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Ancianidad vulnerable, la “otra pandemia” que debe enfrentar California

La pandemia afecta a personas de edad avanzada y discapacitados. FOTO: Condado de Los Ángeles

En una conferencia de prensa organizada por Ethnic Media Services (EMS) el 16 de diciembre, el tema central fue la pandemia y su impacto en personas de edad avanzada y los discapacitados. Titulada “A Pandemic of Older Americans” (Una pandemia de adultos mayores en Estados Unidos)”, la reunión incluyó a cinco expertos en la materia; Susan DeMarois, Tomás Aragón, Ana Acton, Jessica Lehman y Donna Benton.

Abrió la charla Sandy Close, directora de EMS, citando un artículo del New York Times: “…ya no estamos enfrentando una pandemia de gente no vacunada sino una pandemia de adultos mayores vulnerables”, decía el periodista. “Y tenía razón –enfatizó Sandy Close-, ya que más del 22 por ciento de los californianos son mayores de 65 años y el 70 por ciento de las muertes por Covid en nuestro estado se encuentra, precisamente, en esa porción etaria. Sin embargo, en el país las cifras son peores, ya que el 81 por ciento de las muertes por Covid se produce en esa población. Con la llegada del invierno, los adultos mayores están teniendo dificultades con múltiples virus, ya que al Covid se han sumado el RSV (Virus Respiratorio Sincitial) y la gripe (influenza). Y la presentación de hoy abordará el modo en que California, el estado con mayor cantidad de adultos mayores del país, está cuidando de ellos y de las personas con discapacidad”.

La edad, el mayor factor de hospitalización y muerte

Inició su ponencia el doctor Tomás Aragón, director del Departamento de Salud Pública de California, indicando que “en las últimas semanas, hemos detectado un aumento de infecciones virales que impactaron en personas de todas las edades, especialmente en niños. Esta positividad fue, sobre todo, del virus RSV. Pero esperamos más infecciones respiratorias. La buena noticia es que el RSV ha llegado temprano y quizás ya haya tenido su pico. Sin embargo, la gripe influenza está en pleno crecimiento y todavía no estamos fuera de riesgo. De hecho, tuvimos muchas hospitalizaciones. Si bien hemos tenido éxito con las vacunaciones, nuestro desafío es que los mayores de 50 estén al día con los refuerzos. Esto es muy importante porque las sub variantes de Ómicron han desarrollado la habilidad de evadir la inmunidad y aún nos queda mucho invierno”.

En cuanto a las hospitalizaciones, Aragón remarcó que “empiezan a subir cuatro semanas después de la transmisión y debemos anticiparnos a lo que vendrá. Vemos que el 65 por ciento de California está en un nivel medio y que hay mucha transmisión. Tenemos hospitales al 120 por ciento de su ocupación, repletos no sólo de pacientes con problemas respiratorios sino también con otras patologías. Esta es una epidemia no sólo de infecciones respiratorias sino también de colapso hospitalario, ya que las infecciones impactan directamente en los trabajadores de la salud, que están cansados o saturados, y entonces hay escasez de personal. En California, tenemos el plan “smarter”. Y nuestro desafío es que la gente se vacune con refuerzos y esté al día. Sólo el 30 % de los mayores de 50 años ha recibido el refuerzo; y debemos tener en cuenta que el mayor factor de riesgo para hospitalizaciones y muertes es la edad. La chance de morir de un mayor de 30 años, es un 25 por ciento más alta. Y esto crece exponencialmente.”.

-¿Qué recomienda en cuanto a medidas de prevención?

-Si bien sabemos que ninguna medida es cien por ciento eficaz, eso no quiere decir que las dejemos de lado. Hay que usar un tapaboca cómodo y aireado, lavarse las manos constantemente y hacer la mayor cantidad de actividades posibles al aire libre. Si desarrollan síntomas, quédense en casa y háganse las pruebas. Lo mejor es tener un plan de prevención antes de la enfermedad, como tomar medicamentos y evitar lugares públicos cerrados.

-¿Podemos hablar de una “pandemia de adultos mayores”?

-Los adultos siempre han tenido riesgos más altos para todas las enfermedades respiratorias, pero con el covid es distinto; porque cuando el virus está en tu cuerpo, tiene más chances de atacar otros órganos como pulmones o corazón. La vacuna puede impedir esas enfermedades y por eso hay que estar al día. El presidente Biden ha desarrollado un plan de prevención nacional para el invierno. Todavía tenemos mucho por hacer y por cualquier problema o duda, consulten al doctor más cercano o al sitio web para asesorarse. Si tienen síntomas, repitan las pruebas una y otra vez, porque no son cien por ciento certeras y una negatividad de hoy puede ser una positividad mañana.

