No hay nada que hacer ni decir, las caminatas, las anécdotas, las películas, todo es repetición constante de un interminable columpiarse velozmente del pasado al presente y del presente al pasado en instantes seguidos de oscuridad y olvido
En otra triple entrega de sus Máximas y Mínimas, Rafael Carvajal nos despierta con estos aforismos que inducen a pensar, rabiar, amar, rechazar o simplemente, sorprendernos
No hay nada que hacer ni decir, las caminatas, las anécdotas, las películas, todo es repetición constante de un interminable columpiarse velozmente del pasado al presente y del presente al pasado en instantes seguidos de oscuridad y olvido