En la reunión del Consejo de Educación de Glendale, que tuvo lugar el 20 de junio, había más de 300 manifestantes. La gente estaba allí para expresar su apoyo o condena sobre el controvertido tema de qué se les debe enseñar a los niños en las escuelas sobre la comunidad LGBTQ+. Irónicamente, el tema ni siquiera era parte de la agenda en esta última reunión del año escolar.
No era la primera vez que el Consejo de Educación atraía tanta atención. Semanas antes, el 6 de junio, se vivió un escenario similar cuando los miembros de la entidad votaron, por unanimidad, reconocer a junio como Mes del Orgullo de la comunidad LGBTQ+. Años anteriores, resoluciones similares siempre eran aprobadas sin mayores inconvenientes. Pero en 2023, un año preelectoral en el que temas de valores y moralidad están generando batallas culturales, la situación es muy diferente y la reunión desembocó en confrontaciones que condujeron a que tres personas fueran arrestadas.
“Hablé con la superintendente Ekchian y quiero agradecerle a ella y al Consejo de Educación de Glendale por mantenerse firmes contra esta campaña organizada de odio”, dijo el gobernador Gavin Newsom apoyando la decisión del Consejo de Educación. “En California, celebramos la belleza del pluralismo y… la diversidad de nuestras comunidades… Glendale representa lo mejor…”
Campaña organizada
Pero no importa lo que el gobernador pueda decir, a algunos padres la decisión del Consejo de Educación definitivamente no les cayó nada bien. Para ellos pareciera que hablar de diversidad e inclusión es un pecado. Quieren, como padres, tener el monopolio informativo de los que se les transmite a sus hijos. Especialmente en temas como el matrimonio igualitario y los transgénero.
Por supuesto que estos no son hechos aislados. Por el contrario, son parte de actos, a veces violentos, que se están organizando en muchas otras comunidades. Un análisis publicado en NBC News, en junio de 2021, concluyó que había aproximadamente 165 grupos que estaban detrás de estas muy bien planificadas manifestaciones que, con apoyo de organizaciones conservadoras como la Heritage Foundation, utilizan a padres de alumnos en batallas ideológicas contra lo que definen como el peligro liberal.
El movimiento comenzó con grupos opuestos a utilizar máscaras durante la pandemia y, después, resistiendo a que se usara un análisis crítico para explorar temas como el racismo y la discriminación institucional que explican las desigualdades económicas, la brutalidad policial y asesinatos como el de George Floyd. Ahora, la atención de estos grupos de conservadores y evangelistas intolerantes, que no cabe la menor duda que están conectados con el partido republicano, se ha centrado en la comunidad LGBTQ+ y los transgénero.
Saticoy Elementary
Aparte de Glendale, hay otros ejemplos de las divisiones que estos grupos están causando en la región. Sin ir más lejos, en Saticoy Elementary, una escuela de North Hollywood que es parte del Distrito Escolar de Los Ángeles (LAUSD), también se experimentó la animosidad de los intolerantes.
Los maestros de Saticoy Elementary habían planificado leer fragmentos del libro The Great Big Book of Families en un acto escolar. El libro, que fue temporalmente prohibido en Luisiana en 2021, describe la diversidad de familias en la sociedad contemporánea, incluyendo familias con padres o madres del mismo sexo. Los planes generaron malestar entre algunos padres que cuestionaron la propuesta. La tensión aumentó cuando del cuestionamiento se pasó al vandalismo. Más específicamente, sujetos no identificados le prendieron fuego a una bandera multicolor de la comunidad LGBTQ+ que estaba en una maceta en la parte externa de un salón de clases de una maestra transgénero.
Ante el acto de vandalismo, que por su motivación puede caracterizarse como un crimen de odio y que está siendo investigado por la policía de Los Ángeles, el 2 de junio las organizaciones GALAS LGBTQ+ Armenian Society, Somos Familia y el Centro LGBTQ+ del Valle de San Fernando organizaron una protesta.
Repudio a la intolerancia
Más de un centenar de padres se juntaron para condenar el vandalismo y la intolerancia. Entre los presentes estaba Albert Carvalho, superintendente de Educación de LAUSD.
“En las últimas dos semanas, personas, particularmente una maestra de esta escuela, han sido amenazados, insultados, se quemó una bandera que representa a muchos en nuestra comunidad», dijo Carvalho. «Esto debería preocupar a toda la comunidad”.
Y la preocupación por la tensa situación creada en Saticoy Elementary ha llegado a tal punto que la maestra amenazada ha tenido que ser trasladada a otra escuela por una cuestión de su seguridad personal.
“Expresarse libremente y en desacuerdo con medidas públicas, es un derecho constitucional. Y el debate siempre es bienvenido y será protegido”, dice una declaración emitida por Paul Krekorian, presidente del Consejo de la Ciudad de Los Ángeles. “Sin embargo, amenazar a vecinos y sembrar odio son amenazas a la seguridad pública y nunca serán tolerados en la ciudad de Los Ángeles”.