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Es frecuente escuchar, de boca de compradores y vendedores en transacciones de bienes inmuebles, la pregunta: ¿Y para qué necesito un abogado?
En realidad no existe ley que obligue a contratar los servicios de un abogado. Es sólo sentido común lo que indica que debe hacerse. Eso sí, es imprescindible tener la certeza de que quien vaya a representarle sea un abogado especializado en leyes aplicadas a bienes raíces.
El abogado debe aclarar el estado de las escrituras de la propiedad en cuestión.
Debe asesorar en el aspecto legal de la operación. Debe verificar la zonificación y regulaciones que rigen para la parcela en que se halla el inmueble, con el fin de asegurar que la propiedad raíz es lo deseado por el comprador y que no está en violación de ley alguna, norma, regla o disposición establecida.
Cuando existen notas, pagarés, hipotecas o cualquier otro instrumento financiero, un abogado especializado en la materia es necesario para que analice los términos de la hipoteca y la nota y advierta sobre estrategias no deseadas que obliguen a cumplimientos de penalidades por pagos anticipados o cláusulas no acordadas, que impongan la liquidación, total o parcial del préstamo, en fechas o términos no convenidos. Así como de cualquier alteración en la estructura de los instrumentos financieros.
Un abogado, especializado en bienes raíces, también incluirá entre sus deberes el análisis de las pólizas de seguro a seleccionar, con el objetivo de verificar que las mismas sean las adecuadas para el tipo de inversión realizada. Asimismo, se encargará de registrar e inscribir los documentos e instrumentos relacionados con la transacción, en las oficinas y niveles pertinentes.
En los Estados de California, New Jersey, New York, Florida, etc., las compañías de cierres (escrow companies), mantienen dentro de su personal un abogado que supervisa y es responsable por todas las transacciones que se efectúen en las mismas. Pero ello no quiere decir, que dicho abogado represente los intereses de compradores o vendedores. Por regla general estos abogados representan los intereses de las instituciones financieras que intervienen, en cada negocio, en calidad de prestatarias.
En las transacciones comerciales, sobre todo, la importancia de un abogado especializado se impone, para garantizar la seguridad y libre disfrute de la inversión. Resulta vital recordar que los negocios descansan en las leyes que los amparan.
Antes de finalizar, quisiera señalar que es una práctica común condicionar los contratos de compra-venta de bienes raíces, a la aprobación de un abogado. Esta táctica permite continuar negociando mientras se garantiza el asesoramiento legal.
J. A. “Tony” Ruano es autor del libro “Bienes raíces.” Escriba a: tony@ruanobrokers.com
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