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El crecimiento de los Boogaloo Bois y la inacción de Facebook

Los Boogaloo Bois

El 31 de agosto, el presidente Biden dio su más firme y decidido discurso contra el fascismo, un discurso llamado desde entonces “Alma de la nación”.  

El reconocimiento de Biden

El partido Republicano, dijo Biden, uno de los dos principales del país, fue tomado por un movimiento explícitamente antidemocrático, al que llamó “los republicanos MAGA”, por el acrónimo del popular lema de Donald Trump “Make America Great Again”, usado como identificación por sus seguidores. 

“Lo que estamos viendo ahora es el comienzo… de una filosofía MAGA extrema. No es solo Trump, es toda la filosofía que sustenta el… voy a decir algo, es como el semifascismo”, dijo el Presidente.

“Trump y los republicanos extremos del MAGA han tomado su decisión: retroceder llenos de ira, violencia, odio y división”, agregó. Y también “Debemos ser más fuertes, más comprometidos y más decididos a [salvar] Estados Unidos que los republicanos de MAGA para destruir Estados Unidos”.

Las críticas por parte de aliados de Trump y pacifistas por cuenta propia no se hicieron tardar. 

Un portavoz del Comité Nacional Republicano, Nathan Brand, reprendió a Biden por el comentario más tarde el jueves y lo calificó de «despreciable».

Reacciones adversas

Kevin McCarthy, líder de la bancada republicana en la Cámara de Representantes y aspirante a liderarla después de las elecciones de noviembre, dijo: «Cuando el presidente hable… las primeras líneas que salgan de su boca deberían ser para disculparse por calumniar a decenas de millones de estadounidenses como ‘fascistas'».

Y Tucker Carlson, el muy popular comentarista de Fox News y arquitecto de la ideología trumpista, dijo: “Eso es esencialmente una declaración de guerra contra la mitad del país”. Y, claro, también demandó que el presidente pida perdón por la ofensa

Pero algunos de sus presuntos aliados, temblándoles las rodillas, acusaron al presidente de incitar a aquellos que había desenmascarado y de acelerar el mismo proceso de fascistización  de la derecha republicana clásica.

Esa es la estrategia de quienes quieren aplacar, mitigar y apaciguar al fascismo emergente en nuestro país. 

La historia nos enseña que no es posible. 

No se puede aplacar a los nazis y los fascistas, ni mitigar su extremismo, ni apaciguar su agresividad. Todo ello sería visto como un signo de debilidad y una afirmación de su camino destructivo.

Vuelven Los Bogaloo Bois

El miércoles 6 de septiembre, una noticia en varios medios de comunicación daba cuenta del resurgimiento de una de las milicias fascistas más importantes en los medios sociales: Los Bogaloo Bois.

Los miembros de esta amorfa milicia armada, cuando aparecen públicamente pueden ser fácilmente reconocibles. Encima de los pertrechos militares, tienen afinidad por las camisas hawaianas y máscaras o capuchas. 

El hallazgo el resultado de la investigación del Proyecto de Transparencia Tecnológica o TTP por sus siglas en inglés. 

TTP es un centro de información para periodistas, investigadores y funcionarios sobre la influencia de las principales plataformas sociales en nuestra vida. 

Ya en abril, TTP había alertado a las autoridades de Facebook sobre los participantes de las cuentas de los Boogaloo Bois. Informaron que intercambiaban instrucciones sobre uso de explosivos, tácticas bélicas, medicina de combate y el uso de armas, incluyendo lanzallamas. “Esta actividad está ocurriendo sin ninguna intervención aparente de Facebook”, dice el estudio.

Agrega que el total de miembros de estos grupos es de 72,686, aunque algunos podrían pertenecer a más de un grupo. 

La organización investigadora identificó 110 grupos privados de Boogaloo en Facebook, creados después del 30 de junio, cuando Facebook anunció que prohibiría una “red de Boogaloo violenta”. Algunos de ellos tienen más de 1,000 miembros. Uno de ellos, el “Bigaloo Boogaloo”, más de 3,300. 

