El esperado e histórico informe del Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático (IPCC dado a conocer ayer, confirma lo que temíamos.
Es contundente, inequívoco. Los seres humanos han provocado un cambio sin precedentes en el clima de la Tierra. Cada rincón del planeta está afectado. Muchos cambios serán prácticamente “irreversibles durante siglos o milenios”. El daño ya está hecho y no hay más vuelta atrás.
El calentamiento global se debe a la actividad industrial iniciada a gran escala hace solo dos siglos. La incesante quema de combustibles fósiles, especialmente carbón, la acelerada destrucción de los bosques que protegían nuestro clima y otras actividades humanas han causado la transformación, principalmente por la generación de dióxido de carbono que al subir a la atmósfera, no se disipa y bloquea los rayos del sol que salen de la Tierra, formando un efecto invernadero que paulatinamente va calentando al planeta.
Pero además, el ritmo de avance, o mejor dicho de empeoramiento del calentamiento global ya no es uniforme: está acelerando.
Todos los países del mundo están siendo afectados, incluyendo toda Europa y América del Norte. Ya no es un problema de las naciones pobres de la tierra.
IPCC ha enfatizado esta nueva realidad publicando este mapa interactivo.
El informe de 2,000 páginas, que se puede leer en Internet, cuenta con el aval de todas las naciones del mundo. Fue anunciado a través de un comunicado de prensa del IPCC.
A medida que la Tierra se calienta, los fenómenos meteorológicos extremos se han vuelto más frecuentes. Solo en estos meses consideramos las olas de calor como la que azotó nuestro noreste pacífico; incendios forestales como “Dixie”, en California, y otros en Turquía, Grecia y Siberia. Múltiples tormentas, huracanes y tifones, que son cada vez más frecuentes y violentos ,
Además, lluvias torrenciales sin precedentes en Alemania, Bélgica, Países Bajos, Luxemburgo y Francia, que causaron centenares de muertos. Inundaciones que arrasaron pueblos en Alemania y China, las sequías más prolongadas en siglos, nevadas insospechadas, el calor que mata la fauna y flora de los países, y más.
La temperatura promedio del mundo ya ha subido un grado centígrado. Estamos a medio grado de los que se considera el punto desde el cual ya no hay regreso.
El calor ha estado derritiendo los hielos polares y vertido billones de toneladas de agua en los océanos, subiendo el nivel del mar en 20 centímetros,con tendencia a llegar a un metro de crecimiento en 50-70 años, inundando las principales ciudades puerto del mundo.
Los océanos se acidifican. Sus niveles bajan y junto con el calentamiento extremo de las aguas, ponen en riesgo a muchas especies.
El dióxido de carbono en la atmósfera, ha llegado a su punto más alto durante al menos dos millones de años, causando el aumento en las temperaturas.
Uno de los hallazgos más estremecedores del informe mundial, es que por primera vez reconoce que es inevitable que lleguemos a 1.5 grados centígrados. Lo que pasa ahora es solo el comienzo de la tragedia.
Al llegar a 1.5 a 2 grados, estarán en juego las principales corrientes atlánticas, los casquetes polares y la selva amazónica. Y analiza las desgracias que sucederán si la temperatura sube aún más: 3, 4, o 5 grados, poniendo en duda la vida en el planeta.
Los costos del calentamiento global son vidas en peligro y pobreza y hambruna para miles de millones de personas.
Se requieren “reducciones inmediatas, rápidas y a gran escala” en las emisiones, sin lo cual la temperatura seguirá subiendo, con efectos catastróficos, dice el informe. Hablamos, no de un futuro lejano, sino de la vida de nuestros hijos, de quienes ya han nacido.
Finalmente, hemos perdido tiempo precioso a causa de la política de gobernantes como Trump o Bolsonaro en Brasil, que niegan el cambio climático.
Porque la crisis ahora engloba a toda la humanidad. Pero tiene responsables, que aún están en el poder: los gobiernos que han retrasado tanto tiempo la reducción de sus emisiones de combustibles fósiles.
Y si bien en muchas naciones han habido avances y Gran Bretaña o China han estado cumpliendo sus compromisos del Acuerdo de París, Estados Unidos perdió cuatro preciosos años bajo Trump, incentivando la producción de carbón y echando atrás las regulaciones en vigencia.
En suma, cabe la caracterización que le dio al informe el director de Greenpeace en Chile Matías Asun: El escenario es aterrador, verdaderamente catastrófico».
Pero, ¿quién dijo que todo está perdido?
Aún existe una pequeña ventana de oportunidades.
El informe de por sí es un paso adelante en una alianza de los gobiernos del mundo.
Todavía se puede detener el calentamiento global en 1.5 grados. Eliminar las emisiones de dióxido de carbono. Reducir las emisiones de metano. Pasar el petróleo a fuentes de energía limpia. Incluso existe la tecnología para reducir su presencia en la atmósfera terrestre.
Pero para ello deben llegar a un nuevo acuerdo mundial, mucho más ambicioso que el acuerdo de París.
Los gobiernos no lo harán por su cuenta. Solo una transformación social que genere presión alerta y constante de la opinión pública les hará mantener el rumbo para detener el calentamiento global.
¿Qué más necesitan quienes niegan la realidad del cambio climático para convencerse?
¿Qué puede llevar a los gobernantes que ignoran que es causado por nuestra actividad a cambiar su actitud y plegarse al titánico esfuerzo para salvar a la humanidad?
Nada.
No hay manera de convencerlos porque casi indudablemente, ellos mismos no creen en lo que dicen.
Por obra de la presión de la opinión pública, deben ser desplazados para que nuestro país se ponga nuevamente a la cabeza de quienes quieren salvar, ya no el futuro, sino nuestro presente.
Es tarde para evitar un empeoramiento, aunque quizás – si los gobiernos reaccionan al unísono – ese empeoramiento se detenga en dos décadas. No sabemos si serán capaces de ponerse de acuerdo. Pero sí sabemos que contrariamente a las mentiras que nos han inyectado quienes usufructuan el poder, el cambio climático ya está aquí, y mata.