Se espera que las ventas de automóviles en Estados Unidos caigan en un 33% en mayo. Si bien la cifra es una recuperación desde abril, esta tendencia mostrará el largo camino de regreso para los grandes fabricantes de automóviles en Estados Unidos.
Se espera que el 2020 sea el peor año desde 2009, luego de la Gran Recesión. El sitio Cox Automotive pronostica que con base en mayo, el ritmo de ventas colocará la cifra de 11.4 millones para todo el 2020, bastante lejos de los 17.4 millones del año pasado.
En el 2009, esa recesión que afectó la industria automotriz, obligó a llegar a la bancarrota, tanto a General Motors como a Chrysler. Ford se salvó de milagro.
En este 2020, los principales fabricantes, incluidos Ford, GM y FCA, afirman que tienen balances que les permitirán superar la agitación actual. Pero ¿hasta cuándo podrán aguantar esta baja en ventas?
Según cita el sitio 24/7 Wallst, las acciones de GM han bajado, pero no operan como si la compañía estuviera en serios problemas, ya que cotizan alrededor de 27 dólares por acción, variando en un rango de 52 semanas entre un mínimo de $14.33 y un máximo de $41.90.
Las mismo pasa con las acciones de Ford, ya que indican que no está en serios problemas; cotiza cerca de $6, y en un rango de 52 semanas de $ 3.96 a $ 10.56.
Las dos compañías tienen problemas igualmente profundos en China, el mercado de automóviles más grande del mundo. Cada uno registró fuertes caídas en las ventas el año pasado, mucho antes de la pandemia.
El mercado chino había sido considerado el futuro del éxito de la industria automovilística mundial, pero al menos por el momento, se ha quedado quieto.
El sitio Cox dio su análisis con su opinión sobre el futuro a corto plazo:
“A medida que la industria avanza hacia la temporada de ventas de verano, una recuperación total de las ventas enfrenta múltiples vientos en contra.
Esta crisis es única porque la industria enfrenta un shock negativo de demanda y un shock negativo de oferta simultáneamente. Las fábricas de vehículos han estado cerradas en su mayoría desde finales de marzo y apenas comienzan a reiniciarse.
Eso significa que el inventario de vehículos nuevos está en el volumen más bajo en más de un año. Un inventario bajo significa menos opciones para los consumidores, particularmente con vehículos populares como camionetas y SUV”.
A medida que las ventas de automóviles comiencen a recuperarse, los niveles de inventario se reducirán aún más, causando rápidamente que algunas marcas enfrenten una grave escasez.
Como mínimo, la selección puede ser más limitada, ya que el modelo deseado puede estar en stock pero no en el color o el acabado preferido del consumidor, lo que puede provocar que el consumidor demore la compra, cambie de marca o se mude al mercado de vehículos usados.
Según cita este sitio de analistas, la industria pasará de los efectos de muy pocas ventas, a los efectos de muchos pedidos, pero sin stock en los concesionarios, ya que todavía hay fabricas que no están operando o lo hacen a su mínima capacidad. Y esto le pudiera traer un gran problema a la industria.
Lo que se viene
Mi pregunta al consumidor que está listo para cambiar su auto por uno nuevo, y quiere uno de color rojo con interior color crema, y solo hay azul en colores vivos, con interior blanco o negro.
¿Usted que haría? ¿Espera a que llegue su color y modelo favorito, o compra un color cualquiera por necesidad? Y es ahí donde estará el problema de la industria en el 2020. No habrá muchas elecciones para vender.
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