En buena hora la Casa Blanca anunció ayer una acción ejecutiva presidencial que permitirá a quienes no tienen estatus legal y son cónyuges de ciudadanos estadounidenses solicitar inmediatamente la residencia permanente, a condición – entre otras cosas – que hayan vivido en el país por al menos una década. Si bien existían ya rutas para legalizar a esposos de ciudadanos, estas implicaban un proceso complicado y prolongado, que esta orden simplifica y estimula.
Además, el documento ayudará a proporcionar permisos de trabajo para muchos Dreamers, es decir indocumentados que llegaron al país de niños.
Se calcula que entre 500,000 y un millón de indocumentados se beneficiarán con la orden.
La nueva disposición no es permanente sino una acción “de una sola vez”. Lo contrario requeriría una acción del Congreso.
La oposición empeñada en derrotar a Biden
Pero en el Congreso existe una oposición total de la bancada republicana, especialmente en la Cámara Baja que dominan, a cualquier acuerdo en el tema migratorio previo a las elecciones.
Evidentemente, no quieren concederle a Joe Biden ninguna victoria en este ámbito, con la esperanza de atrapar votos de ciudadanos latinos desilusionados con la inacción del gobierno actual.
Y es por eso que hace un par de meses fracasó una moción bipartidaria que hubiera además fortalecido la frontera después de que Donald Trump usó su control del partido republicano para vetar la propuesta.
Por esa razón, la Casa Blanca anduvo buscando intersticios para avanzar en el tema migratorio que no requirieran el visto bueno del partido de oposición.
Un cambio en la vida de muchos
Esta nueva orden lo logra. Sí, es una maniobra electoral y se supone que esperan un dividendo por parte de votantes latinos en Arizona, Colorado.
Y también es correcto que responde a los informes sobre una merma en el apoyo latino a los demócratas. Un apoyo que el titular consiguió en 2020, en parte, gracias a sus promesas de reforma migratoria, que aún no fueron cumplidas.
Pero no por eso dejamos de percibir la importancia de la medida, su beneficio para quienes hacen de este país el suyo con su contribución y su trabajo. Y celebramos el reconocimiento por parte del Presidente de la situación particular de las parejas con un inmigrante. Es un importante avance en la situación de los inmigrantes al tiempo que constituye un reconocimiento de la fuerza del electorado latino.
Este avance contrasta fuertemente con el plan antiinmigrante anunciado por Trump y sus aliados, cuyo eje central, de ganar las elecciones de noviembre, será la deportación masiva de millones de indocumentados y la anulación de numerosas órdenes y programas que benefician a los inmigrantes..
La orden ejecutiva es una señal más de que Biden y los demócratas no renuncian a reconquistar el voto de los ciudadanos latinos.
Doce años después del anuncio de la Acción Diferida para los Llegados en la Infancia (DACA) por parte del presidente Barack Obama, la nueva orden ejecutiva del presidente Joe Biden constituye otro paso significativo – aunque inconcluso y criticado – en el camino para la anhelada reforma migratoria.