indicó cuál sería, de las decenas de fotografías, la que más le gustaba: Dudamel de blanco, dando saltos, el pelo por los aires, durante los últimos acordes de la Oda a la Alegría.
Hoy es el acto de coronación, perdón, el concierto de presentación oficial, En la Sala de Conciertos Wall Disney (lo que siempre me pareció una contradicción, pero en fin, esto es Los Angeles), ante una sala repleta, del prodigio venezolano y su nueva orquesta, la Filarmónica. Del producto de El Sistema, la máquina de talentos musicales de un país que a falta de buen fútbol (está por verse) o simpatía por su líder (eso es irreversible) también tiene una fábrica de reinas de belleza.
La selección musical del primer concierto apunta a la dirección del nuevo rey: hacer de la música «clásica» otra vez algo popular. Con una pieza de John Adams dedicada a esta ciudad (¿por qué se llama City Noir?) y la Primera Sinfonía de Mahler. NPR lo transmite en vivo, vea la información aquí.
En una charla con el embajador venezolano en Estados Unidos, Bernardo Alvarez, que ya estaba en Los Angeles, no pudo dejar de mencionarlo con orgullo. Lo mismo que a las reinas de la belleza.
Dudamel reemplaza a otra gran figura de la música, Esa-Pekka Salonen. Ni fue un cambio generacional dramático, porque el finlandés cumplió 51 en junio.
La Opinión, el mayor diario en español de Estados Unidos y único de Los Angeles, le ha dedicado mucho más que una portada: entrevistas con él y con sus padres, fotos de la infancia y recuento de su carrera y videos de sus presentaciones, opiniones y discursos, análisis y galerías de fotos y videos en línea.
Pero no fue el único. La Dudamelmania impera en toda la ciudad, como si estuviese recibiendo al fenómeno que la salvará de la mediocridad cultural, la crisis económica y la crónica tristeza.
Lo que quizás hará. Digamos, no cualquiera tiene una salchicha que lleva su nombre.
Cada paso del pequeño gigante fue replicado y magnificado. Su llegada al Centro Disney y el recibimiento apoteótico por parte de los empleados de la institución. El primer ensayo, las primeras entrevistas…
Los videos de La Opinion:
Palabra de Dudamel
Bienvenida a Gustavo Dudamel en Los Angeles