Todos ellos difunden propaganda, reclutan nuevos miembros y recaudan dinero mediante la venta de mercancía relacionada.

Nuevas tácticas para evitar detección

Para confirmar lo dicho antes sobre los intentos de apaciguamiento, cabe agregar que también en abril, TTP detectó nuevos grupos de boogaloo en Facebook que se crearon cuando el gobierno federal anunció nuevos pasos para frenar la violencia armada, incluidas restricciones a las «armas fantasma», aquellas a las que se les borra el número de serie.

Los primeros indicios de activismo de los Boogaloo surgieron en los medios sociales en 2012 o 2013, inicialmente 4chan (en su grupo /k/)  y posteriormente Facebook,  aumentando su presencia en eventos y mítines durante la presidencia de Trump. Su lanzamiento quasi-oficial tuvo lugar en el mitin de la Segunda Enmienda de la Liga de Defensa de los Ciudadanos de Virginia de enero de 2020 en Richmond, Virginia.

A partir de entonces, el grupo, amorfo y sin estructura vertical ni línea de liderazgo conocida, creció y evolucionó. Siempre bajo el manto de la oposición a las medidas gubernamentales contra el coronavirus y otras.   

En abril del mismo año, 60% de sus grupos en línea habían sido creados en los últimos tres meses.

Expulsión de Facebook

Son creyentes de que los problemas del país se solucionarán a través de una guerra civil y la desaparición de la estructura democrática. Sus miembros son hombres blancos adeptos a la participación constante e intensa en los medios sociales. Contrariamente a otros grupos violentos, aborrecen profundamente a los miembros de las fuerzas del orden, a quienes ven como servidores del estado tiránico. Curiosamente, algunos de ellos apoyan el movimiento Black Lives Matter, precisamente por su animosidad contra policías. 

Los Boogaloo Bois habían sido expulsados de Facebook en julio de 2020. Esto sucedió solo después de que su activista Steven Carrillo mató a un agente federal en un intento de instigar a una guerra civil. 

Carrillo, además de ser miembro de los Boogaloo Bois, cuya estructura organizativa y jerarquía son desconocidos, militó en los Grizzly Scouts, una milicia armada de California cuyos reclutas poseen graduaciones militares, nombres de guerra y uniformes negros.. 

Carrillo pasó por varias etapas antes de jurar fidelidad a los Boogaloo Bois: el movimiento Tea Party, libertarismo y una defensa fanática del derecho de portar armas de la Segunda Enmienda de la Constitución. 

Es hijo de un inmigrante indocumentado de México y nació en Los Ángeles hace 28 años. 

La pérdida del poder presidencial para Donald Trump en 2020 asestó un duro golpe a los Boogaloo Bois. Prácticamente, desaparecieron de Facebook. 

Uno de sus líderes abandonó la actividad política y parecía que la organización – una de las más violentas en su apego a la lucha armada y el llamado a una guerra civil – iba camino a la disolución. 

El resurgimiento de los Boogaloo Bois

Pero a partir del 8 de agosto esto cambió. Aquel día, agentes del FBI irrumpieron en la mansión Mar-a-Lago de Trump para recuperar múltiples documentos secretos. 

Para varias milicias armadas “la búsqueda encendió la retórica violenta en la extrema derecha”, como dice el título del análisis de The New York Times. 

Los partidarios de Trump la enmarcaron como la acción de un régimen tiránico. Reaccionaron como lo han hecho hasta ahora, solo que con más agresividad y lenguaje más insultante e incendiario. 

Los Boogaloo Bois
2020 VCDL Lobby Day, Richmond, Virginia / Anthony Crider, Flicker / Wikimedia

Pocos días después, los Boogaloo Bois comenzaron un acelerado regreso a Facebook y otros medios. Pero esta vez, para prevenir ser detectados y prohibidos, ahora esconden su identidad, como ser el cambio de una o más letras de su nombre. 

