Hace unos días se dió a conocer un video invitando a los latinos a no votar en las próximas elecciones ya que Obama había «traicionado» a nuestra comunidad al prometer una reforma migratoria en su primer año de gobierno, promesa que no cumplió.
El anuncio fue producido por Latinos for Reform, una agrupación desconocida hasta ahora, y liderada por Robert De Posada, ex director de Asuntos Hispanos del Comité Nacional del Partido Republicano.
Este video llamó la atención de activistas y organizaciones latinas, quienes han dedicado años y muchos recursos para promover que la gente vote.
El video esta producido por un activista republicano y su intención es impedir que más latinos voten, ya que habitualmente favorecen a los demócratas. Según datos del Pew Hispanic Center, el 66 por ciento de los hispanos simpatizan con los demócratas, en comparación con sólo el 22 por ciento que se inclina por los republicanos.
Este video pone en evidencia la campaña «secreta» para fomentar el pesimismo electoral entre latinos.
Promesas
Muchos hispanos han expresado frustración y hasta desilusión por la promesa incumplida del presidente Obama de producir una reforma migratoria en el primer año de su administración. Muchos periodistas y medios latinos han hecho coro de este estado de ánimo.
El voto latino ayudó a que Obama ganara las elecciones en estados claves en 2008. Por lo tanto, nuestra comunidad tiene derecho a exigir que se cumpla la promesa de una reforma migratoria. Desde este punto de vista podríamos expresar nuestra frustración por el gobierno actual. Pero en política las cosas siempre son más complicadas.
Obama cumplió algunas de sus promesas electorales a pesar de la feróz oposición de los republicanos y los ataques incesantes de la derecha más radical, parte de la cual se refugia en el «Tea Party»: la reforma de salud no es un logro menor. No olvidemos que los republicanos prometieron destruirla y por eso quieren ganar las elecciones del 2 de noviembre y controlar el Congreso.
La asistencia financiera a los bancos por parte de Obama, a diferencia de la anterior administración de Bush, fue a cambio de obligarlos a ayudar a parte de los dueños de casa para que puedan salvar sus propiedades.
Y ahora busca eliminar privilegios fiscales para las empresas que cierran total o parcialmente sus operaciones en el pais y se radican en el extranjero. Esta acción del presidente, entre otras, es considerada un sacrilegio por los republicanos.
Pesimismo
Se busca influenciar a los latinos también por medio del pesimismo, de manera sutil. Por ejemplo, el presentador de noticias de Univisión, Jorge Ramos, se dice «desilusionado» por Obama. Y agrega que el presidente tiene «un problema de credibilidad» con la comunidad hispana por no cumplir su promesa de una reforma migratoria (Artículo publicado por www.politico.com el 11 de agosto del 2010).
El columnista Ruben Navarrete va más lejos y titula su columna del 10-10-10 publicada por el Sacramento Bee «Para qué molestarse en votar».
En ella, Navarrete describe cómo las promesas incumplidas por los políticos convierten a los votantes en cínicos y conformistas. Pero ahora, el presidente Obama incumplió «la madre de todas las promesas» y por lo tanto los latinos tienen derecho a sentirse deprimidos, frustrados y decididos a no votar, dice Navarrete.
Jorge Ramos, al menos, expresa preocupación ante la posibilidad de que los latinos no voten. Pero es poco considerando la popularidad que tiene Ramos, y después de insistir una y otra vez en la falta de credibilidad de Obama y dudar de su liderazgo, sin analizar que parte de sus problemas provienen de la encarnizada oposición republicana.
La campaña contra Obama tiene en estos momentos características raciales y de clase como pocas veces hemos presenciado en la historia reciente del pais. Y va más allá de un partido político.
Aquí vemos la mano de una persistente campaña de desprestigio contra la administración actual, que se inició el mismo día en que Obama asumió la presidencia, y de la cual participan decenas de organizaciones en todo el pais, muchas de ellas bien financiadas.
Lo curioso es que los demócratas parecen no promocionar los logros de Obama. Al contrario, muchos actúan como si tuvieran que justificarse. Son muy pocos quienes defienden, por ejemplo, la reforma de salud como un avance social.
Y lo es, aunque sea limitada: esta reforma haría reir a más de un activista europeo ya que en muchos paises del llamado «viejo continente», y hasta en algunos paises de América Latina, el acceso a la salud pública no es tan complicado y limitado como en Estados Unidos.
La prensa latina tiene derecho a exigir a Obama que cumpla sus promesas, pero al mismo tiempo debería analizar objetivamente sus aportes sociales e intentos para enfrentar la crisis económica. En este sentido, recordemos que ésta se inició durante la administración Bush, quien no solo no hizo nada, sino que se negó a implementar programas de inversiones públicas y transfirió dinero a los bancos sin cuestionarles su responsabilidad en la crisis.
No hay que ser muy inteligente para entender quién está detrás de las campañas contra la administración actual; quién financia a tantos grupos radicales y difunde ataques con acusaciones tan infantiles como el «socialismo» de Obama, o falsos rumores sobre su religión musulmana o su supuesto origen extranjero.
Algunas de estas organizaciones promueven el pesismismo; falsamente se «solidarizan» con los latinos y les dicen, «mejor no votes, así aprenden a respetarte!».
¿Hace falta decir que son los republicanos quienes se oponen a una reforma migratoria? ¿Es necesario repetir y repetir quiénes son los que pasaron la malintencionada ley SB 1070 en Arizona? ¿Hay que volver a decir que son politicos Republicanos quienes impulsan una reforma constitucional para evitar que los hijos de los indocumentados tengan la nacionalidad estadounidense?
¿Y que son también los de ese partido quienes se oponen tenazmente a la (tibia) reforma de salud que beneficiará a millones de personas? ¿Y que son los del GOP (partido republicano) quienes se niegan a ponerle reglamentos a los bancos para que puedan seguir esquilmando a los trabajadores?
¿Se nos tiene que refrescar la memoria para recordar que son los Republicanos quienes piden «menos impuestos» que solo benefician a las grandes empresas, quienes a su vez reciben estímulos fiscales para cerrar las fábricas aquí y llevan sus operaciones al extranjero?
Es necesario recordar estos datos. Porque así entenderemos el porqué los republicanos quieren que los latinos estén enojados con Obama: para que no voten (porque la mayoría lo hace por los demócratas) y para distraerlos de las evidencias del desprecio republicano hacia nuestra comunidad y sus intereses politicos y sociales.
Por ejemplo, la famosa y despreciable propuesta de ley HR 4437, la más fanática propuesta antiinmigrante en el Congreso, fue presentada por James Sensenbrenner, diputado… claro, republicano (de Wisconsin). En repudio a esta propuesta, millones de personas marcharon en 2006 en grandes manifestaciones en todo el país.
Las próximas elecciones
El 2 de noviembre los latinos deberíamos doblar la apuesta: debemos salir a votar masivamente. De lo contrario, le daríamos la razón a quienes piden que no votemos… Así le damos el poder a quienes nos desprecian y proponen leyes en contra nuestra y de nuestros hijos.
Los politicos republicanos, como la candidata a la gobernación de California, Meg Whitman, y la candidata al Senado, Carly Fiorina, simpatizan con la ley SB 1070 (de Arizona). Si ganan, veremos cómo el poco poder que tenemos se perderá.
Los logros de nuestra comunidad han sido lentos y difíciles. No podemos darnos el lujo de no votar. Hoy, más que nunca, tenemos un compromiso con las urnas el martes 2 de noviembre.
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