El consentimiento sexual es tener la claridad y certeza de que una persona quiere realmente tener sexo contigo; pero, si aún te es difícil comprender cuando exactamente poner esa banana en el chocolate, piensa en algo más sencillo; como si fueras a preparar una taza de café.
Imagina que tienes a una mujer frente a ti, y que le preguntas: ¿te gustaría una taza de café?
Y ella te responde: «claro que sí me encantaría un café, ¡gracias!». Entonces sabes que esa persona, sí quiere una taza de café. Si le preguntas: ¿Hey te gustaría una taza de café?, y ella te responde: «no estoy segura», entonces puedes prepararle una taza de café, o no.
Pero ten en cuenta que ella podría no beberlo. Si no la bebe; entonces, esto es lo importante: ¡no les hagas beberlo! No puedes culparla de que hiciste el esfuerzo de preparar el café. Solo tienes que conversar, pasar un bonito momento mientras miras cómo no se toma el café. Solo porque se lo preparaste, no significa que tengas derecho a verla tomárselo.
Si te dice:»no, gracias», no le hagas el café. En absoluto. No le prepares café, no le hagas beber el café a la fuerza, y no te molestes si no quiere el café. Ella simplemente no quiere café, ¿claro como el agua?.
Es posible también que te diga: «sí, por favor, me encantaría una taza de café» y luego, cuando está listo, ya no quiere el café. Claro, eso es un poco molesto, porque te has esforzado al prepararlo, pero la personas no tienen la obligación de tomárselo. Ella quería el café antes, y ahora ya no. A veces las personas cambian de opinión en el tiempo que lleva hervir agua, agregar la leche y mecer el café. Y está bien que la gente cambie de opinión, está bien que las mujeres cambien de opinión; y tú todavía, no tienes derecho a ver a una mujer beberse el café, aunque tú te hayas tomado la molestia de hacerlo.
Si la persona está inconsciente, ¡no le hagas café! Las personas inconscientes no quieren café, y no pueden responder a la pregunta «¿quieres café?» porque están inconscientes.
Ok, digamos que tal vez estaban conscientes cuando les preguntaron si querían café, y dijeron que sí, pero en el tiempo que tardó en hervir el agua y agregar la leche, ahora están inconscientes. Sólo debes dejar el café a un lado, asegurarte de que la persona inconsciente esté a salvo y, esto es lo importante: no le hagas tomar el café. Antes dijo que sí, claro, pero las personas inconscientes no quieren café.
Si alguien te dijo que sí al café, comenzó a beberlo y luego se desmayó antes de terminarlo, no lo sigas vertiendo en la garganta. Llévate el café y asegúrate de que ella esté a salvo. Porque la gente inconsciente no quiere el café. Confía en mí en esto que te digo.
Ahora, si alguien te dijo «sí» al café en tu casa el sábado pasado, eso no significa que quieran que les hagas café todo el tiempo. Esa chica no quiere que vengas inesperadamente a su casa, le prepares café, la obligues a tomarse y que le digas: «¡pero querías café la semana pasada!»
Imagínate despertar una mañana y sentir que te atragantan con café, tu boca está abierta a la fuerza; y que te dijeran: «¡pero querías café la semana pasada!»
¿Crees que esta es una analogía estúpida? Sí, todos ustedes de seguro lo saben, por supuesto que no obligarían a nadie a tomar café, ni té ni limonada. Por supuesto que tú sabes que no alimentarías a alguien con café, sólo porque te dijeron que sí a una taza, la semana pasada. Por supuesto que no.
Tú no derramarías café, té o limonada en la garganta de una mujer, niño, u hombre inconsciente, sólo porque te dijeron que sí querían tomar algo hace cinco minutos, cuando estaban conscientes.
Pero, si puedes entender cuán ridículo es forzar a las personas a tomar café cuando no quieren, y puedes entender cuando las personas no quieren el café, entonces, ¿por qué es tan difícil de entender cuando se trata de sexo?
Ya sea café o sexo, el consentimiento lo es todo.
P.S : Y en ese sentido, me voy a hacer una taza de café, para mí.