Considerando el porcentaje de aprobación del actual presidente Joe Biden, uno de los más bajos históricamente (39%), y el sólido apoyo que ha mostrado el presidente Trump dentro del Partido Republicano (80%), la llegada de este último a la Casa Blanca no parece descabellada.
Activistas temen
Uno de los problemas con Trump en Washington es que los crímenes de odio se multiplicaron durante su administración y se teme que vuelva a suceder lo mismo.
Según un reporte del FBI del 2019, último año del mandatario en Washington durante su primera administración, en el 2016, a nivel nacional, se reportaron 6,121 delitos de odio, mientras que en el 2019, el número de crímenes de este tipo fueron 7,314, un incremento del 19.49 por ciento.
Además, el informe menciona que los grupos supremacistas blancos fueron responsables de la mayoría de los crímenes reportados en ese momento, al mismo tiempo que se alcanzaba una cifra récord en 28 años.
De acuerdo al Centro de Pobreza Legal del Sur de California (SPLC, por sus siglas en inglés), en los Estados Unidos se tienen identificados a 1,225 grupos extremistas, denominados como grupos de odio y antigobierno; de ese total, California es el hogar de más grupos de ese tipo en toda la nación: 103, seguido de Florida con 89 y Texas y Pensilvania con 72 cada uno.
Todas estas estadísticas han llevado a varios activistas y profesores a preocuparse y considerar que, si Trump regresa a la Casa Blanca, las minorías se tienen que ir preparando para no ser tomados por sorpresa.
Para Pablo Alvarado, un veterano activista y líder de la Red Nacional de Jornaleros (NDLON) en Estados Unidos, expresó que en esta ocasión será peor que antes ya que su retórica racista no baja de nivel y ya ha prometido que si llega a la Casa Blanca hará deportaciones masivas como nunca antes.
“Desafortunadamente los Demócratas utilizan a los migrantes como moneda de cambio con los Republicanos. Ellos aprueben dinero para sus guerras a cambio de otorgar dinero para la construcción del muro y persecución de los inmigrantes”, expresa Alvarado.
“Ahora dicen que hasta les vamos a envenenar la sangre a los estadounidenses”, subraya. “Esa retórica viene de un manuscrito de los grupos de supremacía blanca. Lo peor es que cuando el lenguaje lleva ese nivel de racismo, discriminación y odio, los crímenes incrementan”.
Las minorías están dejando de serlo y eso asusta el poder
Alvarado recordó que desde hace varias décadas en las elecciones no hay a quién irle. La comunidad latina siempre termina votando por el menos malo, pero sin duda, considera, que los Republicanos causan más daño que los Demócratas a la comunidad”.
También subrayó que hay que entender el contexto político para entender lo que pasa, ya que actualmente las minorías seguimos creciendo y hay un temor de que la clase dominante deje de ser mayoría.
“Lastimosamente hay campañas para hacer pensar a los latinos que los Republicanos quieren lo mejor para ellos y muchos votantes terminan por creérsela y votan por Trump”, agrega. “Sin embargo, ellos también son afectados porque al momento de un ataque de odio contra la comunidad latina, lo que es obvio es el color de piel y la apariencia; así que los latinos que votaron por Trump también podrían ser víctimas”.
Para Ron Góchez, maestro y activista de la organización Unión del Barrio en Los Ángeles, es tiempo de que la comunidad se vaya preparando. Para él no hay duda de que Trump llegará a la Casa Blanca.
“La verdad, la política no ha cambiado con el Partido Demócrata, tal vez la retórica no es tan incendiaria como la de Trump, pero la política sigue igual, siguen las deportaciones y la construcción del muro”.
Asegura que hoy más que nunca tenemos que informarnos de lo que pasa en nuestro alrededor, además de prepararnos y organizarnos en caso de que inicien, como Trump lo ha prometido, redadas y deportaciones masivas.
“El juego está para que nosotros (las minorías) perdamos, gane quien gane. Solo hay que prepararnos comunitariamente y estar listos para las injusticias, redadas y deportaciones”.
Góchez subraya que muchas organizaciones latinas se quedan calladas y no protestan contra la administración Biden porque son financiadas por el Partido Demócrata, y si protestan, pierden el financiamiento.
“No podemos confiar en los partidos políticos y esperar que las organizaciones nos vengan a salvar. El pueblo es el único que puede salvar al pueblo”, subraya. “Los actuales partidos solo representan a la clase pudiente, no a los de abajo, no a nosotros”.
La comunidad debe organizarse y estar preparada
Chamba Sánchez, profesor de Ciencias Políticas en el Colegio del Este de Los Ángeles, todavía tiene cierta esperanza de que Nikki Haley, exgobernadora de Carolina del Sur, le quite la nominación a Trump; sin embargo, al igual que los otros activistas, subrayó que es tiempo de que la comunidad se organice e involucre para presionar y elegir a candidatos con más compasión.
“Trump representa el odio de la sociedad estadounidense”, expresa Sánchez. “El racismo y la discriminación siempre han estado ahí, lo que pasa es que Trump deja la puerta abierta para que esos grupos extremistas digan y hagan lo que quieran”.
Agrega que el problema con Biden es que en esta ocasión no va a poder hacer campaña desde el sótano de su casa, como lo hizo en el 2020, y eso lo expondrá ante la gente y verán que no está al 100% de su salud.
Sánchez agrega que es tiempo de que el Partido Demócrata elija a otro candidato, alguien como Gavin Newsom, gobernador de California, quien aparentemente está listo para brincar a la contienda.
Pero mientras tanto, pide a la comunidad que se involucre en el sistema democrático de este país, aunque no tengan documentos, siempre hay forma de participar aunque sea solo pasando información, el chiste es que busquen apoyar a candidatos que representen más los intereses de la comunidad y no los intereses de los partidos políticos.
Los tres profesionales y defensores de la comunidad dijeron haber sido víctimas de una o varias situaciones de odio a lo largo de sus carreras, desde intervenir su computadora, perdido un empleo, o hasta ofensas de personas que todavía creen que los migrantes vienen a robarle los empleados a los estadounidenses.
Este artículo está respaldado en su totalidad o en parte por fondos proporcionados por el Estado de California, administrado por la Biblioteca del Estado de California en asociación con el Departamento de Servicios Sociales de California y la Comisión de California sobre Asuntos Estadounidenses Asiáticos e Isleños del Pacífico como parte del programa Stop the Hate. Para denunciar un incidente de odio o un delito de odio y obtener apoyo, vaya a CA vs Hate.
This article is supported in whole or in part by funding provided by the State of California, administered by the California State Library in partnership with the California Department of Social Services and the California Commission on Asian and Pacific Islander American Affairs as part of the Stop the Hate program. To report a hate incident or hate crime and get support, go to CA vs Hate.