En cuestión de inmigrantes, no todos vinimos en el mismo barco, pero si estamos todos en el mismo bote.
Para los jóvenes un día sin placer es una pena; para los viejos un día sin pena es un placer.
En las óperas se mueren cantando.
No, no hay dictadores buenos y dictadores malos, sino simplemente dictadores. Y todos deben ser repudiados por igual, no importa su afiliación política e ideológica.
En otra triple entrega de sus Máximas y Mínimas, Rafael Carvajal nos despierta con estos aforismos que inducen a pensar, rabiar, amar, rechazar o simplemente, sorprendernos
En cuestión de inmigrantes, no todos vinimos en el mismo barco, pero si estamos todos en el mismo bote.
Para los jóvenes un día sin placer es una pena; para los viejos un día sin pena es un placer.
En las óperas se mueren cantando.
No, no hay dictadores buenos y dictadores malos, sino simplemente dictadores. Y todos deben ser repudiados por igual, no importa su afiliación política e ideológica.