El presidente de México Felipe Calderón escribió en su cuenta de Twitter: “Con mis más profundas condolencias, hago mías las expresiones de indignación y condena hechas por el vocero federal en el caso Tamaulipas” (vía Twitter for BlackBerry®)
Ya en 2009, se había dado a conocer un estudio que daba cuenta del los maltratos, vejaciones, extorsiones y abusos a los migrantes de Centro y Sudamérica que tenían la necesidad de cruzar por nuestro territorio para llegar a Estados Unidos. El gobierno mexicano al parecer hizo caso omiso del tal reporte y desde entonces no ha tenido la mínima intención de emprender una acción para corregir el problema de los migrantes.
Los aparatos de inteligencia encabezados por el prohijado secretario Genaro García Luna conocían perfectamente que desde hace tiempo el crimen organizado ha visto en los migrantes una industria sumamente redituable en todos los sentidos. Pues los ocupan, en principio como mulas para transportar droga, pero también, los reclutan como sicarios con buenos sueldos y a las mujeres las introducen en la industria de la prostitución.
La cifra de 72 muertos, es por sí misma escandalosa, pero más impactante es saber que antes se localizaba a los migrantes vivos y se les rescataba; ahora, lamentablemente se les halla muertos y no hay una explicación razonable y contundente que convenza a los ciudadanos. Cuando se le recrimina a Calderón la cifra de muertos resultado de su guerra absurda, responde con el argumento que son pandilleros que se matan entre ellos. Está vez, no es así.
Esta mañana nuevamente Calderón escribió en Twitter: “La violencia y la falta de escrúpulos de los criminales debe hacernos entender que los enemigos son ellos. Hay que combatirlos duro.” (vía Twitter for BlackBerry®)
En efecto, eso es lo que estamos esperando, que haya un combate certero para terminar con la delincuencia. Nadie dudaba que los enemigos son ellos. Pero el cinismo con que Calderón refiere estos sucesos, hace pensar que nosotros (los ciudadanos) somos los malos y los culpables.
La noticia de los 72 muertos en Reynosa, Tamaulipas, ha sido de impacto internacional. Una vez más México vuelve a ser considerado un país de violencia inconmensurable. Es una vergüenza que sólo nos conformemos con escuchar una sentidas y vacías condolencias y no exijamos se frene el exterminio de seres humanos.
Pero eso sí, Calderón ya está listo para inaugurar el próximo 5 de septiembre la exposición en Palacio Nacional que honrará a los héroes nacionales que murieron por la patria. Los casi 30.000 muertos de ahora no tienen aún ese honor. Y de paso, nos debemos recetar sus spots publicitarios del cuarto informe que dice que todo está bien.
Twitter: @juanjosesolis