Después de ochenta años, la poderosa Unión Soviética se derrumbó y desapareció. Mientras tanto, la revolución socialista de China crecía rápidamente y, hoy en día, es uno de los líderes económicos del Mundo.
Cuba es un maravilloso ejemplo de moral revolucionaria y durabilidad pero no ha podido alcanzar el crecimiento económico y el desarrollo. Sí, el bloqueo de EEUU tiene mucho que ver con ello, pero ¿acaso es la única causa? ¿Y qué tal Venezuela? Un país rico que al comienzo de la revolución tenía problemas graves con una injusta distribución de la riqueza y ahora yace con una economía fallida y es un país en ruinas.
Si se le pregunta a un político de derecha o al presidente de un banco o al principal accionista de una compañía petrolera cuál fue el problema clave común en estos países, la inmediata respuesta sería: el socialismo es el culpable. Y si hacemos la misma pregunta a personas sencillas que viven del salario o el ingreso percibido como empleados de banco, funcionario público, obrero de la construcción, chofer de taxi, abogado, cantinero o cualquier otra cosa, lo más probable es que obtengamos la misma respuesta.
¿Y qué de nosotros? Aquellos que decimos que el Socialismo es la única manera de resolver los problemas de la humanidad. ¿Vamos a continuar repitiendo que el imperialismo de los EEUU es el principal obstáculo?
Con la excepción de la China actual encontraremos que ninguna de las economías de Cuba y Venezuela son sostenibles, como tampoco lo fue la de la URSS.
[bctt tweet=»Aquellos que decimos que el Socialismo es la única manera de resolver los problemas de la humanidad, ¿vamos a continuar repitiendo que el imperialismo es el principal obstáculo? (Fernando Vegas)» username=»hispanicla»]
La razón es simple. Sus economías no reciben suficientes ingresos para nivelarse con los gastos. Como el estado absorbe la propiedad de todos (o casi todos) los medios de producción, aumenta la burocracia y expande el gasto social (algunos hablan de inversión social). También debe hacer frente a muchos compromisos de pago. Por otra parte, la producción decae continuamente en manos de los burócratas, disminuye el pago de impuestos y otros ingresos.
Este es el principal problema del socialismo.
Comienza muy bien porque distribuye riqueza (servicios públicos sin costo, bajos precios de los alimentos, todos los niveles educativos son gratis, sistema nacional de salud, etc), hasta que los ingresos se atrasan y cesan de entrar, así comienza el deterioro y todo empieza a detenerse.
Es el fin del experimento socialista.
Si esta es la dificultad entonces debemos encontrar la manera de resolverla. El Partido Comunista Chino encontró la solución. Una amplia zona territorial de China fue declarada de libre mercado, la inversión extranjera fue invitada y pronto fábricas y tiendas florecieron con capitales externos e internos. Se crearon millones de puestos de trabajo y recaudaron muchos impuestos. La economía creció y el Estado Chino recibió suficiente dinero para sostener la parte socialista de China.
Aunque es una solución, no responde a la pregunta principal de cómo hacer que el socialismo progrese económicamente para sostener el sistema.
En vista de ello podemos dirigir la mirada a una economía mixta como instrumento de progreso.
En Venezuela deberíamos tener una economía mixta conforme al artículo 299 de la Constitución Bolivariana que dice “…El Estado, conjuntamente con la iniciativa privada, promoverá el desarrollo armónico de la economía nacional con el fin de generar fuentes de trabajo, alto valor agregado nacional, elevar el nivel de vida de la población y fortalecer la soberanía económica del país, garantizando la seguridad jurídica, solidez, dinamismo, sustentabilidad, permanencia y equidad del crecimiento de la economía para lograr una justa distribución de la riqueza mediante una planificación estratégica democrática, participativa y de consulta abierta.”
El asunto fue que el liderazgo de la Revolución en lugar de seguir el principio constitucional optó por expropiar la mayor parte de los medios de producción del país.
Los resultados están frente a nosotros.
Fabricadas cerradas o con insuficiente producción debido a la mala gerencia y falta de material para procesar. Esto comenzó a suceder notablemente en el 2010 pero entonces aun teníamos una industria petrolera saludable cuyos recursos financieros fueron ordeñados para importar cualquier producto considerado necesario por el liderazgo gubernamental (incluyendo comida y medicinas), la dificultad estriba en que la compañía estatal petrolera de Venezuela (PDVSA) quedó incapacitada para hacer la inversión requerida y mantener la producción en +- 3 millones de petróleo crudo por día y ahora sólo puede entregar 700 mil B/D.
Para subrayar la importancia del tema podemos comparar la situación económica de Venezuela versus Bolivia. El Presidente Evo Morales y su Vicepresidente, García Liniera practicaron una economía mixta. Nacionalizaron la industria petrolera y del gas y con ello recibieron recursos financieros que se abultaron con la recaudación de impuestos y luego los dirigieron hacia el gasto social.
La economía Boliviana no sufrió por esto, por el contrario, en los últimos diez años Bolivia tuvo la economía de más rápido crecimiento de Suramérica, con menos desempleo e inflación.
Los problemas de Evo Morales que condujeron a su deposición son de naturaleza distinta. Él deseaba ser candidato a la presidencia por cuarta ocasión y la Constitución no lo permitía. Entonces decidió someter el tema a consulta (referéndum) con el Pueblo Boliviano pero con un resultado adverso.
No obstante, Evo no se quedó tranquilo, se dirigió a la Corte Suprema quien lo respaldo con una sentencia que declaraba que no permitirle ser candidato iba contra sus derechos humanos. Naturalmente que hay más razones pero la complejidad política amerita un artículo dedicado al tema.
Dicho sea de paso, esta materia debe ser revisada también. Hay una tendencia hacia la permanencia en el poder del líder. Hasta existen derechos hereditarios para que el ejercicio del poder pase a hijos y nietos como en un Reino. Corea del Norte es un ejemplo.
Ahora bien, hasta el momento hemos encontrado que es el capitalismo el que ha dado vías de ayuda para alcanzar los fines del socialismo, más precisamente, de la distribución social de la riqueza, como en China. No obstante, sería interesante trabajar en un proyecto que tome elementos del capitalismo y los ponga en función de todos los propósitos del socialismo. Este será el tópico de nuestro próximo artículo.
Ccs. Oct. 17, 2019.