El amor por la selección denota un ansia de hermandad y unidad entre las personas, una solidaridad entre quienes comparten la misma cultura e historia, un deseo de que la vida sea distinta a lo que es, una tregua de tanta tribulación y dificultades: todo lo que queremos que exista, y que con el pitido final recordamos que no está.
En otra triple entrega de sus Máximas y Mínimas, Rafael Carvajal nos despierta con estos aforismos que inducen a pensar, rabiar, amar, rechazar o simplemente, sorprendernos
El amor por la selección denota un ansia de hermandad y unidad entre las personas, una solidaridad entre quienes comparten la misma cultura e historia, un deseo de que la vida sea distinta a lo que es, una tregua de tanta tribulación y dificultades: todo lo que queremos que exista, y que con el pitido final recordamos que no está.