El 25 de mayo de 2020, durante 8 minutos y 46 segundos, Derek Chauvin mantuvo, con todo el peso de su cuerpo, su rodilla encima del cuello de un hombre, causándole la muerte.
La víctima rogó, lloró, trató de gritar antes de morir asfixiado.
Fue en pleno día, en público, en las calles de Minneapolis. , y filmado por espectadores.
Recién ahora se inicia el juicio de Chauvin. La expectativa en toda la nación es inmensa.
Chauvin era policía, y es blanco. La víctima era afroamericana.
Al morir, George Perry Floyd Jr. tenía 46 años. Había nacido el 14 de octubre de 1973 en North Carolina. Tenía cinco hijos con su prometida, Courtney Rose. Fue al South Florida State College y a la universidad de Texas A&M, que dejó para trabajar como conductor de camión, guardia de seguridad y rapero. Había cumplido varias penas de cárcel, hasta 2012.
El cajero de una tienda alegó que le había dado un billete falso de 20 dólares y llamó a la policía. Lo rodearon cuatro policías que no lo conocían.
Chauvin, inicialmente arrestado, está en libertad bajo fianza desde el 7 de octubre.
El juicio de Chauvin comenzó con la presentación de la fiscalía y los primeros testigos. El de sus tres compañeros será en agosto.
La muerte de Floyd desencadenó una serie de protestas multitudinarias en todo el país, principalmente por parte de afroamericanos, hartos de ser una vez más blancos de la violencia policial.
Es que no es solamente Chauvin y sus camaradas los que están en juicio. Lo está todo el país, por su historia de racismo y discriminación que empezó en la esclavitud, siguió con las leyes Jim Crow y la segregación y continúa. Lo está nuestro sistema policial donde aún se permite tal barbaridad.
Cabe preguntar si Chauvin estaría en el banquillo de los acusados si no fuera porque su acto fue hecho público.
No olvidemos las otras muertes de afroamericanos inermes a manos de policías, desde 2014: Eric Garner; Michael Brown; Tamir Rice, de 12 años; Walter Scott; Alton Sterling; Philando Castile; Stephon Clark, y una mujer, Breonna Taylor.
El viernes, el juez que preside los procedimientos y que había rechazado el pedido de la defensa de trasladar el juicio a otra ciudad, sí le permitió informar al jurado, como evidencia, que la víctima fue arrestada en 2019.
¿Como evidencia de qué?
La defensa del policía, como ha sucedido muchas veces, busca denigrar a la víctima, como si fuese culpable de su propia muerte.
Los ojos del país están puestos en el juicio a Derek Chauvin. Los hechos son incontestables. Sean cuales fueren las circunstancias atenuantes, debe haber justicia, y una condena apropiada que ponga en jaque los abusos de la fuerza policial.