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Desde un punto
del Valle de Anáhuac
En 1995 cuando el país pasaba por la peor crisis que había vivido hasta ese entonces, subió el IVA de 10% a 15%, hecho que quedó grabado en la memoria de los mexicanos con la señal de júbilo que hizo el legislador del PRI, Humberto Roque Villanueva. La oposición no tenía la fuerza suficiente en el Congreso para hacer un contrapeso a la reforma.
A partir del 1 de enero de 2010 y después de los efectos devastadores de la crisis financiera que comenzó en 2008, el IVA subió de 15% a 16%, después de que el PRI y el PAN aprobaron el dictamen de reforma a la ley del IVA en octubre de 2009. Eran días de unión entre el gobierno federal panista y el PRI.
Hoy la polémica se centra en la propuesta del PRI de reducir el IVA del 15% al 12%. Ahora el PAN y el PRD están en contra.
Para el ciudadano común y corriente de México resulta casi imposible entender con claridad todo el entramado de lo que representan cada uno de los impuestos que pagamos, llámese Impuesto al Valor Agregado (IVA), Impuesto Sobre la Renta (ISR), Impuesto Empresarial a Tasa Única (IETU), Impuesto a los Depósitos en Efectivo (IDE), sólo por mencionar los más conocidos.
Que si el porcentaje de recaudación es bajo, una alta evasión fiscal, o muchos privilegios que exentan de pagar impuestos a los que más tienen, al final hemos sido incapaces de tener a representantes políticos dispuestos a reformar la recaudación fiscal en este país.
Me da envidia de la buena ver como en otros países simplifican a los ciudadanos el pago de impuestos, sin necesidad de tener un contador que entienda la ley hacendaria, que cada año cambia y que termine por realizar el trabajo que nosotros deberíamos hacer.
Pero lo que importa en la antesala de los periodos electorales, es buscar el beneplácito del voto por medio de promesas que reflejen una supuesta preocupación por las necesidades de la población.
Da la impresión que los partidos políticos piensan que no tenemos memoria y vivimos en las mismas condiciones que ellos.
Podré estar o no de acuerdo en la disminución del IVA y lo que provocaría dicha medida. Lo que más me preocupa es ver la incapacidad del Gobierno Federal para generar acuerdos, teniendo un secretario de hacienda con un perfil muy alejado de lo que requerimos en el puesto y por otra parte una oposición poco creativa para hacer contrapesos a las iniciativas gubernamentales.
Si lo que buscan los priístas es mover los reflectores hacia ellos con la elección del Estado de México en puerta, midiendo los pasos de la bizarra alianza política entre panistas y perredistas, lo único que lograrán es que todo esto, como muchas de las reformas que se intentan sacar este año, terminarán por quedar empantanadas por un largo tiempo.
Al final lo que nos interesa a los ciudadanos es saber en qué y cómo se gasta nuestro dinero recaudado, porque a quienes lo gastan parece que se les olvidó quien los mantiene.
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