La actriz Yareli Arizmendi no condena la piratería. Es que no es una razón sino una consecuencia de leyes que privilegian a los favorecidos y generan un abuso donde principalmente ganan los exhibidores.
Nadie ha sugerido la necesidad de modificar el control que el gobierno mexicano ejerce sobre la difusión de la creación artística y la propiedad intelectual, para dar paso a un sistema de regulación creado por la propia sociedad
En otra triple entrega de sus Máximas y Mínimas, Rafael Carvajal nos despierta con estos aforismos que inducen a pensar, rabiar, amar, rechazar o simplemente, sorprendernos
La actriz Yareli Arizmendi no condena la piratería. Es que no es una razón sino una consecuencia de leyes que privilegian a los favorecidos y generan un abuso donde principalmente ganan los exhibidores.
Nadie ha sugerido la necesidad de modificar el control que el gobierno mexicano ejerce sobre la difusión de la creación artística y la propiedad intelectual, para dar paso a un sistema de regulación creado por la propia sociedad