El grupúsculo neonazi se concentró en un puente que sobrepasa la muy transitada superpista 405 de Los Ángeles y desplegó una pancarta que decía “Kanye tiene razón sobre los judíos”, mientras elevaban sus brazos en el aire con el saludo nazi.
¿Por qué la referencia a Kanye West? Pues porque el reconocido rapero, ex pareja de Kim Kardashian y simpatizante del ex presidente Donald Trump, recientemente ha realizado declaraciones antisemitas que capturaron la primera plana de los medios.
Racistas apoyan a Ye
Aparte de instar a estar militarmente alerta contra los judíos («Going death con 3…»), la última barbaridad de West, también conocido como Ye, se centró en el viejo mito de que la comunidad judía controla los medios de comunicación.
Esto fue una excelente oportunidad para que líderes de organizaciones racistas, ultranacionalistas, conservadores y otros del campo de la intolerancia reprodujeran las palabras del popular músico y articularan sus propios mensajes de odio ante una audiencia mucho más amplia.
Nick Fuentes, un racista que produce el podcast America First, escribió en Telegram que Ye estaba en lo cierto sobre que “los judíos controlan los medios”.
Y cuando se publicó la noticia de que Ye estaba pensando en adquirir la red social Parler como una alternativa a Twitter, el fundador del grupo neofascista Proud Boys, Gavin McInnes, aseguró que “Si Ye se subscribe, yo también”.
“Ye es la persona más grande que jamás haya vivido en toda la historia desde Cristo, o al menos desde Adolf Hitler…”, dijo Andrew Anglin, editor del Daily Stormer, un sitio antisemita que niega que el Holocausto haya tenido lugar. “Él no retrocederá y tendrán que matarlo”.
Aumenta el antisemitismo
En un Estados Unidos cada vez más polarizado, las palabras tienen serias consecuencias. Muchos escuchan a líderes políticos, a personalidades del mundo del entretenimiento, del deporte, y forman opiniones que, en algunos casos, los motiva a actos de violencia.
Los discursos racistas y xenofóbicos que antes se difundían de manera limitada a través de periódicos, panfletos y mitines de poca concurrencia, ahora se propagan de manera masiva a millones que navegan en las redes sociales de internet.
Y las consecuencias están a la vista.
De acuerdo a estadísticas de la Liga Contra la Difamación (ADL), en 2021 los incidentes antisemitas llegaron a su nivel más alto desde que se comenzó a recolectar datos en 1979.
Más específicamente, hubo 2,717 actos antisemitas que incluyeron asalto, acoso y vandalismo. Un promedio de 7 incidentes por día.
También aumentaron los incidentes en instituciones judías como sinagogas, centros comunitarios y escuelas. Un incremento del 61%.
El temor en la comunidad judía es palpable. En una encuesta de Pew Research, 3 de cada 4 judíos pensaban que en 2020 había más antisemitismo que cinco años antes y 53% que se sentían menos seguros.
Neutralizar la intolerancia
Escondiéndose detrás de sus derechos constitucionales a la libre expresión, los neonazis y otros sectores de la derecha conservadora están en la ofensiva. Las autoridades y la ciudadanía tienen la obligación de neutralizarlos. No se los puede dejar seguir avanzando con su discurso de odio porque si bien el cartel en la 405 y los saludos nazis apuntaban a los judíos, en realidad también están dirigidos a los afroamericanos, los asiáticos, los latinos.
Es un mensaje destructivo con serias consecuencias al tejido social de Los Ángeles y Estados Unidos.
Twitter e Instagram sancionaron a Ye y varias empresas cortaron lazos con el músico, incluyendo a JP Morgan Chase Bank, Adidas, Gap y Kering SA.
“No podemos tolerar el #antisemitismo que estaba en plena exhibición… en una autopista de Los Ángeles”, escribió en Twitter George Gascón, fiscal general del condado de Los Ángeles. “#SupremacíaRacial es un cáncer social que debe ser extirpado. Este mensaje es peligroso y no se puede normalizar”.
Este artículo fue apoyado en su totalidad, o en parte, por fondos proporcionados por el Estado de California y administrados por la Biblioteca del Estado de California.