Como las Abuelas de Plaza Mayo en Buenos Aires, estas abuelas responden al llamado porque otra no queda. Las une, no el insondable dolor de tener a sus hijos y nietos y desaparecidos, sino la esperanza de que aquellos por el contrario reaccionen y se involucren.
En otra triple entrega de sus Máximas y Mínimas, Rafael Carvajal nos despierta con estos aforismos que inducen a pensar, rabiar, amar, rechazar o simplemente, sorprendernos
Como las Abuelas de Plaza Mayo en Buenos Aires, estas abuelas responden al llamado porque otra no queda. Las une, no el insondable dolor de tener a sus hijos y nietos y desaparecidos, sino la esperanza de que aquellos por el contrario reaccionen y se involucren.