Un sueño se mece en mí
brindándome un unicornio
una piedra
una ola
una parábola
y agua cristalina
Luego contemplo el nítido azul
de tu sonrisa
y la sinceridad de tus ojos
para dar amor sin esperar
En la profundidad son tres kilómetros
Y detrás de los kilómetros
descubro gaviotas
un horizonte
un armónico caracol
un danzante en un remolino de plumas
Estoy con unos venados
adornando el cerebro
Caigo en una brisa de bosque
que trae mariposas monarcas
Y todos llegamos a un río
Se convierten en arco iris
en la luz radiante de la tierra.
A una ventana le doy mi voluntad
El cuerpo se trasluce
Mi alma vuela
Y mi palpitar se hace campo
Aquel soy yo pero adentro
con otro rostro
Y otro proceder
de montaña a montaña
Pero son mis manos
las que te hacen mujer
en el cielo que conozco
y abrazo de punta a punta
Las manos como de tierra michoacana
como artesano de sueños
como pan listo para la fiesta
Lo que no descifro
es de donde salen los cuervos
y la insistencia por contarles de donde
nacen el maíz y las estrellas
Más adentro
el torbellino llega
el agua se aclara
el cielo se despeja
y el horizonte recobra su distancia
Ando en los caminos del cuarzo
Los pies los tengo en el llano.
Alejandro Molina nació en Arteaga, Michoacán, México. Estudió en el Centro Regional de Educación Normal para ser maestro y actualmente está por
obtener una maestría en teatro en California State University, Northridge. Si bien no tiene preparación formal en el ramo de la poesía, su participación en
talleres literarios, peñas culturales y su carrera teatral han enriquecido su forma de escribir.