Concluyó la Cumbre de las Américas, que tuvo lugar en Los Ángeles entre el 6 y 10 de junio, con la Declaración de Los Ángeles. Un documento histórico que firmaron 20 países del hemisferio occidental y España en respuesta al desafío humanitario que plantean millones de migrantes de la región.
Pero desde el primer día, la Cumbre se vio envuelta en controversia por la inaceptable exclusión de Cuba, Venezuela y Nicaragua.
La controversia no es nada nueva. En junio de 2012, en la Cumbre de las Américas que tuvo lugar en Cartagena, Colombia, ya se había planteado la misma situación con Cuba y parecía que, finalmente, el país caribeño nunca más sería excluido de las Cumbres. Pero el cambio de la ecuación política regional, los siguientes años, y nuevas prioridades echó por tierra el esfuerzo de los países de la progresista ALBA.
Estados Unidos como juez
Es más que claro que cada país puede tener su propia posición respecto a los regímenes políticos de estas tres naciones. Para algunos son dictaduras; para otros, gobiernos progresistas. Lo que es inconcebible es que los Estados Unidos, o cualquier otro país, se erija en juez moral y los excluya de una institución interamericana que se supone debe ser incluyente.
Las organizaciones internacionales, desde esa Liga de las Naciones que fuera tan intensamente promovida por el presidente estadounidense Woodrow Wilson después de la Primera Guerra Mundial, tienen su razón de ser para que países con ideologías y sistemas políticos diferentes coexistan dentro de una institución en la que puedan debatir sus diferencias para evitar un agravamiento de las crisis que esporádicamente surgen en las relaciones internacionales.
El presidente de Argentina, Alberto Fernández, resumió el sentimiento de muchos de los líderes de la región:
“Definitivamente hubiésemos querido otra Cumbre de las Américas. El silencio de los ausentes nos interpela. Para que esto no vuelva a suceder, quisiera dejar sentado para el futuro que el hecho de ser país anfitrión de la Cumbre no otorga la capacidad de imponer un derecho de admisión sobre los países miembros del continente”, dijo Fernández. “El diálogo en la diversidad es el mejor instrumento para promover la democracia, la modernización y la lucha contra la desigualdad”.
La matemática electoral
Lo más lamentable es que la exclusión de Cuba no está determinada por diferencias ideológicas, porque si no ¿cómo se explica las relaciones con la República Popular China a la que se acusa de violar derechos humanos y tener una política militar expansionista, pero con la que, al mismo tiempo, no se tiene problema en tener relaciones diplomáticas y compartir espacios dentro de instituciones internacionales como las Naciones Unidas?
Como muchos analistas políticos han sugerido, la razón fundamental de la exclusión cubana (un país con el que Estados Unidos también mantiene relaciones diplomáticas), está motivada por consideraciones de la política doméstica estadounidense. Más específicamente, relacionada con la comunidad cubana de Miami, recalcitrantemente anticastrista, que sigue siendo un factor determinante en la ecuación electoral. Especialmente en este año de elecciones legislativas en el que las encuestas no parecen favorecer al partido gobernante.
Declaración de Los Ángeles
Aunque la Cumbre no contó con la presencia de algunos presidentes que boicotearon el evento, especialmente el mexicano Andrés Manuel López Obrador, casi todos los países (incluidos México, Honduras, Guatemala y El Salvador) enviaron ministros y equipos técnicos que participaron de las discusiones y firmaron la Declaración de Los Ángeles.
La Declaración de Los Ángeles que está centrada en el tema migratorio, una prioridad para la política de los Estados Unidos, promueve soluciones multilaterales al gran dilema de los millones de latinoamericanos y caribeños que han dejado sus países por la violencia, corrupción, razones económicas y desastres naturales.
Estados Unidos se comprometió a aportar $340 millones en ayuda humanitaria y aceptará a 11,500 centroamericanos y haitianos migrantes.
México organizará un programa de trabajo temporario para entre 15,000 y 20,000 guatemaltecos, con miras a extenderlo e incluir a hondureños y salvadoreños.
Canadá contribuirá $27 millones en ayuda humanitaria y España duplicará el número de visas para trabajadores hondureños.
Pero como todos parecen acordar, los esfuerzos de los gobiernos nunca serán suficientes sin el aporte esencial del sector privado. En ese sentido, la Cumbre de las Américas incluyó reuniones paralelas en la que sectores claves del empresariado hicieron importantes anuncios de inversión en la región. Especialmente en los países del Triángulo Norte centroamericano, que es el que tanto preocupa a Estados Unidos.
Kamala Harris y el Partnership for Central America
En una reunión en el Intercontinental Hotel, la vicepresidenta Kamala Harris, encargada del tema migratorio dentro de la Administración Biden, anunció que la Partnership for Central America sumaría otros $2.000 millones de dólares para su Call to Action (Llamado a la Acción) que, desde mayo del año pasado, ya ha logrado que empresas internacionales inviertan $3,200 millones en Honduras, Guatemala y El Salvador.
Además, la vicepresidenta anunció el lanzamiento del programa In Her Hands: Creating Opportunities for Women, ( En Sus Manos: Creando oportunidades para las mujeres) que tiene el objetivo de centrar esfuerzos y apoyo en las mujeres de los países del Triángulo Norte.
Leticia D., que acababa de llegar de Guatemala para participar de la Cumbre junto a un grupo de cuatro mujeres que vestían sus coloridos trajes tradicionales, opinó sobre la efectividad del trabajo del Partnership en algunas comunidades de su país:
“Es un esfuerzo muy importante porque aglutina a varios empresarios interesados en contribuir al desarrollo integral de la región…”, dijo Leticia. “Creemos fielmente en el empoderamiento económico, en la participación política de las mujeres, de los jóvenes, de los pueblos indígenas. Por lo mismo vemos a este espacio del Partnership for Central America como una gran oportunidad”.
El medioambiente y los océanos
Otro importante acuerdo que firmaron nueve países participantes de la Cumbre fue el de la protección de los océanos.
«Hoy es muy buen día para la conservación de los océanos, pero también para la Humanidad”, dijo el presidente de Chile, Gabriel Boric. “»Vamos a trabajar por el establecimiento de una serie de áreas marinas protegidas que van a estar ecológicamente interconectadas, avanzando hacia estrategias regionales para la conservación de los océanos”.
Una América Latina democrática
El presidente Joe Biden cerró el encuentro enfatizando la importancia de la región.
“No hay ninguna razón para que el Hemisferio Occidental no sea la región del mundo más progresista, más democrática, más próspera, más pacífica y segura”, dijo el presidente Biden.
Pero mientras Biden articulaba su visión para el hemisferio y los presidentes y primer ministros firmaban acuerdos y declaraciones, en algunas calles de Los Ángeles había manifestantes con carteles y banderas que recordaban que hay que resolver la inaceptable exclusión de Cuba y otros países.
“No es justo que Estados Unidos decida quien viene y quien no viene”, comentó Elías Hinojosa que estaba en la esquina de South Figueroa y 8th Street protestando. “¿Es una cumbre de las Américas o una cumbre de los Estados Unidos?”