Mi madre fue miembro de la Federación Unida de Profesores de la ciudad de Nueva York, donde se desempeñó como educadora y férrea defensora del sindicato por más de 35 años. Seguí los pasos de mi madre, sabiendo que quería contribuir a defender los derechos laborales y crear un mundo más justo.
Antes de tomar las riendas como director ejecutivo del Consejo Sindical para el Avance del Trabajador Latinoamericano (Labor Council for Latin American Advancement, LCLAA en inglés), un grupo laboral de base que defiende los derechos de los trabajadores y los problemas interseccionales a los que se enfrentan, pasé 34 años trabajando en la educación en Nueva York, donde fui miembro de la Federación Unida de Profesores (UFT en inglés), la Federación Americana de Profesores (AFT en inglés) y la Unión de Profesores del Estado de Nueva York (NYSUT).
La línea familiar no se detiene ahí. Mi hijo mayor trabaja ahora para NYSUT y es orgulloso miembro de Sindicato de Trabajadores de la Comunicación (CWA en inglés).
Este Primero de Mayo, pienso en mi madre y en sus contribuciones al movimiento, mientras reflexiono sobre la necesidad de leyes de seguridad laboral más estrictas. Hay muchos miembros de la clase trabajadora, como mi madre, que desempeñan funciones laborales esenciales y que deben ser celebrados en este día de solidaridad internacional. A veces sin más protección que un delgado cubrebocas, se han enfrentado a los peligros diarios de Covid-19 para garantizar que nuestro país siga funcionando a pesar de una pandemia sin precedentes.
Estas increíbles personas suelen ser miembros de sindicatos que han luchado incansablemente por sus derechos y siguen defendiendo la ampliación de protecciones y el aumento de salarios para los trabajadores sindicalizados y no sindicalizados. Están al frente de las luchas diarias reclamando salarios dignos, el desmantelamiento de la discriminación de género en el lugar de trabajo y la garantía de igualdad de protecciones y acceso a oportunidades.
La mano de obra de nuestro país hace tiempo que debería haber recibido protecciones esenciales para mantener su seguridad en el trabajo y recibir una remuneración justa por su labor. Se merecen algo mejor. Ahora que la Administración Biden-Harris ha superado la marca de los 100 días y continúa su camino para hacer realidad su promesa de Build Back Better (reconstruir mejor), les pedimos que se encarguen de mejorar y reforzar la protección de los trabajadores.
Pedimos al Senado de Estados Unidos que apruebe la Ley de Protección del Derecho de Organización (Ley Pro) y que aplique protecciones de seguridad laboral más estrictas para todos los trabajadores. También pedimos a estos mismos líderes que pongan fin a la mayor brecha de ingresos de la nación, donde las trabajadoras latinas como mi madre ganan 55 centavos por cada dólar que ganan los hombres blancos. Las trabajadoras latinas merecen nuestra atención y respeto en este asunto, especialmente cuando nos enteramos que las latinas, así como los trabajadores indocumentados, tienen más probabilidades de padecer el robo de sus salarios. Además, los trabajadores inmigrantes indocumentados y los Dreamers deben contar con una vía sin obstáculos hacia la ciudadanía mediante una reforma migratoria integral.
La necesidad de solidaridad y acción es más importante que nunca. Tanto si este es tu primer Día del Trabajo como si eres un veterano en la lucha por los trabajadores, te pedimos que levantes la voz y defiendas a los trabajadores. Porque, con solidaridad, triunfaremos.
José Vargas es el Director Ejecutivo
del Consejo Laboral
para el Avance de América Latina.
Puedes seguir a LCLAA en www.lclaa.org.
EXTRA: El Covid-19 ha golpeado a nuestros trabajadores esenciales en hospitales, tiendas de comestibles, talleres mecánicos y en todos los ámbitos donde labora la clase trabajadora y han sido especialmente golpeados durante esta pandemia global. Las comunidades latina, afroamericana y asiática, que a menudo sufren de manera desproporcionada durante la pandemia e incluso antes de ella, deben lograr su derecho a la asistencia y la seguridad. Algunos de estos trabajadores, a los que rendimos homenaje en el Día del Trabajo a principios de esta semana, fueron héroes que murieron o resultaron heridos en el desempeño de sus labores.
José Vargas es el Director Ejecutivo del Consejo Laboral para el Avance de América Latina. Puedes seguir a LCLAA en www.lclaa.org.
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