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Eran finales de los ochentas o principios de los noventas, no tengo tan fresca la memoria. La poderosa Televisa tenía un contrapeso, no en audiencia pero si en calidad. Era el Instituto Mexicano de la Televisión (Imevisión) que en aquellos días competía por las mañanas contra el famoso programa de noticias y variedades Hoy Mismo, conducido por Guillermo Ochoa, Lourdes Guerrero y Juan Dosal, a través de un noticiario diferente donde descubrí a tres grandes comunicadores, Javier Solórzano, Carmen Aristegui y José Ramón Fernández.
Una vez privatizada la cadena y convertida en lo que ahora es TV Azteca, cada uno de esos personajes que terminé admirando, siguió su camino de manera individual por diferentes medios.
El caso de Artistegui es de llamar la atención por el hecho de abrirse paso como mujer en un país tan misógino en los medios como el nuestro, desarrollando un estilo propio que a la postre le ganó una cantidad de seguidores y detractores que al tiempo la colocarían como una de las conductoras de noticias y análisis más influyentes del país.
Se podrá estar de acuerdo o no con el estilo de Carmen, pero a nadie le resulta indiferente cuando se le escucha.
Su paso por los medios ha sido accidentado y polémico, siempre al filo de la línea editorial de las empresas donde ha laborado.
Fuera Imevisión, MVS, Grupo Imagen, Canal 11, Televisa y hasta CNN donde actualmente sigue desempeñándose.
El pasado viernes 4 de febrero en su noticiero matutino en MVS, Carmen Aristegui hizo referencia a la protesta que diputados del PT realizaron en Sán Lázaro y a la manta que colocaron con la fotografía del presidente Felipe Calderón en la que se leía: «¿Tú dejarías a un borracho conducir tu auto? No, ¿verdad? ¿Y por qué lo dejas conducir al país?»
A lo que Aristegui comentó: “No es la primera vez que se habla de este tema, de un presunto alcoholismo de Felipe Calderón. Si usted es usuario de las redes sociales –por ejemplo–, pues en ese circuito de comunicación de la sociedad mexicana es frecuente ver expresiones que aluden a esa circunstancia que no podemos corroborar (…)
“Debería realmente la propia Presidencia de la República dar una respuesta clara, nítida, formal al respecto. No hay nada de ofensivo –me parece– cuando alguien, si es que fuera el caso, atravesara por un problema de esta naturaleza (…)
“¿Tiene o no Felipe Calderón problemas de alcoholismo? Esto merece, insisto, una respuesta seria, formal y oficial de la propia Presidencia de la República.”
A partir de ayer comenzaron los rumores en las redes sociales sobre su salida, hasta que MVS Noticias informó a su personal de redacción, mediante correos electrónicos enviados a partir de las 18 horas, que la periodista Carmen Aristegui «transgredió el código de ética de la empresa, por lo que se decidió dar por terminada la relación laboral que se tenía con ella”.
En el comunicado interno, MVS no especificó el motivo o la causa, ni dio mayores detalles, ni precisó la fecha de finalización del contrato; sin embargo, en la página web de MVS se eliminó cualquier referencia a Carmen Aristegui.
Anoche ya no figuraba en la programación de Primera Edición de 6 a 10 de la mañana que ella conducía. Tampoco se encontraban los banners que anunciaban su espacio.
Mediante Twitter, Kirén Miret, productora del noticiero que conducía Aristegui, confirmó la noticia: “Carmen Aristegui sale del aire en MVS. Supongo que lo explicará cuando lo considere pertinente”.
La noche se convirtió en un ir y venir de rumores, comentarios a favor y en contra aderezados de toda clase de chistes sobre el alcoholismo de Calderón.
En un breve audio difundido esta mañana durante el espacio que conducía Aristegui, MVS explicó que el cese de la conductora se debió a que transgredió el código de ética de la empresa. Sin embargo, no detalló en qué consistió dicha transgresión.
«En nuestro código de ética nos comprometemos a rechazar la presentación y difusión de rumores como noticias. La periodista Carmen Aristegui transgredió nuestro código ético y decidimos dar por terminada nuestra relación contractual», se explica en el mensaje.
En un comunicado publicado en su página de internet, la empresa informó que la transgresión ocurrió el viernes 4 de febrero y agregó que Carmen Aristegui se negó a ofrecer una disculpa pública.
«El pasado viernes 4 de febrero, la periodista Carmen Aristegui dio por válida una presunción, transgrediendo nuestro código ético y al negarse a ofrecer, como lo solicitó la empresa, una disculpa pública, decidimos dar por terminada nuestra relación contractual», refirió el texto.
Habrá que esperar lo que diga Aristegui al respecto para cerrar este círculo que es una vuelta sin retorno.
La empresa tiene todo su derecho de despedir a la conductora y ésta a su vez de llevar al límite su punto de vista sobre una figura que sigue siendo intocable como el Presidente de la República.
Lo curioso es que a estas alturas de nuestra historia los códigos de ética de las empresas de comunicación en este país sean tan limitadas y retrógradas, como si siguieran viviendo en épocas oscuras de un pasado no tan lejano.
Podré estar de acuerdo o no con Aristegui o MVS, pero coartar la libertad de expresión de esa forma mientras vemos y escuchamos peores cosas en los medios resulta lamentable.
Para alguien que disfruta de la radio hablada y después de la salida de José Gutiérrez Vivó del cuadrante, un movimiento más contra Carmen Aristegui después de lo que vivió en la W, deja tantas interrogantes en el aire que tendré que esperar a tener la cabeza más fría para opinar objetivamente del asunto.
Ahora la pregunta es: a quién escucharé por las mañanas?
Enviado desde mi oficina móvil BlackBerry® de Telcel
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