En el Senado se está negociando intensamente en estos días un acuerdo fronterizo y migratorio después de que a instancias de la Casa Blanca ambas cámaras votaron por otorgar unas semanas más para llegar a un acuerdo que prevenga el cierre de agencias del gobierno.
En cualquier momento podrían declarar un consenso
Se recordará que la razón de que no se haya votado aún el paquete presupuestario – que incluye la ayuda a Ucrania, Israel y Taiwán – es la insistencia de la bancada republicana de condicionarlo a atender primero la crisis migratoria en la frontera.
El debate se está llevando a cabo a puertas cerradas y en secreto. La mayoría de los legisladores ignoran el estado de lo que se está debatiendo, algo inadmisible dada la importancia de las decisiones que se están forjando.
Y si bien no es la primera vez que esto sucede, nos preocupa que en esta instancia nuestros representantes latinos sean excluidos en las negociaciones fronterizas.
Es como si en los debates históricos por los derechos civiles de la comunidad afroamericana se hubieran excluido a los representantes negros.
Un debate a puertas cerradas y los latinos podrían no estar
Sin embargo, esa es la situación: los miembros del Caucus Hispano del Congreso (CHC), por su naturaleza, por la experiencia de sus miembros en los temas que se debaten y por el simple hecho de que representan a sus principales implicados, deberían participar como iguales. Pero están fuera del proceso.
Una situación similar se dio en las reformas de 1996 y 2006, cuando se tomaron decisiones legislativas que en poco beneficiaron a los inmigrantes y sin que los latinos tuvieran una voz en el proceso.
Desde entonces ha crecido el número de legisladores latinos, lo que debería expresarse en su prominencia política.
Complica aún más este impasse que el expresidente y nuevamente candidato Trump se oponga a toda concesión que pueda ser interpretada como una victoria para la administración Biden, y que de cualquier manera en la Cámara de Representantes podría no existir una mayoría que ratifique lo que se podría acordar en el Senado.
Crece la preocupación en el Caucus Hispano del Congreso
Varios miembros del CHC como su presidenta, la congresista Nannete Barragán o el senador Bob Menéndez expresaron repetidamente su preocupación por el hecho de estar excluidos del proceso.
Si los latinos siguieran fuera del debate y el resultado atentara contra los intereses de la comunidad, los cuatro miembros del grupo latino en el Senado y los 38 en la Cámara Baja deberían considerar votar por unanimidad en contra del mismo.
Los representantes latinos deben ser parte de las negociaciones en las que se está determinando el futuro de sus representados. Y el debate debe proceder de manera más transparente. No podemos llegar a una situación en la que quienes paguen por el acuerdo sean los inmigrantes en general y los latinos en particular.