Isabella Eugénie Boyer nació en París el 17 de diciembre de 1841. Su padre era africano y su madre inglesa, una mezcla que determinó su belleza natural y especial, un rostro casi perfecto. Al cumplir 18 años se convirtió en una reconocida modelo publicitaria.
La belleza que inspiró al escultor Bartoldi
En sus desfiles conoce al principal anunciante, Isaac Singer de 52 años, fabricante de las reconocidas máquinas de coser, con quien se casa en New York en 1863, al cumplir sus 22 años. Luego de 12 años de matrimonio y seis hijos, Isaac Singer fallece, convirtiéndola a sus 34 años, en la mujer más rica de Francia.
Cuatro años más tarde se casa con el holandés Víctor Reubsaet, quien era un cantante y violinista de éxito internacional y que, a pesar de ser de clase media, el rey italiano Umberto I lo nombra Duque de Camposelice, por lo que Isabella se convierte en Duquesa.
En una reunión palaciega conoció al famoso escultor francés Frederick Bartoldi, que había aceptado la propuesta de crear una estatua, para que Francia regalara a los Estados Unidos en honor al centenario de la independencia del país.
La idea del escultor era una estatua gigante representando a una mujer sosteniendo una antorcha en una mano y placas en la otra, con la fecha de aprobación de la Declaración de Independencia de los Estados Unidos.
Al conocer a la Duquesa Isabella Boyer, Bartoldi quedó tan impresionado por su rostro que decidió usarlo como modelo para su escultura, previa aprobación del Duque Reubsaet.
El Duque murió en 1887 y en 1891 Isabella se casó con el coleccionista de arte Paul Sohège, con quien vivió hasta su muerte. Isabella Boyer falleció en 1904 a los 62 años y está enterrada en el cementerio Passy, en Paris.
La estatua de la Libertad
La guerra civil en los Estados Unidos duró de 1861 a 1865, es decir que para 1876 el país estaba en medio de la reconstrucción y, el objetivo del escultor Bartoldi era acabar en esa fecha para festejar el centenario de la independencia estadounidense.
En 1870, Bartoldi realizó el primer esbozo en terracota que se descartó, pero que actualmente se encuentra en el Museo de Bellas Artes de Lyon. Francia en 1871 entró en guerra con Prusia y debió ceder el territorio de Alsacia-Lorena al Imperio Alemán, por esto el proyecto quedo paralizado.
En junio de 1871, Bartoldi viajó a Estados Unidos para elegir el lugar donde se erigiría su estatua, para esto se reunió con el presidente Ulysses S. Grant, en Nueva York. Grant concedió a Francia la isla de Bedloe, (actualmente la isla de la Libertad), para erigir este monumento.
El trabajo no fue fácil y recién el 28 de octubre de 1886, (con 10 años de retraso), la estatua de la Libertad fue inaugurada en presencia del entonces presidente estadounidense Grover Cleveland, antiguo gobernador del estado de Nueva York.
Por lo tanto, en la isla de la Independencia en el golfo de Nueva York, se encuentra la Estatua de la Libertad con la figura de una diosa antigua, pero con el rostro de Isabella Boyer, simbolizando el primer orgullo de Estados Unidos, la libertad.