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Cómo calificar a un inquilino

Bienes raices: antes de comprar propiedades

La principal preocupación de aquellos que invierten en edificios de vivienda múltiple, es mantener estable el flujo de entradas procedentes de la renta. Quien logre reducir a su mínima expresión las pérdidas por concepto de unidades rentadas a destiempo o mal rentadas, puede decir que tiene el noventa por ciento de la pelea ganada.

Encontrar buenos inquilinos no es tarea fácil. Pero si observamos las reglas básicas para calificarlos, los riesgos se reducen. Un mal vecino echa a perder un edificio, es por ello que por más medidas que se tomen al respecto jamás serán suficientes.

Las reparaciones a realizar, cada vez que un apartamento se desocupa, dependen directamente de la calidad del inquilino que haya ocupado el mismo.

Los gastos de abogados y corte, relacionados con el desahucio de inquilinos morosos o indeseables, también se reducen si un buen trabajo de selección es realizado.

El mayor problema que trae consigo la entrada de un elemento discordante a una propiedad, es el daño moral que causa al ambiente de la misma. Y una vez afectada la moral, consumirá tiempo traerlo todo de nuevo a la normalidad.

Para calificar a un inquilino el primer paso a dar, es solicitar la relación de personas que van a vivir en la propiedad y obtener autorización, por escrito y firmada, para investigar crédito, empleo y referencias, de todo aquel que tenga dieciocho años o más. Número del Seguro Social y número de la Licencia de Conducción.

Investigue cuidadosamente el crédito de los aspirantes. Basta para ello una llamada a un Buró de Crédito local. Esto, vinculado a una investigación de la licencia de conducción, de quien la posea, podrá dar una imagen del grado de responsabilidad de los que aplican.

La información que obtenga del empleo o centro de estudios, de todo aquel que cuente con dieciocho años o más, será más que valiosa para calificar las personas que pretendan ocupar el lugar, sobre todo, en lo que a disciplina se refiere.

La verificación de personalidad, a través de terceros, es recomendable siempre que no existan lazos familiares o amistosos. Se debe considerar que un empleador raras veces da un informe negativo de uno de sus trabajadores. Que un casero frustrado y amargado con un inquilino, dirá que es el mejor del mundo, con tal de salir de él.

Que en muy contadas ocasiones se escucha un mal criterio de labios de alguien que haya sido señalado como referencia. Que si alguien ha tenido problemas con su crédito, no es necesariamente un irresponsable y aún más, alguien puede tener su licencia de conducir suspendida y ser una excelente persona. Entonces… ¿qué hacer?

Sencillamente hágalo todo y después que esté complacido con los resultados obtenidos, visite el lugar de residencia en el cual radica quien pretende ser su inquilino, en la seguridad de que: así como viva donde vive, de igual forma vivirá en lo suyo.

 

Autor

  • J.A. Tony Ruano

    Economista. Especializado en mercadeo y finanzas de propiedades inmobiliarias. Desde 1995 su columna “Bienes raíces”, ha sido publicada semanalmente, por los principales periódicos en idioma español en Norteamérica. Tony es autor del libro “Bienes raíces. Manual práctico de compra, venta y administración”

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