-¿Qué nos puede decir sobre la expectativa de vida en California?

-Que si bien ha bajado a nivel nacional, California sigue teniendo la expectativa de vida más alta del país. Es un orgullo saber que nuestro gobernador está enfocado en adultos mayores con nuestro programa maestro, sabiendo que en 2030 vamos a tener 10.8 millones de californianos mayores de 60. Esta es una prioridad clave para nuestro estado, un desafío.

“Sólo el 30 % de los mayores de 50 años ha recibido la vacuna de refuerzo; y debemos tener en cuenta que el mayor factor de riesgo para hospitalizaciones y muertes es la edad. La chance de morir de un mayor de 30 años, es un 25 por ciento más alta. Y esto crece exponencialmente”, dijo el doctor Tomás Aragón, director del Departamento de Salud Pública de California.

Covid y discapacidad en comunidades marginales

Jessica Lehman es directora ejecutiva de “Senior and Disability Action”, una organización sin fines de lucro que reúne a personas adultas con todo tipo de discapacidad. “Pero a esas discapacidades, muchas veces se le suma el estigma social de ser de color o pertenecer a un segmento marginal”,  comentó Lehman abriendo su charla. Y continuó.

“El Covid afectó a muchas personas en los geriátricos, lugares que estaban muy cerrados. Pasó mucho tiempo hasta que tuvimos esa información. Y también que los miembros de determinadas comunidades estaban siendo más afectados que otros; marcando así una clara división en la sociedad. Sin embargo, esas personas estaban conectadas a nosotros por ser familiares, vecinos o sencillamente parte de nuestra comunidad. De esta manera, las discapacidades se vieron magnificadas en algunas comunidades puntuales como las más pobres o las de color. Y sus expectativas de vida aún siguen bajando. Por eso, ante estos casos es bueno hablar no sólo de pandemia sino también de la discriminación hacia personas mayores o con discapacidad. Necesitamos cambios sociales urgentes y aprender el concepto de diseño universal; eso va a beneficiar a todas las personas”.

-¿Puede darnos un ejemplo de lo que significaría “beneficiar a todas las personas”?  

-De nacimiento tengo una discapacidad y utilizo una silla de ruedas; eso afecta mi capacidad de respiración. Pero eso no es noticia. Si yo hiciera algún deporte especial, tal vez se hablaría de mí. Y lo mismo pasa con la tercera edad. No hablen sólo de los adultos mayores que hacen deportes extremos, por ejemplo. No es necesario eso para ser valorado en una sociedad. Estaría bueno hablar de todas las personas mayores o discapacitadas pero como valor en sí mismo, independientemente de las cosas extraordinarias que hacen. Remarcar nada más que lo extraordinario, es no querer ver el problema, de la misma manera que subrayar la vulnerabilidad es un modo de paternalismo. Es necesario hablar de “personas mayores” o de “personas discapacitadas; y no de “mayores” o “discapacitados”.

“Las discapacidades se vieron magnificadas en algunas comunidades puntuales, como las más pobres o las de color; y esas expectativas de vida aún siguen bajando” puntualizó Jessica Lehman, directora ejecutiva de Senior and Disability Action.

La discapacidad como modo de diversidad

Ana Acton, subdirectora del Departamento de Rehabilitación de California, empezó su charla comentando sobre cuál es la finalidad de la organización.

“Trabajamos para asegurarnos que la gente con cualquier tipo de discapacidad tenga acceso al empleo y a la vivienda. Los centros como el nuestro existen en todos los estados y proveen una gran cantidad de servicios. Durante la pandemia, hemos visto trabajar a esta red de organizaciones no sólo con adultos mayores sino también con jóvenes cuyas patologías constituían un gran factor de riesgo; jóvenes con diabetes, sobrepeso o dificultades motrices. Evaluamos las necesidades no satisfechas de esta población y hemos comprobado que el aislamiento y la soledad han sido los mayores problemas; ya que les ha impedido la interacción con la comunidad. Por eso, en nuestro centro tratamos de conectar a la gente con servicios y salvar la brecha digital proveyendo recurso humano para aprender a usar los dispositivos. Pero también hemos trabajado en el acceso a la comida, diseñando programas de compras de supermercado y entregas a domicilio”.

-¿Qué nos puede decir sobre la situación de las personas con discapacidad en contexto de pandemia?