Muchos de los participantes en estos nuevos miles de mensajes en línea alabaron a Ricky Schiffer. Se trata de un simpatizante de Trump que decidido a vengar las afrentas contra él, quien atacó la oficina del FBI en Cincinnati. Lo consideran un héroe. Schiffer seguía cada expresión de Donald Trump en los medios sociales, incluyendo su llamado de que estaba “Bajo asedio, allanado y ocupado” el día del operativo.

Indiferencia e inacción

Facebook conocía su carácter militante, sus llamados a la violencia y las consecuencias letales de esa incitación. ¿Cómo es posible que no haya prevenido ese resurgimiento? ¿Por qué siguen estos grupos en línea?  

Lamentablemente, y según The New York Times, Facebook, a quien los extremistas prefieren al medio pro-Trump Gab por su alcance mucho mayor, ha estado renegando de su promesa de controlar lo que publican extremistas, y de la prioridad que hasta ahora dio a salvaguardar las elecciones. 

La empresa se negó a obrar según sus propios parámetros. delineados en su documento “Facebook Community Standards” que se puede leer en línea. En su capítulo sobre quienes “coordinan daño y publicitan el crimen”  se prohibe explícitamente “facilitar, organizar o promover actividades dañinas dirigidas a las personas», así como “declaraciones de intención de cometer violencia de alta gravedad”. 

A comienzos de 2020, según la compilación de TTP, el Network Contagion Research Institute, “publicó un informe sobre cómo el uso del boogaloo para abogar por la violencia extrema se ha extendido en las redes sociales. medios de comunicación en los últimos meses”, frente a lo cual el portavoz de Facebook comentó que “está rastreando” la actividad, sin agregar más datos

Tres meses después, el Instituto para el Diálogo Estratégico o ISD por sus siglas en inglés, publicó un estudio según el cual los grupos de Boogaloo en Facebook seguían creciendo rápidamente, uno de ellos en 88%, con 127,089 interacciones, especialmente aquellas de corte antisemita. 

Con el paso del tiempo la situación no ha mejorado. Grupos extremistas como los Boogaloo Bois crecen. Los esfuerzos de Facebook, la mayor plataforma social en contenerlos ni parece rendir resultado ni ser la primera prioridad de la compañía. Su resurgimiento y acelerado crecimiento es una llamada de atención para las autoridades. 


Este artículo está respaldado en su totalidad o en parte por fondos proporcionados por el Estado de California, administrado por la Biblioteca del Estado de California en asociación con el Departamento de Servicios Sociales de California y la Comisión de California sobre Asuntos Estadounidenses Asiáticos e Isleños del Pacífico como parte del programa Stop the Hate. Para denunciar un incidente de odio o un delito de odio y obtener apoyo, vaya a CA vs Hate.

This resource is supported in whole or in part by funding provided by the State of California, administered by the California State Library in partnership with the California Department of Social Services and the California Commission on Asian and Pacific Islander American Affairs as part of the Stop the Hate program. To report a hate incident or hate crime and get support, go to CA vs Hate.

Autor

  • Fundador y co-editor de HispanicLA. Editor en jefe del diario La Opinión en Los Ángeles hasta enero de 2021 y su actual Editor Emérito. Nació en Buenos Aires, Argentina, vivió en Israel y reside en Los Ángeles, California. Es periodista, bloguero, poeta, novelista y cuentista. Fue director editorial de Huffington Post Voces entre 2011 y 2014 y editor de noticias, también para La Opinión. Anteriormente, corresponsal de radio. -- Founder and co-editor of HispanicLA. Editor-in-chief of the newspaper La Opinión in Los Angeles until January 2021 and Editor Emeritus since then. Born in Buenos Aires, Argentina, lived in Israel and resides in Los Angeles, California. Journalist, blogger, poet, novelist and short story writer. He was editorial director of Huffington Post Voces between 2011 and 2014 and news editor, also for La Opinión. Previously, he was a radio correspondent.

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