Para los funcionarios electos y en general los políticos, los padres y sus niños son supuestamente la primera prioridad. Después de todo, los padres están en la vanguardia que enfrenta las crisis que estamos viviendo.
Los padres, la vanguardia
Pero no hacen lo suficiente por ellos en la crisis actual.
Se trata de 63 millones de personas en todo el país que tienen en sus casas hijos menores de 18 años. Que están enfrentando penurias, especialmente quienes menos tienen, que podrían aliviarse mediante acciones del gobierno.
La inflación y la posible carestía – como el ejemplo de la escasez de fórmula para bebés – constituyen hoy la principal preocupación de todos los estadounidenses. El alto precio de la gasolina incide en el nivel de vida, al reducir los presupuestos familiares para otras necesidades diarias, como el alquiler o la comida, que de por sí también siguen subiendo. Esto golpea especialmente a hogares con bajos ingresos, y desproporcionadamente a afroamericanos, latinos y nativo americanos.
Y ahora, quienes llevan a sus niños a la escuela cada día están angustiados por la posibilidad de que sus infantes sean las próximas víctimas de un tiroteo masivo.
Otros focos de incertidumbre y angustia para muchos padres se relacionan con los programas de estudio escolar; la probable reducción del acceso al aborto; para afroamericanos y latinos el racismo rampante y especialmente el clima de división y hostilidad que impera en el país.
Tristeza, miedo, enojo
Se están cuantificando los problemas de los niños después del largo período de aislamiento: tristeza por años perdidos sin amigos ni familia extendida. Miedo, enojo. Los padres son los encargados naturales de ayudarles, aunque ellos mismos lo sufran y aunque no tengan todas las respuestas.
Ahora, estos padres han vuelto al ciclo laboral lo mejor que pueden, y sus niños al ciclo escolar de la misma manera.
En estas circunstancias, se necesita apoyar a los padres facilitándoles recursos económicos y acceso a servicios necesarios.
Nuestros representantes en el Congreso deben legislar mejoras concretas, tales como extender el crédito tributario por hijos, un tema sobre el cual en la actualidad no hay acuerdo y que ya ni siquiera se debate.
Las tareas del Congreso
La versión republicana, de hacer el beneficio más restrictivo para quienes no deben impuestos no lo obtienen, dejaría afuera a millones de familias pobres. Más justo sería retomar la práctica de otorgar una asignación directa por cada hijo a las familias.
Esta tarea aplica también a los gobiernos estatales y locales.
Deben subir los salarios mínimos de los trabajadores para ayudar a las familias a pagar los costos crecientes. Deben legislar ayuda directa para pagar el cuidado infantil y ampliar el acceso, en medio de la escasez de personal y el aumento de los costos. Deben asimismo ampliar el acceso a la salud, incluyendo la salud mental. Las opciones abundan.
Solo de esa manera demostrarán que realmente, para ellos los padres y sus hijos menores son la primera prioridad.