El 6 de enero de 2010, hace 5 días, HispanicLA publicó un ensayo de Roberto Alvarez-Quiñones, ‘Cuba: agravantes del socialismo tropical’. En él se detallan los números históricos de la economía cubana, de antes y después de la revolución, como evidencias de lo que el autor considera una falencia orgánica, fatal y propia del sistema social, económico y político en la Isla. «Los caprichos de Fidel Castro durante 51 años han hecho más ruinosos en Cuba los embates propios de un experimento social inviable», dice Quiñones, que pasa de un ejemplo tras otro para afianzar y demostrar su punto de vista.
Que, por eso, es respetable. Porque Quiñones, como en breve se leerá, conoce al sistema cubano desde adentro, por muchos años de constituir uno de más activos, entusiastas y dedicados miembros. Por eso, y obviando que pueda yo tener un punto de vista diferente al de él[1], lo de Quiñones es importante.
Y de pronto se hizo más importante, hasta histórico, cuando alguien reaccionó a la nota de Roberto Alvarez-Quiñones publicada aquí en HispanicLA: un ex compañero, o amigo, o cuate, quien fue un importante funcionario en el Departamento América del Comité Central del partido comunista cubano y hoy es el consejero político de la Embajada de Cuba en Chile, Fernando García.
Leamos esa reacción y la respuesta posterior del autor. Con lo que no cierra este ciclo y queda a disposición de los lectores de HispanicLA para su argumento y razonamiento.
Lo que sigue es el mensaje de García, que recibí (G.L.) por correo electrónico el 7 de enero:
Señor Quiñones:
Le felicito por su “éxito” de tener tantas revistas que auspicien sus “reflexiones” (como siempre caprichosas e ideologizadas) después de tantos años de dar tantas lecciones de ortodoxia, de marxismo doctrinario y oportunismo anti capitalista per se en las publicaciones oficiales cubanas, y “pruebas” de revolucionarismo en Cuba.
Debe ser muy reconfortante desdecirse de lo que se ha sido y hecho.
Imagino que sea usted muy feliz rodeado de algunos bienes materiales más. Todos tienen su precio y usted encontró el suyo.
Le pido me elimine de su lista y que le vaya bien!
Fernando García
Y a continuació la respuesta, dos días después de Roberto Alvarez-Quiñones a García:
Hola, Fernando:
En efecto, me desdigo de lo que decía. Eso le pasa al 85% de mi generación (voy a cumplir 69). Cuando toda mi familia (en mi casa éramos 5) vino para USA a principio de los 60 yo me quedé solo en la isla con 19 años. Estaba hipnotizado por la utopía marxista-leninista y era el hombre más feliz de la Tierra. Creía apasionadamente en la revolución, fui protagonista (intervine 3 bancos extranjeros) de mil maneras y la defendí convencido, emocionado.
Como ves, yo no te tengo que llamar “Señor García Bielsa”, pues mi computadora no la controla ni la monitorea nadie. Te voy a borrar de la lista. Es una lástima, pues era una ventanita que podía acercarte un tilín a la realidad cubana y su monarquía absoluta . ¿Piensas de veras que el futuro pertenece por entero al estalinismo (eso es el socialismo cubano), que los hermanos Castro son patriotas altruistas benefactores de la patria, y que los emigrados somos mafiosos y oportunistas? Lo dudo. Ya tienes edad y experiencia suficientes para que no te den gato por liebre.
Mi padre (en mi niñez fue papá y mamá a la vez porque mi madre murió cuando yo tenía 5 años) murió en Miami en 1980 sin que yo me comunicara con él porque el partido me había prohibido escribirle a mi familia. Y me cuenta mi madrastra (tiene 88) que cada Día de los Padres a papá se le aguaban los ojos pensando en mi. Esa pena sólo me dejará en paz cuando me pongan bajo tierra.
Durante unos cuantos años viví enamorado de la revolución. Esa es mi vida y no me arrepiento, porque creía en lo que hacía. Pero, mira, las neuronas no se mueren aunque se usen poco, me consta que siguen vivas. Tanto, que finalmente me caí de la mata. Con el tiempo, la realidad y algunas reflexiones en silencio me hicieron abrir los ojos. Hoy ya tengo la satisfacción de que cuando el Nationalsozialismus castrista termine, mis hijos y mi nieto, o los nietos de mi nieto, no tendrán que sentir pena ni avergonzarse de mi.
Heredé de mi viejo querido rasgos de su personalidad muy edificantes, como el de no albergar odios innecesarios en el alma. Por eso te recordaré como el amigo de aquellos tiempos de estudiantes en la Universidad de La Habana.
Deseo lo mejor para ti y tu familia en este nuevo año 2010.
Quiñones
[1] Por ejemplo, en que el bloqueo estadounidense y el hecho de quedarse como único país del Hemisferio en abolir el capitalismo contribuyeron más que los caprichos de supervivencia de una burocracia inepta, a los problemas del país, y hay bastante más.