Me lo envió alguien que es una optimista empedernida. Lo recomiendo como tal: como la expresión de la belleza global del ser humano, como una demostración única de cómo la música -y la tecnología moderna que incluye, claro, este sitio y esta recomendación- no solamente nos hermana: nos emociona. Por lo menos eso es lo que me hizo a mí, la música callejera.
Inicia este portento, como uno de sus 35 protagonistas, Roger Ridley, un cantante callejero nacido en Georgia y quien trabajó cantando ante millones muy cerca nuestro, sin que nos demos cuenta.
Roger falleció en 2005, al año siguiente de esta filmación y a la edad de 57 años.
La escena abre con Ridley en la Promenade, la peatonal de Santa Mónica, allí donde el Los Angeles genérico se aplasta contra la costa.
Cuatro años después algunos exponentes de esta explosión de talento hacen inmortal la canción del cambio sobre lo que fueron las ruinas de Nueva Orleans:
https://www.youtube.com/watch?v=XKhqRdGJaJU