El ascenso al poder de Donald Trump supuestamente llevó al surgimiento de una rama literaria secundaria pero significativa: los libros sobre su presidencia. Alegatos y testimonios de una era irrazonable y asombrosa donde Trump es un personaje casi mitológico.
Y nosotros nos sentidos atraídos a esa literatura, con curiosidad rayana en el masoquismo. En su lectura descubrimos una y otra vez una triste verdad. Leemos documentos que prueban que la figura pública de Trump – de desdén y crueldad, de genialidad en las relaciones públicas, de conducta errática e ideología fluctuante, es un espejo de su vida real. De como se conduce entre conocidos y allegados.
Alegatos y testimonios en la lucha de libros
Entonces consumimos esos libros con sed de conocimiento. Son best sellers antes de estar a disposición del público. Amazon los vende por centenares de miles, por millones, a veces sin siquiera haberse distribuido.
Esto a su vez alimenta un ciclo. Quien algo sabe, o cree que sabe, sobre lo que sucede en las (pequeñas) habitaciones de la Casa Blanca, escribe un libro. O hace que se lo escriban. Apresuradamente.
Iré enumerando estos títulos, quizás para satisfacer a mi vez la sed propia y del posible lector para más. Porque buscamos una confirmación del horror interno que sentimos. Confirmamos que no somos los únicos.
Parecería que «Fear: Trump in the White House» de Bob Woodward (ya bajó a $15,00) es ya un venerable tomo de referencia. Pero no, es recién de septiembre 2018. Aunque fragmentado, carente de una columna vertebral de temática y con una trama fluctuante, es un documento único porque el reconocido periodista de la era Watergate pasó XX meses deambulando por la Casa Blanca sin ser limitado. Se especula que su fuente principal fue Steve Bannon. «Fear» vendió 1.1 millones de ejemplares en la primera semana.
Luego, el tomo con el sugestivo nombre de «Team of Vipers» – «Un equipo de víboras: mis 500 extraordinarios días en la Casa Blanca de Trump» ($14,99), de Cliff Sims, ilustra de primera fuente los conflictos diarios, incesantes y personales entre los personajes del recinto (entre los que se contaba el autor). Conflictos azuzados no solo por las personalidades mediocres, extremistas, incapaces, corruptas o todo eso junto que pululaban allí desde enero de 2017. También por la manera típica de gobernar de Trump, que favorece las rencillas y previene la cooperación.
«Vipers» debutó en el número 6 de popularidad de Amazon y actualmente – mediados de febrero 2019 – fluctúa alrededor del número 30. Impresionante.
Antes de poderlo comprar
Pero no tan impresionante como el libro de Chris Christie, exgobernador republicano de New Jersey, que está en el puesto 10, aunque todavía no ha salido a la venta. Es «Let Me Finish: Trump, the Kushners, Bannon, New Jersey, and the Power of In-Your-Face Politics» ($16.80).
Increíble.
Y así sucesivamente.
Pero si seguimos buscando en Amazon u otro sitio donde los encontramos. Si rodamos la pantalla hasta su casi final, comenzamos a ver otros libros.
Con sorpresa, nos damos cuenta que existen libros tan o más exitosos que los mencionados. Sí, tratan del gobierno de Trump. Lo apoyan. Es decir, son parecidos pero diametralmente opuestos.
Existe una segunda rama de esta literatura que son los libros de apoyo incondicional a Trump y que denuncian las críticas en su contra como una conspiración criminal.
Se trata de una lucha de libros, pero que compiten por dos públicos diferentes y que no se superponen.
Por ejemplo, está «The Trump Prophecies» de Mark Taylor (o bien «Mark Taylor»), quien «demuestra» la mano de Dios detrás de la elección del actual presidente ($15.96). En el mismo tenor, James Warden publicó «Bible prophecies and Trump», que «demuestra» lo mismo para un grupo cuidadosamente seleccionado de millones de creyentes y trumpistas (solo $8.99). Y por supuesto, el inefable «God and Donald Trump» (sí, en ese orden), de Stephen E. Strang, que viene con una introducción del comentarista, exgobernador y excandidato presidencial Mike Huckabee, de yapa. Todo por $16.20.
Los especulativos, los feroces
Pero no están al nivel de los libros especulativos, ferozmente pro Trump y sin base en la realidad de Jerome Corsi (Doctor en ciencia política de Harvard). Corsi alimentó la manía de Trump, años atrás, de que el presidente Obama no nació en el país y que es musulmán. Ahora es investigado criminalmente por el equipo de Robert Mueller. Igual siguió con su «obra»: «Killing the Deep State, the Fight to Save President Trump«, publicado en marzo pasado ($20.39) y ahora con el nuevo y exitoso «Silent no more: How I Became a Political Prisoner of Mueller’s Witch Hunt» ($15.99).
Otro interesado e interesante personaje es Roger Stone, acusado ya en la «Trama rusa» y quien podría pasar varios años en la cárcel, cuyo «The Myth of the Russian Collusion, The Inside Story of how Donald Trump REALLY Won» ($13.99) anunció su puesta a la venta para el 19 de febrero. Buena suerte.
Imposible confeccionar una lista exhaustiva de los libros pro Trump. Too much. Corey Lewandowski, Newt Gingrich, Laura Ingraham, Edward Klein, Stephen Browne, han escrito en semanas o pocos meses esos libros y se han vuelto (más) ricos vendiéndolos.
Pero estos libros y los primeros son dos lados de un espejo perverso que nos demuestra una realidad innegable.
Son millones y millones de libros. ¿Quién los lee?
Los ya convencidos. Ellos los leen.
Quedan pocos dispuestos a dejarse convencer.
Los lectores, los ya convencidos
Los estadounidenses están divididos en dos campos diametralmente opuestos. No se atraen, no se hablan, sino que se alejan más y más. Niegan la legitimidad uno del otro. Lo hacen sin conocer este hecho: manejan los hechos de manera diferente. Ignoran unos y otros lo que no confirme sus presuposiciones.
Constituyen una manera eficiente, certera, genial casi de contrarrestar la crítica al presidente. Genial, porque por cada libro acusatorio hay uno o muchos que lo alaba.
¿Qué pasará? Con el tiempo, estos intentos de lucro, o de generar apoyo político, con textos muchas veces pobres y conspirativos, se convertirán en fuentes secundarias para los historiadores. Entre todos definirán estos años de la política estadounidense y global.
Pero eso será en el futuro. Para entonces, ya se sabrá (¿sabremos?) cuál fue el fin de la presidencia accidentada de Donald Trump.
