Mientras la atención del país se enfoca en el juicio político en el Senado, Donald Trump anunció repentinamente, como ladrones en la noche, un plan de reformar Medicaid (MediCal en California) que reducirá los beneficios y la cantidad de beneficiados.
Un retroceso histórico
Se trata de un posible retroceso histórico de Estados Unidos en materia de derechos, libertades y ayuda social, auspiciado por esta presidencia.
Destruir Medicaid, que beneficia a 75 millones de estadounidenses de bajos ingresos, ha sido el sueño histórico de los más conservadores.
Medicare y Medicaid, que benefician a los mayores de 65 y a los pobres, ocupan el 26% del presupuesto nacional. Es un beneficio social establecido en 1965, largamente codiciado por quienes no lo necesitan, indiferentes a las necesidades de la gente y ansiosos de hacer ese dinero disponible para engrosar sus lucros.
Actualmente, Washington provee el 60% del costo de Medicaid y el resto es cubierto por los estados, aunque los más pobres pagan menos.
El plan, lleva el engañoso nombre de “Oportunidad Saludable para Adultos” (Healthy Adult Opportunity).
Ahora cada estado decide
Concretamente, el gobierno permitirá a los estados que conviertan una parte de los fondos de Medicaid, a bloques de subvenciones (block grants) o pago único. Así, traslada las decisiones sobre el gasto a los estados.
Mientras que hasta ahora el gobierno federal efectuaba los pagos que fuesen necesarios, ahora definirá una suma máxima (capping) sobre la cual no habrá más financiación y el resto será responsabilidad de los estados.
En consecuencia, menos personas en todo el país resultarán beneficiadas. Cada estado podrá decretar recortes en los beneficios, reducir pagos a proveedores, limitar el acceso a medicamentos, imponer pagos adicionales y dificultar la elegibilidad al programa.
Un principal objetivo de la movida del gobierno Trump es detener la expansión de Medicaid por Obamacare, que beneficia a millones de adultos de bajos ingresos hasta ahora sin seguro médico.
Ya en 2017 el Congreso había rechazado un plan gubernamental de establecer bloques de subvenciones cuando analistas legislativos hallaron que el cambio llevaría a que millones de personas se queden sin seguro médico.
Finalmente, el plan no tiene flexibilidad para gastos extraordinarios de los estados, como los que posiblemente cause la llegada del “corona virus” a Estados Unidos.
Un año de secreto
El plan de reducir Medicaid (MediCal) fue urdido, según fuentes, durante un año en el mayor secreto y lanzado ahora sin la autorización – o la notificación siquiera – del Congreso, como requiere la ley.
Recordemos que Trump prometió durante la campaña electoral que no tocaría Medicaid, y que acusó a todos sus rivales republicanos y a Hillary Clinton de querer reducirlo o eliminarlo. Millones le creyeron y votaron por él.
Es una maniobra anunciada cuando menos oposición puede generar. Esta trama contra los pobres del país no puede prosperar.