No es de extrañar tampoco que detrás de este “loquito suelto”, vengan otros más, si no se hace un verdadero análisis de conciencia, y de una buena vez se va cambiando la retórica incendiaria, por el diálogo civilizado e inteligente en este país.
En otra triple entrega de sus Máximas y Mínimas, Rafael Carvajal nos despierta con estos aforismos que inducen a pensar, rabiar, amar, rechazar o simplemente, sorprendernos
No es de extrañar tampoco que detrás de este “loquito suelto”, vengan otros más, si no se hace un verdadero análisis de conciencia, y de una buena vez se va cambiando la retórica incendiaria, por el diálogo civilizado e inteligente en este país.