Maternidad, muerte y supervivencia

Hago mías las pérdidas de una madre tras otra a causa de la brutalidad policial y la falta de responsabilidad de la policía

En los últimos años hemos empezado a tener “la famosa plática” en nuestra casa.

Vivir como persona de color

La charla en donde alertamos a nuestro hijo sobre las realidades de vivir como persona de color en Estados Unidos. Ofrecemos palabras imperfectas y toda la delicadeza posible por tratarse de un tema de esta intensidad. Lo hacemos con valentía, aunque me temo que estemos despojando a nuestro hijo de su inocencia y su alegría ideal.

Sin embargo, o lo hacemos en nuestros términos o la sociedad lo hará en los suyos de forma injusta. Al fin y al cabo, nuestro hijo es un niño alto de seis años, un niño moreno que suele llevar objetos en las manos y al que le encantan las criaturas nocturnas y con alas, lo que significa que en cuanto se pone el sol tenemos la costumbre de salir a explorar al aire libre.

Como es un niño que ama profundamente la naturaleza y es muy ingenioso, hace poco se confeccionó una bolsita de tiras cruzadas usando un viejo envoltorio de correos y un poco de cuerda que usa para llevar sus barritas Clif Z Bar durante sus aventuras. Me costó mucho trabajo pero dejé que la llevara en público durante las caminatas nocturnas con la capucha puesta.

¿Y si alguien supone que carga algo sospechoso?

¿Y si piensan que tiene más años de los que tiene?

Leve y divertido

Como padres que somos, y especialmente como madre, los «y qué tal si» me invaden por completo. Así que lo ayudo con sus toscos binoculares y le hago pensar que todo esto es algo leve y divertido. Pero por dentro llevo una pesadez y un profundo deseo de protegerlo.

Hago mías las pérdidas de una madre tras otra a causa de la brutalidad policial y la falta de responsabilidad de la policía. Independientemente de la edad de sus hijos, perderlos de la forma más traumática provoca tristeza y rabia y ha habido demasiadas pérdidas.

Cierro los ojos y puedo oír las peticiones de ayuda y la angustia de la pérdida.

La supremacía blanca es una enfermedad que debe ser erradicada en todos los sistemas y estructuras de Estados Unidos, pero de manera más visible debe erradicarse de tajo de todos los cuerpos de seguridad pública. Nuestras comunidades latinas tienen un papel que desempeñar para garantizar que no se manifieste como colorismo que perpetuamos contra otros al interior de nuestras comunidades.

Que la policía rinda cuentas

También debemos seguir abogando por el cambio, pronunciarnos en contra de este asesinato injustificable y utilizar nuestra capacidad para alzar nuestras voces de manera colectiva -como otros grupos comunitarios lo siguen haciendo-para exigir que la policía rinda cuentas y demandar un cambio.

Mi hijo estaba en mi vientre cuando Tamir Rice, un niño negro, fue asesinado en noviembre del 2014. Tamir fue asesinado a tiros mientras jugaba en un parque un mes antes de que el mío naciera.

¿Por qué?

La llamada al 911 reportaba a un menor con un arma que era «probablemente falsa«, la policía asumió lo contrario. El beneficio de la duda no es para nosotros, la gente de color. Como resultado, en mi casa no jugamos con Nerf, ni con pistolitas de agua o de juguete.

Recuerdo haber visto «Un Cuento de Navidad» en las semanas anteriores a su nacimiento. Es la película en la que un niño blanco de 9 años, Ralphie, pide y recibe como regalo una pistola Red Ryder. Las cadenas TBS y TNT la ponían una y otra vez en maratones de 24 horas al año. Es una muestra de la llamada «comedia americana», todo un referente cultural. Los niños querían lo mismo que Ralphie.

La muerte de Adam Toledo

Viajemos en el tiempo. Apenas este 29 de marzo, el estudiante de séptimo grado Adam Toledo fue asesinado en la comunidad de Little Village, Illinois, por agentes de la policía de Chicago. Esta semana se dieron a conocer las grabaciones de las cámaras que portan los policías en el cuerpo. Puede que Adam tuviera o no un arma esa noche, pero eso no es lo que importa. La filmación muestra a un chico con las manos en alto, cumpliendo con la orden que se le da.

Adam era un niño moreno y latino del mismo barrio donde yo iba con mis padres los domingos a comer los tacos más esperados de la semana.

Era un niño. Otro niño asesinado.

No estaba provocando lesiones ni daños a la policía, ni representaba una amenaza. Cumplía con la orden que se le dio y fue ejecutado.

Hablé con mi hijo sobre esto antes de que comenzara su día de kinder virtual, entristecida pero agradecida de que todavía lo tengo y puedo hablar con él.

Betsy López-Wagner se especializa en temas de comunicación bilingüe, sobre el medio ambiente y de igualdad con una perspectiva de justicia racial. Es directora y estratega principal de López-Wagner Strategies.

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