El pueblo tenía 10 cuadras de ancho por 10 de largo. Ella vivía en una de las últimas calles, pero nadie se explicaba cómo, viviendo en ese rincón alejado, podía saber más que el mismo Cura Párroco o los de la Unión Telefónica.
En otra triple entrega de sus Máximas y Mínimas, Rafael Carvajal nos despierta con estos aforismos que inducen a pensar, rabiar, amar, rechazar o simplemente, sorprendernos
El pueblo tenía 10 cuadras de ancho por 10 de largo. Ella vivía en una de las últimas calles, pero nadie se explicaba cómo, viviendo en ese rincón alejado, podía saber más que el mismo Cura Párroco o los de la Unión Telefónica.