Los buscadores de oportunidades son una constante entre aquellos que se inician en el arte de invertir en bienes raíces. Normalmente provienen de cursos y programas que prometen lo que en realidad no se puede obtener. Llegan a ser tan ilógicos en sus aspiraciones y tan agresivos en su forma de actuar, que pretenden comprar propiedades inmuebles por debajo del valor de tasación de las mismas y sin desembolsar, ni tan siquiera, la cuota inicial de entrada; pero hay que tenerles paciencia, puesto que no se trata de una actitud espontánea, sino, de un síndrome adquirido a través de la desinformación.
Un inversionista debe tener en consideración que, actualmente, nadie en su sano juicio regala algo valioso. Hoy, en la era de la cibernética y la informática, las amplias redes de comunicación mundial permiten obtener asesoramiento en cualquier materia imaginable y los bienes inmuebles no son precisamente la excepción.
Sin embargo, la oportunidad de comprar propiedades a buen precio existe. Se encuentra, mayormente en sitios donde por una u otra razón el mercado se deprime. Este tipo de especulación tiene sus particularidades; pero con un análisis cuidadoso, tiempo para esperar una ligera recuperación y una juiciosa proyección futura, resulta algo posible y lucrativo.
Hay quienes buscan oportunidades en las casas reposeídas por las administraciones de Desarrollo Urbano y la de Veteranos o por instituciones financieras. Realmente ese fue un negocio muy lucrativo hace ya algunos años; pero en la actualidad, las condiciones del mercado y las ganancias a obtener no justifican los precios que se pagan.
En las propiedades vendidas por la Administración de Veteranos o por la Agencia de Desarrollo Urbano es frecuente hallar compras por encima del precio de lista de las mismas y de su valor real en el mercado. Son propiedades que en la mayoría de las ocasiones necesitan reparaciones mayores y son entregadas sin garantía alguna en cuanto a estructura, equipos electrodomésticos, posibles violaciones del código de construcción o zonificación.
El costo de acondicionar una propiedad debe ser tomado muy en serio por el inversionista. En ocasiones, al sumar el precio pagado y el monto de las reparaciones hechas en la misma, encontramos que existen, en el mercado, propiedades en mejores condiciones y localización por menos del dinero empleado en el proyecto y sin el gasto de tiempo y esfuerzo que una empresa de esta índole exige.
Es mi consejo, no solicitado, que antes de salir a cazar oportunidades se relacionen con un agente de bienes inmuebles, especializado en este tipo de actividad, un abogado, un tasador y con personas capaces de hacer las reparaciones necesarias.