Los salvadoreños-estadounidenses representan la segunda fuerza política más influyente dentro de la comunidad latina después de los mexicanos en Estados Unidos. Políticamente, tienen más participación en los gobiernos locales y estatales que en el gobierno federal.
También se han destacado en la generación de legislación de protección migratoria, produciendo medidas que beneficiaron a los refugiados salvadoreños, como la aprobación del Estatus de Protección Temporal (TPS) y sus extensiones.
Los salvadoreños también han contribuido significativamente al movimiento sindical en Estados Unidos. Durante una huelga en Los Ángeles, en 1990, los salvadoreños de California fueron fundamentales en la campaña “Justicia para los Conserjes», un movimiento pionero de trabajadores que, bajo la represión policial, marchó y se manifestó por un mejor salario. Este movimiento inspiró la actual campaña del salario mínimo de $15 dólares por hora, una reivindicación actual del movimiento obrero estadounidense.
Tres temas
Los tres temas que los salvadoreños-estadounidenses les están pidiendo respaldo a los candidatos Biden/Harris son: la reforma migratoria, derechos laborales y la inversión en educación.
Cuando los latinos emigran, lo hacen para tener mejores oportunidades laborales y poder ofrecer una mejor educación a sus hijos. Un gran segmento de la fuerza laboral en Estados Unidos son los trabajadores indocumentados, quienes han estado bajo constante ataque por parte del Presidente Donald Trump, tanto en su discurso como en sus políticas contra los Dreamers, los TPSianos y la comunidad obrera indocumentada.
El ataque de la Administración Trump se ha extendido progresivamente a toda la comunidad latina (inclusive a la segunda y tercera generación de latinos nacidos en Estados Unidos y a toda la clase trabajadora en general), mediante políticas que cortan y atropellan los derechos sindicales y educativos de las familias trabajadoras en Estados Unidos. El gobierno de Trump ha impulsado una política de ataque contra los sindicatos desde el Departamento del Trabajo y la Junta Nacional de Relaciones Laborales.
La Junta Laboral de Trump y su ministro de Trabajo, Eugene Scalia, apoyan a las empresas que clasifican a los trabajadores como contratistas, en lugar de empleados, para así negarles protecciones laborales. Las grandes corporaciones de servicios, donde se encuentran los trabajadores esenciales, no ofrecen seguros médicos y pagan el mínimo a los trabajadores que están arriesgando su vida para mantener la economía durante la pandemia del COVID-19.
Mientras las corporaciones reciben millones de dólares del gobierno de Trump en asistencia por la pandemia, estas desarticulan cualquier intento de sindicalización, acosan y amenazan a los empleados con despidos y disminución de sueldos. Este ataque contra los trabajadores se ha intensificado durante la Administración Trump. Como consecuencia, sólo el 10.5 por ciento del sector laboral está sindicalizado y únicamente el 6.4 por ciento del sector privado.
Otra área en la que se han visto afectadas las familias trabajadoras, es la educación, que ha sido devastada por el recorte de presupuesto a las escuelas. Esto afectará a varias generaciones de estudiantes de áreas con un considerable número de afroamericanos y latinos. Al igual que afectará los salarios y beneficios de los profesores y empleados del sistema educativo.
Trump insultó a latinos y a El Salvador
Trump se refirió en repetidas veces a los latinos como criminales y violadores y definió a El Salvador como un “hoyo de mier…” Por el contrario, Joe Biden y Kamala Harris les han dado a los salvadoreños-estadounidenses la oportunidad de incorporar sus propuestas en la plataforma Biden/Harris y se refieren a ellos, respetuosamente, como “familias trabajadoras”.
Aliados
Los trabajadores ven a Joe Biden y a Kamala Harris como unos aliados en la Casa Blanca que han prometido ampliar el acceso a una educación de alta calidad, hacer frente a la inequidad racial en el sistema educativo, trabajar por la reforma migratoria y proteger a los trabajadores estadounidenses y extranjeros por igual.
También dicen que aumentarán el salario mínimo federal a $15 por hora en todo el país, garantizarán un pago justo por horas extras, darán protecciones para las trabajadoras domésticas y los trabajadores agrícolas, facilitarán la organización sindical y la negociación colectiva de todos los trabajadores mediante la Ley de Protección del Derecho a la Sindicalización (PRO, por sus siglas en inglés). Es claro que los sindicatos son un camino esencial hacia la clase media, especialmente para los latinos. Biden y Harris han prometido trabajar en la recuperación económica para las familias trabajadoras y salvar a la clase media.
Convocatoria
Los salvadoreños-estadounidenses hacen un llamado a todos los trabajadores, especialmente al sector de trabajadores jóvenes, para que se incorporen al proceso de sindicalización y que participen de estas elecciones. Los jóvenes pueden ayudar a sus padres y abuelos para superar las barreras del idioma o tecnológicas que se puedan presentar para ejercer el voto. Los salvadoreños también hacen un llamado a la comunidad trabajadora para registrarse y votar, este 3 de noviembre, en las elecciones presidenciales.
Entre las actividades que la iniciativa de “Salvadoreños con Biden/Harris” ha realizado, se encuentra el foro virtual“Salvadoreños con Biden/Haris en el Movimiento Laboral”. La moderadora del foro fue Roxana Guevara donde los panelistas compartieron sus historias, perspectivas y razones de por qué, en su opinión, las familias trabajadoras deben apoyar las candidaturas de Joe Biden y Kamala Harris.
Foro
Los invitados al foro de “Salvadoreños con Biden/Harris en el Movimiento Laboral” incluyeron a:
–Dra. Patricia Campos Medina – Académica y lideresa laboral y política que trabajó en SEIU y UNITE HERE; presidenta de Latinos Unidos por el Empoderamiento Político (LUPE) y miembro de la junta de PODER PAC y de Latinas for Latinas.
–Yanira Merino – Presidenta nacional del Consejo Laboral para el Avance Latinoamericano (LCLAA); coordinadora nacional de la Unión Internacional de Trabajadores de América del Norte (LIUNA).
–Max Arias – Director ejecutivo de SEIU, Local 99.
–Werner Marroquin – Organizador de SEIU 2015; previamente trabajó como organizador principal de AFSCME 3299; coordinador en la división del aeropuerto LAX para SEIU-USWW.
–Karla Salazar – Cofundadora de L.A. Young Workers, AFL CIO; Miembro de la Junta, LCLAA SGV/IE; miembro de AFSCME 741; trabajó anteriormente para la Federación Laboral del Condado de Los Ángeles, AFL CIO y AFSCME International, AFL CIO.