El 24 de junio, poco después de la 1 de la mañana, el condominio de 12 pisos Champlain Towers South, en Surfside, Florida, colapsó parcialmente.
El peor de la historia
Desde entonces, los equipos de rescate y recuperación han trabajado para buscar sobrevivientes y rescatar cuerpos. El total de muertos podría llegar a 150.
Este será el peor colapso accidental de un edificio en nuestra historia.
Respecto al porqué del derrumbe en Surfside, cerca de Miami, lo que a primera vista parecía un misterio parece comenzar a disiparse. El edificio sufría de problemas estructurales graves y conocidos que se acumularon.
Así, las estructuras de soporte de hormigón armado se fueron degradando con los años.
Solo dos días antes del colapso estaban a la vista charcos de agua estancada, concreto agrietado y varillas metálicas corroídas. La corrosión del acero de refuerzo en el condominio frente al mar colaboró en hacer del inmueble una trampa mortal con un derrumbe en ciernes.
Finalmente, una losa de concreto debajo de la plataforma de la piscina cedió. La plataforma cayó sobre el garaje; se formó un cráter debajo de la sección media de la torre, que se derrumbó.
Dejaron pasar el tiempo
Los problemas ya se conocían por lo menos a partir de 2018. En abril pasado se halló que las averías habían llegado a un punto crítico.
Pero llevó más de tres años elaborar un plan de obras de reparación. En ese lapso, los residentes ignoraban la gravedad e inminencia del peligro. Las autoridades no ordenaron el desalojo que hubiese podido salvar vidas.
También se informó de inconvenientes estructurales incluso desde la construcción en 1981. Fueron barridos debajo de la alfombra. Quienes tenían que tomar responsabilidad no lo hicieron. Los astronómicos costos de reparación fueron más importantes que las vidas que se podían haber salvado.
El de Surfside no es el único edificio en condiciones deplorables de mantenimiento, fallas de construcción y especialmente, postergación de las soluciones.
El New York Times reveló este lunes que el colapso de Camplain Towers South está revelando, solo en el sureste de Florida, cientos de rascacielos donde las administraciones ignoraron o retrasaron la adopción de soluciones a problemas similares.
Estos problemas existen en otras partes del país, especialmente en grandes ciudades como Nueva York o Los Ángeles y más que nada en edificios en los barrios pobres. Problemas estructurales, reticencia a hacer gastos, soluciones postergadas y riesgos ignorados pululan. Y se trata no solo de posibles caídas como el derrumbe en Surfside, sino de moho tóxico, pintura con plomo en edificios previos a 1978 y otros resultados de un mantenimiento deficiente.
Pasa en todo el país
Y en ello radica la importancia de la reacción a este terrible desastre. Las empresas de seguro se movilizan para resguardar su lucro. Las constructoras revisan documentos para protegerse de demandas. Y los gobiernos sus actas para demostrar que, después de todo, algo hicieron. Mientras tanto, los riesgos se acumulan, la salud de la población no importa, y mucho menos si se viola tal o cual ley o reglamento o disposición municipal que de cualquier manera estaba ahí para figurar.
A menos que esta terrible desgracia sirva para enfocar nuestra atención en los peligros que todo lo descrito plantean.
Bien hizo la fiscal de distrito en ordenar que un gran jurado investigara el siniestro para dilucidar posibles aspectos criminales. Sus determinaciones tendrán importantes ramificaciones tocantes a los propietarios de condominios.
Finalmente, es necesario llegar a las causas últimas del desastre y llevar a la justicia, si es que cabe, a los responsables.