-Que hay un problema mayor que el covid, y es el estigma que existe en nuestra sociedad; no sólo sobre el valor que tienen las personas con discapacidad sino también los adultos mayores. Creo que lo realmente importante es concebir el envejecimiento y la discapacidad como parte de la diversidad que nos rodea y en medio de la cual vivimos.

“Creo que lo realmente importante es concebir el envejecimiento y la discapacidad como parte de la diversidad que nos rodea y en medio de la cuál vivimos” remarcó Ane Acton, directora del Departamento de Rehabilitación de California.

Cuidadores familiares, indispensables en pandemia

Dona Benton es directora de la “Family Caregiver Support Center” (Universidad del Sur) e hizo foco sobre los cuidadores de familia.

“Cuando tengan un resfrío o un covid, ¿quién va a cuidar de ustedes? Pueden pensar quizás en su pareja, en un hijo o un vecino. Pero es importante saberlo de antemano. Porque muchas veces, esa persona es más joven y está trabajando, y quizás no tiene mucho tiempo libre. Pero cuando se lo toma, deben saber que existen políticas que ayudan a proteger a ese cuidador. Una encuesta nacional dice que, desde que existe el covid, la cantidad de cuidadores de familia con dificultades han crecido más de un 26 por ciento. Como miembros de la familia, estamos tratando de prevenir que esos cuidadores se contagien, porque el riesgo de que eso pase es muy alto. Y la salud de los cuidadores ha disminuido de “buena” a “regular”. O sea que también tenemos que asegurarnos la salud de la familia, sea de sangre o por afinidad; asegurarnos que tengan equipos de protección y mayor acceso a las vacunas. Y que sepan usar las licencias laborales por enfermedad de un familiar y puedan tomarse ese tiempo. Los cuidadores son invisibles pero indispensables para manejar el Covid y esta triple pandemia. En California tenemos el centro de recursos que van a proveer servicios. Pero la infraestructura de apoyo se va debilitando a medida que la gente debe regresar al trabajo.

-¿Cómo definiría el rol de los cuidadores familiares?

-Como fundamental. De hecho, la gente que trabaja en salud tiene que reconocer que son ellos, los cuidadores familiares, los que deben coordinar las acciones con la persona enferma; concentrándose no sólo en el paciente sino también en la familia del paciente. Por eso es necesario que ese cuidador conozca sus derechos laborales, para tener mayor tiempo libre y poder ayudar a todo su entorno.

”Desde que existe el covid, la cantidad de cuidadores de familias con dificultades ha crecido. Estamos tratando de prevenir que esos cuidadores se contagien porque su salud ha disminuido de buena a regular”, indicó Dona Benton, directora de la “Family Caregiver Support Center”, de la Universidad del Sur de California.

El inestimable valor de la población adulta

Finalmente, fue el turno de la doctora Susan DeMarois, quien así describió el Departamento de Envejecimiento de California que dirige.

“Este es un lugar donde la gente se puede conectar con nuestros servicios y consultar sobre cómo cuidar a los adultos mayores o el modo de tomar decisiones sobre internaciones en geriátricos. Durante esta triple pandemia, es muy difícil unirse o juntarse con los vecinos o tener experiencias comunitarias. La única manera en que podemos hacerlo es asegurándonos que todos los adultos mayores y sus cuidadores tengan las vacunas al día y sus refuerzos. También que la gente sepa que hay “kits” de testeos gratuitos que provee la administración Biden, que los planes de salud están disponibles y que toda la gente tiene acceso a los tratamientos. En California tenemos un plan maestro para el envejecimiento, implementado por nuestro gobernador Gavim Newson por una orden ejecutiva; y se ha estado trabajando fuerte en el área de vivienda, salud, equidad, exclusión y cuidados. Nuestra meta es enfocarnos en envejecimiento, ya que los costos en estas áreas son cada vez mayores”.

-¿Cómo está California ante el envejecimiento poblacional?

– Entusiasma ver lo que está haciendo California. Creo que al considerar el “gran plan de envejecimiento”, yo me concentraría, sobre todo, en la meta 3, que es la inclusión y la equidad, y no en el aislamiento. Hoy tenemos 3.8 millones de californianos mayores de 65 años, y muy pronto tendremos más. Propongo que, dentro de lo posible, nos concentremos en el valor inestimable de esta población”.

“Creo que al considerar el gran plan de envejecimiento de California, yo me concentraría en la meta número 3, que es la inclusión y la equidad, y no en el aislamiento”, propuso la doctora Susan de Marois, directora del Departamento de Envejecimiento de California.

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